Hypatia de Alejandría, una Egeria del poder linchada por el fanatismo

Hypatia de Alejandría, una Egeria del poder linchada por el fanatismo

La mujer detrás del trono generalmente había sido una ninfa o una hetaira. Con Hypatia encontramos una filósofa y científica que contribuyó al feminismo

Por: Orlando Solano Bárcenas
diciembre 09, 2021
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Hypatia de Alejandría, una Egeria del poder linchada por el fanatismo

A mi inteligente y bella hija, Ana María 

La mujer detrás del trono generalmente había sido una ninfa (Egeria, con Numa), o una hetaira (Aspasia, con Pericles). Con Hypatia (o Hipatia) encontramos una filósofa y científica que contribuyó al avance del feminismo y la superación del rol de la mujer de solo “consejera”. De ella se puede afirmar que fue realmente la primera mujer consagrada a la ciencia. Hypatia pudo desarrollar su actividad científica en épocas de casi esclavitud de la mujer romana o de confinamiento en la casa del marido. Hoy la posteridad la recuerda con agradecimiento. Aspecto importante en su vida es el rol de consejera en asuntos políticos —rol de “Egeria del poder”—, tal vez la causa principal de su asesinato. ¿Rol a superar por la mujer contemporánea, también merecedora de la función de gobernante real a la par del hombre? Sí, definitivamente.  

Vida de Hypatia de Alejandría 

Nació en Alejandría hacia el año 355 d. C. Hija del filósofo y matemático Teón de Alejandría, quien siempre se preocupó por darle la mejor y más avanzada educación en lo intelectual y en lo corporal (gimnasia, remo y equitación). De belleza legendaria y culta (filósofa, astrónoma, matemática, inventora, pedagoga, músico, viajera, oradora, consejera). Célibe por decisión de vida, prefiriendo estar en el Museo fundado por Tolomeo, sucesor de Alejandro Magno y fundador de la ciudad de Alejandría. Lo dirigiría a la muerte de su padre. 

Hypatia, un espíritu universal del siglo IV 

Una mente libre en un siglo IV lleno de conflictos religiosos, filosóficos, políticos y sociales. Dividido entre el geocentrismo y el heliocentrismo, con inclinación tal vez hacia este último y en oposición tanto frente a Aristóteles como a la Biblia. En el fondo de tanta conflictividad, el paso —no pacífico— del razonamiento clásico al oscurantismo medieval. Hypatia abraza la razón. La intolerancia religiosa se ensaña contra ella. De Sócrates Escolástico: “Hypatia sobrepasó en mucho a todos los filósofos de su propio tiempo”. 

Como a la ninfa Egeria y a Aspasia, a Hypatia le agregaron muchas leyendas 

Una falsa, su matrimonio con el filósofo Isidoro. Otra, su supuesto culto a los dioses paganos. Que hechicera. Que practicante de la magia negra. Que desvergonzada. Que intrigante en política. Todo falso, Hypatia siempre adoptó posturas racionales hasta frente a los propios dioses y héroes olímpicos. No participó en las continuas disputas entre paganos y cristianos, tan frecuentes en Alejandría. Lectora insaciable. Puro raciocinio. Vida ascética, pese a los requiebros de alumnos y hombres del poder. Dijo Damascio que Hypatia, “además de conseguir el grado más alto de la virtud práctica en el arte de enseñar, era justa y sabia, y se mantuvo toda la vida virgen”. Para neutralizar su prestigio, el cristianismo le opuso la figura no histórica de Santa Catalina de Alejandría (290-305 d. C.), una ficción de Justiniano I y de clérigos preocupados.  

Mujeres destacadas en el saber fueron asimiladas o comparadas con Hypatia 

El historiador bizantino Nicéforo Grégoras describió a la culta y virtuosa emperatriz Eudoxia Makrembolitissa (1021-1096), esposa de Constantino X Ducas y Romano IV Diógenes, como “segunda Hipatia”. A finales del Imperio Bizantino, a las mujeres que sobresalían en la filosofía, la ciencia y la erudición les llamaban así, “Hypatia”. 

Formación filosófica de Hypatia  

Alumna y seguidora de Plotino, de él aprendió el amor por los estudios lógicos, las ciencias exactas y la vocación por la docencia, campo en el cual abrió escuela para los miembros e hijos de la aristocracia cristiana y pagana, familias de o con poder en las diferentes administraciones de Egipto. Por ejemplo, alumnos aventajados como el obispo Sinesio de Cirene, Hesiquio de Alejandría y Orestes, el prefecto de Egipto en el momento de su muerte. Esta cercanía con hombres del poder en calidad de consejera, de Egeria, le trajo el desfavor de cierto clero ansioso de sojuzgar el poder civil al eclesiástico. 

