Así se vivió la derrota de Kamala en Nueva York, donde no quieren a Trump (a pesar de ser de allí)

Así se vivió la derrota de Kamala en Nueva York, donde no quieren a Trump (a pesar de ser de allí)

El periodista Freddy Naranjo estuvo en Times Square cuando se hizo irreversible el triunfo del republicano, que consolida su victoria en la Cámara de Representantes

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noviembre 12, 2024
Así se vivió la derrota de Kamala en Nueva York, donde no quieren a Trump (a pesar de ser de allí)

Han pasado cuatro días desde que se conoció el triunfo de Donald Trump como presidente de Estados Unidos pero, en Nueva York, no ha habido celebraciones, ni fiestas ni nada parecido. O, por lo menos, que se hayan visto en sitios públicos, por el contrario, empezaron las protestas y el temor reina ante las deportaciones masivas que prometió el expresidente.

Ese martes, 5 de noviembre, cuando se realizaron las elecciones presidenciales, en el corazón bullicioso de la capital del mundo, Times Square, fue una noche normal. No hubo pancartas alusivas a Kamala Harris ni tampoco a Donald Trump. Poco a poco cuando fue consolidándose la victoria del magnate, solo se vio a un puñado de transeúntes de gorra roja alusiva al republicano, con el slogan: ‘Make America great again’ (‘Hacer grande América otra vez’). Una marcha pro-Palestina por el fin de la guerra en Gaza alborotó por unos minutos el ambiente, pero la calma pronto regresó.

Ahí justo en esa intersección de la Calle Broadway y la avenida séptima, en Manhattan, unos cuantos se aglutinaron en la esquina para seguir las transmisiones en vivo de los canales ABC y CBS, que tienen sus sedes en medio de las pantallas fluorescentes, para seguir de cerca los resultados electorales en tiempo real. El entusiasmo de los pocos turistas de esa noche, posando ante sus cámaras fotográficas, contrastaba con un ambiente tenso y las caras tristes de algunos, seguramente seguidores de la demócrata Kamala (como la llaman la mayoría), que ya veían venir la derrota de su candidata pasada la medianoche. 

Históricamente Nueva York es un bastión demócrata y, efectivamente, en la Gran Manzana Harris arrasó, aunque en algunos condados como Staten Island, el Bronx y Queens, Trump aumentó la votación. La ciudad de Nueva York es la más poblada de todos los Estados Unidos, y por ende, el mayor centro electoral urbano. El último republicano que ganó en el Empire State fue Ronald Reagan en 1984. Medios como el New York Times, New Yorker y el latino Diario La prensa, abiertamente respaldaron a la exfiscal de California.

Eventos que sucedieron a pocos días del cierre de las elecciones, como la fiesta de Halloween con su extenso parade, y la gran maratón, fueron espacios en los que los neoyorquinos ratificaron abrumadoramente su respaldo a la vicepresidenta de padre jamaiquino y madre india.

Trump es de Nueva York pero allí no lo quieren

Pero -Nueva York-, también es la ciudad de origen del presidente electo de Estados Unidos. Trump creció en Queens, desde donde su padre Fredd Trump empezó una próspera carrera inmobiliaria que heredó su hijo y, paradójicamente, es la misma urbe en la que en mayo pasado fue declarado culpable de 34 cargos por falsificación de registros comerciales, en un juicio instruido por un juez colombiano, el bogotano Juan Manuel Merchan.

Aunque ahora vive en Florida, Nueva York es la ciudad del corazón de Trump, por eso la eligió para hacer uno de los mítines de cierre de campaña el 27 de octubre anterior en el emblemático Madison Square Garden, uno de los pocos días en el que las calles del Midtown de Manhattan se vistieron de rojo (el color del partido Republicano), y hubo más ambiente de celebración y fiesta que la propia noche en la que recuperó la Casa Blanca. Empero, también se vio ese dia algunos osados seguidores de Harris en medio de la multitud republicana, sosteniendo pancartas con mensajes como: “Bienvenidos a la manifestacion Nazi”, “Trump debería estar en la cárcel”, “Trump es un monstruo”, y “Delincuente”, entre otras.

El presidente electo perdió tanto en la ciudad como en el Estado que lleva el mismo nombre, Nueva York. En relación con el voto popular en la ciudad, Harris obtuvo 68% frente a un 31% de Trump. Y en todo el Estado, la distancia se redujo: Harris sumó el 56%, mientras que Trump, el 44%. 

