Mientras Colombia atraviesa una crisis de seguridad energética y política, el presidente Gustavo Petro decide viajar a la Cumbre Mundial de Gobiernos en Dubái. Un evento que, año tras año, repite los mismos temas: ciudades sostenibles, transición energética e inteligencia artificial. Petro, fiel a su estilo, vuelve a utilizar estos foros como plataforma para su discurso global, ignorando los problemas urgentes del país.
Origen y críticas a la “Cumbre Mundial de Gobiernos”
La Cumbre Mundial de Gobiernos fue creada en 2013 por el gobierno de Emiratos Árabes Unidos con el objetivo de reunir a líderes mundiales para debatir sobre el futuro de la gobernanza. Aunque en teoría busca generar soluciones a problemas globales, muchas voces han criticado su efectividad. Se le señala de ser un evento de retórica vacía, donde se repiten las mismas promesas año tras año sin generar impactos tangibles en las políticas de los países participantes. Además, se cuestiona que gobiernos con poco compromiso democrático lideren estos espacios, promoviendo discursos que no siempre se alinean con los valores de transparencia y justicia social.
Deficiencia diplomática: Un Gobierno que no habla el idioma del mundo
Es preocupante y vergonzoso que el presidente Gustavo Petro y su canciller, Laura Sarabia, no puedan comunicarse en inglés, en un evento internacional de alto nivel como la Cumbre Mundial de Gobiernos en Dubái. La falta de dominio de un idioma clave para la diplomacia y los negocios limita la capacidad de negociación directa y proyecta una imagen de falta de preparación en la escena global. Aún más alarmante es que otros miembros clave de la comitiva, como el ministro de Minas, Andrés Camacho, y el presidente de Ecopetrol, Ricardo Roa, tampoco tienen un dominio confirmado del inglés, lo que evidencia un déficit en competencias básicas para representar al país en foros internacionales.
Comercio irrelevante con Medio Oriente
Colombia mantiene una balanza comercial mínima con Dubái, Qatar y Arabia Saudita. En 2022, exportó $259 millones a Emiratos Árabes Unidos, con el oro como principal producto. A Arabia Saudita, envió apenas $151 millones, principalmente petróleo refinado y carne bovina. A Qatar, las exportaciones fueron aún más bajas, rondando los $2,4 millones. En contraste, en 2023, Colombia exportó $15.600 millones a Estados Unidos, $5.700 millones a China y $2.390 millones a Brasil. La diferencia es abrumadora y demuestra que los viajes a Medio Oriente aportan poco al desarrollo económico del país.
Colombia y Emiratos Árabes Unidos han firmado acuerdos para fortalecer su relación comercial y tecnológica. Destaca el Acuerdo Integral de Asociación Económica (CEPA), que eliminará aranceles para la mayoría de productos colombianos. También se suscribieron memorandos en inteligencia artificial y educación digital, además de un acuerdo de servicios aéreos para mejorar la conectividad.
Un país en crisis y un presidente ausente
Mientras Petro asiste a foros internacionales, el país enfrenta graves problemas de orden público. En el Catatumbo, el Chocó y el Cauca, la violencia sigue escalando sin control. Las estructuras criminales se fortalecen ante la falta de una política clara de seguridad, y miles de colombianos viven bajo el miedo del conflicto armado.
A esto se suma la crisis energética en la Costa Caribe, con tarifas de electricidad altísimas y la amenaza real de un apagón en todo el país. En lugar de atender esta problemática, el presidente prefiere priorizar su gira internacional.
Crisis política y corrupción
Antes de partir, Petro prácticamente desmanteló su gabinete en la última sesión de gobierno. No solo dejó el país sin una dirección clara, sino que además insiste en defender a personajes altamente cuestionados como Armando Benedetti y Laura Sarabia, ambos envueltos en escándalos de corrupción.
Por si fuera poco, continúan las dudas sobre los dineros ilegales que habrían ingresado a su campaña, con nombres como "alias Pitufo", un reconocido contrabandista, apareciendo en la investigación. Para completar el desastre, el presidente deja encargado a un ministro que ha sido señalado por destruir el sistema de salud con el método de este gobierno: shu, shu, shu.
Petro, el eterno fugitivo de sus responsabilidades
Petro a julio de 2023 ya contabilizaba 82 ausencias y a hoy ya ha superado más de 100 incumplimientos a dos años y medio de gobierno. La respuesta es que ha encontrado en agenda privada.
Gustavo Petro ha convertido su mandato en una interminable gira internacional, mientras el país se hunde en el caos. No hay dirección, no hay soluciones y, sobre todo, no hay responsabilidad. Mientras el presidente sigue vendiendo discursos en el exterior, los colombianos pagan el precio de un país sin liderazgo.
También le puede interesar: Trinos de desgobierno: La irresponsable gestión de Petro en X