Los beneficios de aprender un nuevo idioma

Los beneficios de aprender un nuevo idioma

En este momento es casi una necesidad manejar más de una lengua para alcanzar nuestras mayores metas con éxito

Por: Valeria Pérez Palencia
noviembre 12, 2020
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Los beneficios de aprender un nuevo idioma
Foto: Pixabay

En la actualidad, el mundo se encuentra totalmente globalizado y en constante evolución respecto a la comunicación e interconexiones, lo que proporciona transformaciones cada vez más radicales. Con esto, el aprendizaje de idiomas se ha convertido en una actividad fundamental, gracias a los numerosos beneficios que le aporta al ser humano. En la antigüedad solía pensarse que la sociedad debía conformarse con solo conocer un idioma, no era necesario molestarse en el estudio de otro. Incluso (y siendo este un punto de vista más extremo) se relacionaba la formación en idiomas como una causa del desarrollo de enfermedades mentales, como la esquizofrenia. La ciencia ha comprobado que, de hecho, es todo lo contrario. Y hoy día, debido a este reconocimiento, la perspectiva y pensamiento referente a este aprendizaje ha tomado un camino completamente diferente. Se piensa entonces, en presentar los esenciales y diversos beneficios tanto sociales como psicológicos y cognitivos que nos brinda el aprendizaje de idiomas. Para esto, se expondrán tres argumentos, los cuales son: los idiomas contribuyen a un mayor desarrollo del cerebro; traen ventajas a nuestra vida social y mantienen una gran utilidad en el ámbito laboral.

Naturalmente, el aprendizaje de un nuevo idioma ofrece ventajas intelectuales. Esto se evidencia en los diversos estudios científicos que se han realizado a lo largo de los últimos años, los cuales han arrojado que el estudio de un idioma incrementa la memoria de trabajo en una persona (aquella que almacena temporalmente la información para luego ser procesada), desarrollando capacidades cognitivas que facilitan la adaptación a determinadas circunstancias. Se presenta esta peculiaridad a causa de que la práctica regular de una lengua extranjera produce un aumento en el grosor del hipocampo, el área cerebral que se ocupa especialmente de la memoria. No hay que olvidar el importante papel que cumple la memoria en el simple reconocimiento y comprensión de un idioma, como expresa Jiménez al declarar “es evidente que memorizar está estrechamente unido al proceso de comprender y al proceso de aprender”[1], que, a pesar de que nos encontramos con que lo contextualiza en el aprendizaje del inglés, ciertamente se aplica para la formación en cualquier idioma. De igual manera, favorece la concentración, puesto que, al no tener un idioma dominante, los idiomas conocidos no compiten y esto da paso al correcto desarrollo de los procesos de atención focalizada, aumentando la capacidad para centrarnos a la hora de hacer una actividad. Tengamos en cuenta que no todo beneficio es puramente lógico y cognitivo, también surgen las ventajas respecto a la creatividad. Concretamente, al hablar dos o más idiomas llegamos a experimentar con diferentes palabras y frases, encontrando alternativas para mejorar nuestras habilidades y resolver conflictos de un modo más eficaz.

Por otro lado, la vida social se ve enormemente estimulada, en dos sentidos principales. Como primer punto, enriquece nuestros conocimientos acerca de otras culturas, nos abre puertas hacia diferentes formas de hacer las cosas, de vivir, de comer y de pensar, lo cual permite percibir las cosas desde una perspectiva totalmente diferente, que, en el caso de tener la capacidad de viajar, contribuye a la construcción de una experiencia próspera. Este aspecto ya ha sido comprobado por estudios, como afirma Thompson al mencionar las declaraciones de dos investigadores, quienes explicaron que “aprender una segunda lengua implica la adquisición no solo de formas lingüísticas, sino también de formas de pensar y comportarse”[2]. Asimismo, aprender un nuevo idioma puede cambiar las percepciones que se tiene del entorno y mejorar la sensibilidad respecto a las diferencias y choques culturales, respetando que cada idioma (y por ende cada cultura) posee distintas características y singularidades en su vocabulario, y un concepto irrelevante en la cultura principal, puede ser de gran trascendencia para una cultura en específico. Además, esto funciona como un tipo de instrucción, que lleva a formar una mayor disposición para afrontar las situaciones desconocidas de la forma más adecuada, haciendo más sencilla la adaptación hacia dichas situaciones.

En último lugar, saber idiomas (principalmente el inglés, como idioma universal) es realmente una obligación para poder moverse en el mercado laboral. No es sorpresa, como lo hace notar Jiménez Vega al manifestar que “en muchas empresas es un requisito indispensable el presentar un documento que certifique el dominio del idioma inglés, aunque muchas veces no se ocupe para la labor que se desempeña en dicha compañía”[3]. Así se refiera a un país e idioma en específico, no es difícil situar sus palabras en un contexto global, y es claro que mientras más conocimientos, mayores oportunidades. Primero, se tienen mejores posibilidades a la hora de aplicar para un empleo, independientemente si es en el exterior o no, pero cumple la misma función y supone la misma importancia. Todo es gracias a la inclinación hacia un mercado laboral mundial, el aumento del comercio internacional ha ocasionado que esta habilidad sea una de las exigencias más esenciales para las compañías a la hora de seleccionar el mejor candidato para el puesto. Si se logra obtener el empleo, llegará el momento en el que se deba tratar con un cliente extranjero, por lo que, al tener la capacidad de comunicar ideas y opiniones en su idioma, así como de conocer su cultura, habrá más posibilidades de éxito para ese negocio. No solo ello, pues tampoco es secreto que los viajes internacionales de comercio son muy frecuentes, así que dominar un idioma adicional puede convertirse en una gran oportunidad para el crecimiento profesional.

En resumen, en esta propuesta se han abordado tres principales argumentos que concluyen en una simple pero importante afirmación: el aprendizaje de idiomas es una actividad que aporta numerosos beneficios para el ser humano. Se ha expuesto que es una realidad en el mundo actual. Esto incluye el desarrollo de habilidades y capacidades cerebrales, ventajas sociales que instruyen nuestro intelecto y enriquecen nuestra vida mediante las diversas experiencias que se adquieren, así como la inmensa utilidad que se le puede dar a esta formación en el campo laboral. El aprendizaje de idiomas es una necesidad para la sociedad, evidentemente promueve una mejor comunicación, que nos lleva a un mayor alcance en diferentes ámbitos, pero sobre todo nos ayuda a mantener la mente abierta a todo tipo de posibilidades, para poder descubrir, interactuar y aprender acerca de nuevas culturas, nuevas ideas, nuevos pensamientos, y puede llegar a cambiar nuestra forma de ver la vida, de vivirla y de disfrutarla.

[1] Rosa Jiménez, La memoria y el aprendizaje del inglés en el aula, CAUCE. Revista de Filología y su Didáctica, 1997.

[2] Amy Thompson, How learning a new language improves tolerance,CLEAR News, Diciembre 11 de 2016.

[3] Marisol Jiménez Vega, Importancia del idioma inglés en el ámbito laboral y profesional, Vida Científica Boletín de la Escuela Preparatoria No. 4, 2016.

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