¿Qué le espera al Amazonas y al medio ambiente de América Latina con Trump en el poder?

¿Qué le espera al Amazonas y al medio ambiente de América Latina con Trump en el poder?

Ya se salió del Acuerdo de París y está fortaleciendo la producción de petróleo y gas, un tema en el que de nuevo chocará con las polticas de Gustavo Petro

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febrero 06, 2025
¿Qué le espera al Amazonas y al medio ambiente de América Latina con Trump en el poder?

En su primera semana como presidente de Estados UnidosDonald Trump se ha situado en el ojo de la tormenta tras una serie de mandatos y acciones controversiales que podrían estar marcando el camino de sus próximos cuatro años de mandato al frente de una de las economías más fuertes del planeta.

El mismo día que asumió su mandato por segunda vez, Trump anunció una serie de reformas y firmó decenas de órdenes ejecutivas que marcarían un nuevo rumbo de la política estadounidense en temas de medio ambiente, migración y diversidad en lo que ha denominado la nueva “edad de oro de Estados Unidos”, palabras que pronunció al iniciar su discurso de investidura, el último 20 de enero.

“A partir de hoy nuestro país volverá a ser próspero y respetado en todo el mundo (…) Nuestra soberanía será restablecida. Nuestra seguridad será restaurada. Se restaurará la justicia (…) Estados Unidos pronto será más grande, más fuerte y mucho más excepcional que nunca”,  dijo Trump en la Rotonda del Capitolio, lugar al que se trasladó la toma de mando debido a las bajas temperaturas que había en Washington, por lo que se debió suspender la juramentación planificada en los exteriores del recinto.

Ese mismo día Trump anunció que Estados Unidos se retiraba del Acuerdo de París, declaró la emergencia energética en el país y eliminó las restricciones a la perforación de pozos de hidrocarburos, incluso en áreas protegidas de Alaska. “Vamos a perforar, perforar, perforar”, aseguró el mandatario. Además, borró de un plumazo todos los compromisos que había firmado Joe Biden en materia ambiental y climática.

Desde América Latina surge entonces la pregunta sobre cuál será la relación entre Estados Unidos y los países de América Latina bajo las nuevas políticas de la administración Trump. Quizá una muestra de lo que podría pasar en los próximos cuatro años se vivió este domingo 26 de enero cuando el presidente de ColombiaGustavo Petro, se rehusó a recibir los aviones militares que trasladaban a migrantes indocumentados colombianos desde Estados Unidos.

“Los Estados Unidos no pueden tratar como delincuentes a los migrantes colombianos. Desautorizo la entrada de aviones norteamericanos con migrantes colombianos a nuestro territorio. Estados Unidos debe establecer un protocolo de tratamiento digno a los migrantes antes de que los recibamos nosotros”, escribió el presidente Petro en su cuenta de X (antes Twitter) ante las acciones que tomó Trump para deportar inmigrantes indocumentados latinos.

Tras una serie de amenazas por parte de Trump —como elevar los aranceles a la importaciones procedentes de Colombia y retirar las visas estadounidenses a los funcionarios del gobierno de Colombia y a sus familiares— y la reacción de Petro en los mismo términos, el impase diplomático se resolvió el mismo domingo 26 de enero.

Más hidrocarburos y menos compromiso ambiental

“Debemos analizar, en primer lugar, por qué se toma esa decisión”, dice el economista Alberto Acosta, ex presidente de la Asamblea Nacional Constituyente del Ecuador, sobre el retiro de Estados Unidos del Acuerdo de París. “Esa decisión proviene de la visión que representa Trump —y varias otras personas, organizaciones y empresas— que niegan la existencia de un colapso ecológico, y niegan la existencia del cambio climático. No se trata de una decisión aislada, sino que es una expresión de una forma de entender la realidad”, agrega Acosta.

No es la primera vez que Estados Unidos abandona el Acuerdo de París —tratado internacional que busca frenar las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) y evitar que la temperatura del planeta aumente por encima de 2°C con respecto a la etapa preindustrial— sino que esta situación ya ocurrió durante el primer mandato de Trump (2017-2021), situación que fue revocada durante la presidencia de Joe Biden (2021-2025).

Acosta señala que se debería evaluar cuál ha sido la contribución de la presencia de los Estados Unidos para resolver los problemas del colapso ecológico tras el retorno al Acuerdo de París. “La salida de Estados Unidos va a debilitar mucho el esfuerzo que se está haciendo, pero lo que se ha venido realizando hasta ahora ha sido insuficiente. El hecho real y cierto es que las cumbres de cambio climático son más discursos que hechos concretos. Pero el golpe es duro y la decisión de Trump va a golpear, sin lugar a dudas, no solo en nuestra región, sino a nivel mundial”.

El economista ecuatoriano menciona que al retirarse del Acuerdo de París, Estados Unidos podría aumentar sus emisiones de Gases de Efecto Invernadero. En ese sentido, Acosta se refiere a otra de las decisiones adoptadas por Trump, relacionada directamente con el elevado nivel de carbonización de la atmósfera, la propuesta de retomar la explotación de los recursos hidrocarburíferos en lugares donde el presidente Biden lo había prohibido. “Se va a forzar la explotación de petróleo en Alaska y se va a seguir buscando petróleo en el océano Ártico. Son decisiones que van a afectar en términos ambientales globales”.

Al respecto, Acosta menciona que eso va a generar problemas porque los países Latinoamericanos que exportan petróleo, como Venezuela y Ecuador, van a apostar por extraer más petróleo para sostener sus ingresos provenientes de esta fuente. “Esta decisión tiene que ver con la declaración de emergencia energética porque lo que quiere es recuperar la extracción de petróleo, no está apostando por una transición energética, qué es lo que se viene discutiendo”.