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Los esposos Kain viajaron desde el cercano estado de New Jersey, “porque queríamos celebrar a lo grande”. Pero, “la vida da sorpresas", dice acongojado, y está seguro que el retorno del expresidente tendrá efectos: “es difícil tratar de descifrar a Trump, puede empujar todos los límites y el partido Republicano ha sido cómplice de ello. Es increíble que un hombre condenado, que no puede ni votar en la mayoría de Estados, pueda ser el presidente, y él ha hecho todo lo posible para no ir a la cárcel. La democracia tuvo una gran pérdida esta noche. Lo más asombroso es cómo vamos a interactuar ahora en el escenario mundial y el lugar que tendremos; después de 200 años, Estados Unidos no será el mismo”. 

Otro ciudadano norteamericano y demócrata, quien se identifica solo como Evan, no esconde la rabia y frustración ante los resultados que iban apareciendo en las grandes pantallas de Times Square: “esto es un desastre para todos excepto para los ricos. Trump ahora como presidente no se moderará, por el contrario, buscará venganza: Irá tras inmigrantes y minorías como la comunidad LGBTI. Kamala perdió porque EE.UU. es un reflejo del ‘trumposo’: egoísta, estúpido y malvado”.

Pero la tristeza no solo se nota entre estadounidenses nativos, también entre asiáticos, negros y latinos, como la ecuatoriana Nina Asanza, quien cuenta que lleva 30 años viviendo aquí, y trabaja en una empresa que organiza eventos. Para ella, “el principal problema de Kamala fue el corto tiempo que tuvo para hacer campaña y darse a conocer, ella solo era la vicepresidente de Biden y siempre estuvo a la sombra. Trump, además de haber sido presidente, llevaba cuatro años en campaña; a los demócratas, incluido el presidente Biden, le faltó hacer más cosas por los latinos y más control con los inmigrantes en la frontera”. Y suelta una sentencia: “a los indocumentados les puede esperar el infierno; sé que es eso, cuando llegué a Estados Unidos viví un tiempo sin papeles, ahora solo nos queda rezar”.

Los trumpistas no salieron a celebrar el triunfo en Times Square

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Con el paso de las horas, ya en la madrugada del miércoles 6 de noviembre, y cuando era irreversible el triunfo de Trump, fueron apareciendo poco a poco en este sitio turístico, otros personajes con accesorios alusivos al partido Republicano y ovacionando al expresidente.

Uno de ellos es un hombre con una máscara en su rostro, portando una bandera estadounidense y un megáfono. Una puertorriqueña sentada cerca de las famosas escaleras rojas de Times Square, lo mira con curiosidad. Ella es Mary Rivera, manager de un restaurante de la zona y con 25 años en Nueva York, quien cree tener claro lo que pasó esa noche: “Trump ganó por el tema del bolsillo, la economía; vivir en Nueva York cuesta ahora mucho, los arriendos están por las nubes, el costo de vida es altísimo. Él puede ayudar a bajar los precios; prometió quitar y reducir impuestos, y en estos momentos es lo que la gente espera; dijo lo que muchos querían escuchar. La propuesta económica de Kamala no fue tan buena, ademas estoy en contra del aborto y creo que es poco creyente”.

Rivera confiesa con cierto temor que votó por Trump pero dice que nunca habló de sus inclinaciones políticas ni mucho menos se puso algo alusivo al republicano por miedo hacer abucheada en un Estado prioritariamente a favor de Kamala, y donde por la diversidad demográfica y el carácter cosmopolita de la ciudad, hay quizás más apertura en temas como aborto, relaciones entre parejas del mismo sexo, y conviven multiples credos religiosos. 

En este mismo sentido se expresa la colombiana Lina Restrepo, una paisa quien cuenta que trabajaba en Medellín en un banco y que llegó a Nueva York en 2018 con visa de estudiante pero se quedó indocumentada porque luego de la pandemia perdió su puesto como mesera y duró más de un año desempleada.

“En Nueva York la situación está terrible, y veía sin duda que ganaría Trump, la gente quiere recuperar algo de lo que ha perdido, teme al desempleo, muchos negocios cerraron y la economía de la ciudad no ha vuelto hacer la misma desde el Covid-19, por esa esperanza a que mejore la situación es que ganó Trump pese a su locura y 78 años, la gente quiere menos ideología y más seguridad, que al levantarse tenga como pagar las deudas, así de simple”.

