El ahorro en cesantías de 9,8 millones de trabajadores suma hoy unos 20 billones de pesos. Este dinero está en poder de cinco entidades, cuatro de ellas, privadas. Porvenir, del banquero Luis Carlos Sarmiento Angulo manda con sus 5,5 millones de afiliados. Le sigue Protección de Seguros Sura, que hace parte del Grupo Empresarial Antioqueño (GEA), con 3,4 millones de usuarios. El Fondo Nacional del Ahorro, creado en 1968, es la única pública de la lista, con casi un millón de clientes, casi todos empleados oficiales, es la tercera. Las otras dos empresas son internacionales: Colfondos, de propiedad de la chilena Habitar con 933 mil ahorradores y la sudafricana Old Mutual-Skandia con apenas 70 mil afiliados.
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En los años 90, durante el gobierno de Cesar Gaviria, su ola de privatizaciones y la reforma a la seguridad social, la ley permitió la creación de organizaciones privadas para administrar las cesantías de los trabajadores que hasta entonces manejaba cada empresario y empresa.
En este contexto nacieron 14 fondos privados que se la jugaron por administrar aquellos dineros, casi todos con historia y vínculos con poderosas entidades financieras y bancarias.
En 1992, después de que se presentaron más de 20 empresas para manejar estos dineros, la Superintendencia Bancaria, organismo de control de esa época, autorizó la operación de la antioqueña Protección, respaldada por Suramericana; la multinacional Skandia, que luego pasó a manos de Old Mutual; Cesantías Colombia, del Banco de Colombia; Fondo Colpatria; Colfondos; Colmena; Granahorrar; Porvenir del Grupo Aval; Invertir; Cesantías Santander; Davivir de Seguros Bolívar y el fondo del grupo Diners.
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Diez años después, en el mercado solo quedaba la mitad de los Fondos creados. Porvenir, el Fondo del industrial Luis Carlos Sarmiento y su Grupo Aval han mandado la parada desde que comenzó el negocio. En el año 2000, Porvenir tenía el 25 % de los afiliados. Protección, el fondo del GEA, le pisaba los talones con el 20 % y tenía muy de cerca al Fondo Horizonte del banco español BBVA con el 19 %. Este último absorbió a Diners y en 2014 se fusionó con Sarmiento Angulo y su Fondo Porvenir.
A parte de los tres primeros, todavía quedaban Colmena con el 12 %, Colfondos con el 9 %, Davivir con el 8 %, Colpatria con el 4 % y la internacional Skandia que no llegaba ni siquiera al 1 %. En 2000, tenían 2,3 billones de pesos en cesantías con un poco más de 3 millones de trabajadores afiliados. La mayoría de estos Fondos fueron desapareciendo en medio de compras y fusiones que movieron miles de millones de pesos. Hoy, 24 años después, el negocio tiene tres veces más afiliados y maneja diez veces más dinero.
Para poder competir contra Sarmiento Angulo, el BBVA Horizonte, que ya había comprado a Diners, se hizo con el Fondo Colpatria, en el que tenían participación los ingenios Central Castilla y Riopaila. Con aquella transacción, Horizonte le pisó los talones a Porvenir. Santander, un fondo creado por empresarios de Bucaramanga y que también quería hacerse fuerte, compró Davivir y Colmena, que tenía como socios a los chilenos de Alico, pero en 2007 vendieron el fondo a la holandesa ING Pensiones y Cesantías, que estuvo en el negoció hasta 2012, cuando fue absorbida por el fondo del GEA.
Luis Carlos Sarmiento, como lo ha hecho en otros frentes dentro de su plan de expansión absorbió a Bbva Horizonte, que era su más fuerte competidor. En 2014, Sarmiento puso sobre la mesa 540 millones de dólares y con la compra del segundo fondo en número de clientes, Porvenir amplió su dominio. Para entonces completó 5,5 millones de afiliados.
Con el Fondo de Pensiones y Cesantías Porvenir, Sarmiento Angulo tiene hoy más de 14 millones de afiliados, casi el 50 % de los usuarios de las cesantías están bajo su sombrilla y cada año recauda casi $5 billones de los 20 que recogen en conjunto los cinco Fondos y es de lejos, el que manda en las cesantías colombianas.