Actualmente, Estados Unidos es uno de los principales compradores de petróleo de Venezuela, e incluso las exportaciones del crudo se incrementaron durante 2024. Sin embargo, tras asumir el mando, Trump dijo que “probablemente vamos a dejar de comprar petróleo a Venezuela. No lo necesitamos”, lo que podría marcar un nuevo rumbo en las relaciones con Venezuela, país que enfrenta una grave crisis económica y política, agravada luego de la cuestionada reelección de Nicolás Maduro en la Presidencia.

El científico brasileño Carlos Nobre, miembro de la Academia Mundial de la Ciencia, señala que la emergencia climática que se enfrenta actualmente en el planeta es más crítica que durante el primer gobierno de Trump, por tanto, preocupa más la decisión del presidente norteamericano de no continuar con los compromisos ambientales. “Es muy preocupante que los Estados Unidos, un país que históricamente ha sido responsable de por lo menos el 20 % de las emisiones globales de GEI —aunque ahora China tiene más emisiones— haya elegido a un presidente negacionista que inmediatamente removió al país del Acuerdo de París”.

En relación al incremento de la exploración de hidrocarburos en Estados Unidos, Nobre señala que se trata de una decisión “muy grave” ya que por lo menos el 75 % de las emisiones de GEI provienen de los combustibles fósiles. “Hay un temor muy grande porque muchos países productores de combustibles fósiles en todo el mundo van aumentar su producción”.

La Amazonía en la era de Trump

Alicia Guzmán, asesora senior de la Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (COICA), señala que el anuncio de Estados Unidos de no comprar más petróleo a Latinoamérica tiene “ciertas aristas positivas en el sentido más estricto de conservación de la Amazonía, porque los flujos financieros que alimentan la expansión petrolera ya no llegarán a América Latina sino que se quedarán en Estados Unidos”.

Eso cambia geopolíticamente muchas relaciones, agrega Guzmán, porque Estados Unidos, además de importar petróleo de la Amazonía, también importa el hidrocarburo de los países árabes y de Rusia, entonces, el anuncio con relación al petróleo es un tema de seguridad nacional, por la inflación y la incertidumbre que hay alrededor de este recurso. Mientras Estados Unidos consolida una producción propia, agrega Guzmán, lo más probable es que entre en negociaciones con Rusia. “Si esto se concreta, estamos hablando de cambios geopolíticos gigantes”.

Por otro lado, Guzmán señala que si se reduce la exportación de petróleo de los países amazónicos, como Ecuador —que actualmente exporta gran parte de su petróleo a California, en Estados Unidos— el camino de las naciones de la Amazonía debería ser apostar por un futuro más verde, fuera de los combustibles fósiles y para defender la conservación de este bioma. “La pregunta es cómo nos preparamos, o seguimos en inercia produciendo petróleo y abrimos las minas, cuando en realidad la moneda más importante para el planeta es la conservación de la Amazonía”.

Hay otros temas que surgen alrededor de la Amazonía. El ex presidente norteamericano Joe Biden visitó la Amazonía antes de terminar su mandato y anunció que su país aportaría 50 millones de dólares al Fondo Amazonía, un mecanismo para captar recursos con el fin de prevenir, monitorear y combatir la deforestación en este bioma.

Carlos Nobre, quien acompañó a Biden en su visita a la Amazonía, señaló que “será muy difícil” que se concrete el ofrecimiento. Nobre recordó que cuando el presidente de Brasil, Inacio Lula da Silva, se reunió con Biden en 2023, el entonces mandatario norteamericano ofreció impulsar un fondo de 500 millones de dólares para la Amazonía. Sin embargo, el compromiso no se concretó.

No obstante, Nobre recuerda que existen otros fondos para la conservación del bioma Amazónico. Noruega, Alemania y Francia han aportado desde 2008 cuando se creó el Fondo Amazonía, comenta Nobre, con una donación inicial de 1000 millones de dólares provenientes de Noruega y 200 millones de Alemania. Según Nobre hasta el momento se cuenta con 1.5 mil millones de dólares, que corresponde a alrededor de 100 millones de dólares por año. “Es muy poco para proteger toda la Amazonía, entonces, los países amazónicos tienen que buscar otras alternativas”.

En ese sentido, Nobre menciona los compromisos adoptados en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático COP 29 de triplicar el financiamiento anual para la lucha contra el cambio climático hasta los 300 000 millones de dólares para 2035 y considera que en la COP 30, que se realizará en Belém do Pará, en Brasil, los países deben mantener el compromiso, más allá de las decisiones de Estados Unidos.

El economista Alberto Acosta menciona que la Amazonía es vista como “un territorio de colonización y nuestros países son colonizados por las grandes potencias”. Sin embargo, dice Acosta, en la Amazonía también hay pueblos que resisten. “Tenemos ejemplos, como las comunidades de la Amazonía ecuatoriana que resisten con respuestas concretas ante el embate de las empresas petroleras y del Estado, una y otra vez. Y de esos ejemplos hay muchos en toda la Amazonia”.

Todo el tiempo tiene que haber resistencia porque hay un nuevo ingreso, un nuevo proyecto, un nuevo plan, dice Acosta, porque la voracidad del capital no se detiene ante nada, se sigue ampliando la frontera. Sin embargo, agrega Acosta, “aún hay esperanza”.

Lea la investigación completa en: Mongabay

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