De igual forma, otro colombiano, el paisa Andrés Rodríguez, conductor de Uber, creé que en esta oportunidad el partido Demócrata perdió muchos seguidores, quienes precisamente por ser una ciudad con varios simpatizantes de Kamala, prefirieron mantenerse en el ‘closet’,  “muchos que votamos por el partido Republicano preferimos no hablar muy en alto. En 2020 voté por Biden pero pasaron varias cosas no muy buenas que hizo que cambiara mi voto, empezando por la delincuencia en Nueva York generada por los nuevos inmigrantes, y desafortunadamente se menciona a nuestros hermanos venezolanos, pero lo cierto es que hay una alta percepción de inseguridad; además, el papel de Estados Unidos en los conflictos de Ucrania y Gaza no ha sido bien visto, esto afectó a los demócratas, ha sido un rol muy bélico en materia de política internacional; por todo esto, votar por Kamala era apoyar el continuismo y no lo queríamos”.

Con la consolidación de los datos a favor de Trump, periodistas e influencers apostados en Times Square, esperaban alguna concentración de simpatizantes del expresidente para festejar, pero no pasó. “Luego de analizar varios sitios, mi jefe finalmente me envio aqui porque creíamos que este lugar estallaría cuando se conociera quién sería el nuevo presidente, pero creo que no hay ni cien personas”, sostuvo Daniel Fernandez, un periodista suizo de padre peruano -corresponsal de un canal alemán-, “pareciera que no hubiera ocurrido la noticia del año en Estados Unidos y quizás en el mundo: el retorno de Trump al poder”, agregó. 

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La tranquilidad que caracterizó esa noche a Times Square, fue el común denominador en todo el Midtown de Manhattan. En un recorrido por la avenida quinta, famosa por encontrarse allí cerca sitios turísticos como el Rockefeller Center, el Central Park, la Catedral de San Patricio, Bryant Park, y la Torre Trump, rascacielo sede del conglomerado empresarial del presidente electo, la serenidad fue la nota predominante en un espacio usualmente de altos decibeles.

Los entrevistados en esta célebre vía de la gran Manzana, igual remarcaron sobre los temas que predominaron en la jornada: economía, inmigración -inseguridad y aborto. Aunque algunos se pronunciaron con mensajes más radicales en contra del uno y del otro: “Trump va a salvar este país, va a cerrar la frontera”, “Estos comunistas como Kamala querían destruir todo”, “El tiempo de la izquierda paso”, “Soy pro-vida, pro-Israel y cristina, por eso vote por Trump”, “Kamala como vicepresidenta no hizo nada en casi cuatro años”, “Ella quería llevar ideología LGBTI a las escuelas”, “Trump aprovechó el miedo y la inseguridad economica”, “Este es el único país donde eligen a un delincuente convicto”. “El mundo entero debe estar riéndose de nosotros”, “Latinos y, todos los que votaron por él, comerán de su propia medicina”, “Demostró ser misógino, mitómano y racista; prometió ser dictador y sufre trastorno mental y aun así. ganó”.

Tal como sucedió en la campana entre los propios candidatos, sus seguidores aprendieron a disparar ráfagas en todos los sentidos, lo que demuestra la profunda división, polarización y fractura social en que está Estados Unidos, aunque para muchos la principal bronca y exceso de retórica extrema provino de Trump, lo que ha dejado heridas abiertas que tardarán mucho tiempo en cicatrizar.

Caminando por plena avenida Quinta, entre las lujosas y exclusivas vitrinas de marcas famosas que hablan de la parte opulenta y sofisticada de Nueva York, cuando el alba despuntaba, está Emily, una neoyorquina adoptada, que vive en Brooklyn, quien prefiere no dar su apellido ni decir donde trabaja, y se limita a decir que nació en un Estado del Medio Oeste de Estados Unidos. Confiesa que está devastada por la derrota Kamala y que no puedo evitar llorar, “aunque esta vez sabíamos de esa posibilidad por las encuestas y no como en tiempos de Hillary Clinton que el golpe fue durísimo.

Las mujeres perdimos mucho en esta elección, y creo que el tema del aborto no se dio a entender, nadie quiere matar bebés, es un tema de los derechos reproductivos de la mujer. Los republicanos aprovecharon para crear muchas noticias falsas sobre la religión, los gay y la familia, fue una campaña oscura. 

Kamala es inteligente, pero la política es sucia y a ella le faltó astucia y saberse mover más; le pasaron factura las políticas de Biden. No vendió bien su plan económico ni sus proyectos sobre inmigracion, items decisivos en este momento; y le faltó tiempo para hacer conexión con varios grupos clave como los jóvenes, apáticos en cuestiones electorales. Pero tengo la impresión que Kamala no ganó básicamente por ser mujer y… mujer negra”.

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