Hypatia y Plotino (205-270

Griego nacido en Alejandría, es el fundador del neoplatonismo. Alumno de Amonio Saccas, quien había intentado armonizar Aristóteles y Platón. Idealista platónico y cultor del pitagorismo, Plotino mezcla cristianismo con ideas filosóficas griegas y orientales: el universo es el resultado de una serie de emanaciones de una realidad última, eterna e inmaterial, el Uno. De este surge el Nous, y de este emana el Alma. Como Platón, Plotino cree que el cuerpo es la "prisión" del alma y su propósito es retornar al Uno por medio de una vida virtuosa y de sabiduría. Misticismo visionario. Maestro de los emperadores Galieno y Juliano el Apóstata.  

Postulados progresistas y científicos de la escuela pitagórica 

Hypatia tomó del pitagorismo —comunidad que apoyaba la igualdad de género— muchos elementos de su formación filosófica. Por ejemplo, la capacidad de todas las personas de llegar a conocer el mundo perfecto, por tener todas un alma igual. Expertos en matemáticas y cosmología, contribuyeron en el avance científico. Anuncian la teoría heliocéntrica. Se cree que Hypatia fue alumna de Hierocles de Alejandría, como ella masacrado, y del filósofo Isidoro. El neoplatonismo fue enseñado a partir del 400 en la Academia de Atenas por Plutarco de Atenas y luego por Proclo. En el 529 d. C. Justiniano I la clausuraría sin contemplaciones por motivos religiosos y políticos. 

La intolerancia del cristianismo en ascenso persiguió con encono a Hypatia  

Hypatia no discriminaba en su escuela por asuntos o posiciones religiosas. En ella reinaba la tolerancia, posición incomprendida por una iglesia alejandrina y un Estado confesional. De allí la acusación de un supuesto paganismo. El amor de Hypatia por la cultura y filosofía griega fue confundida con la variante religiosa “porfiriana” del neoplatonismo, que dicho sea de paso no aceptaba las prácticas mágicas de Jámblico (250-330 d. C.) ni los antiguos cultos helenos. En esto los cristianos y Justiniano se equivocaron de enemigo. Hypatia no era ni maga ni hechicera. Era pensante. 

Justiniano I, el Grande (527- 565 d. C.) inicia la persecución a los neoplatónicos 

Emperador autócrata del Imperio romano de Oriente-Bizancio (527) hasta su muerte, fue un defensor a ultranza de la religión cristiana en la versión de cristianismo calcedonio. Al lado de Teodora, otra Egeria del poder. Proyecto: la "restauración del imperio". A cualquier precio: fuerza y 30.000 muertos. La ley y la espada. Más la cruz: un poder imperial sustentado por la gracia divina. El representante de Dios sobre la tierra. Unidad del Imperio y unidad de la fe cristiana ortodoxa, más el Credo de Nicea. Se persigue al “hereje” por una Iglesia complacida y llena de privilegios materiales. La legislación imperial decreta la destrucción total del paganismo. Al límite del totalitarismo. 

 La persecución de los neoplatónicos alcanza a los no cristianos y a Hypatia 

La Academia de Atenas, fundada por Platón, en funciones desde 362 a. C. es puesta bajo control estatal por orden de Justiniano. El paganismo es activamente reprimido en Asia Menor y convertidos a la fuerza 70.000 paganos. En Libia se suprime el culto de Amón y el de los nabateos, en Egipto el de Isis. Los judíos son perseguidos y sus sinagogas destruidas o transformadas en iglesias, las biblias son quemadas y el idioma hebreo prohibido. Castigos corporales, exilio y expropiaciones a la orden del día. Samaritanos y maniqueos, asesinados o al exilio. La Academia de Platón en Atenas o la famosa escuela de leyes de Beirut pierden su importancia durante el reinado de Justiniano.  

Hypatia y Porfirio (Tiro 232-Roma 304 d. C.) 

Filósofo neoplatónico seguidor de Pitágoras y alumno de Plotino. Profesor de Jámblico. Ascético y vegetariano. Crea el Árbol de Porfirio. Inicia el Nominalismo en filosofía. Proyecto de vida: impedir que las gentes cultas se conviertan al cristianismo, en su opinión religión ilógica, innoble, contradictoria y fraudulenta. Los emperadores cristianos lo persiguen y condenan a la hoguera. Sus libros son quemados. La salvación se logra por las buenas obras. La oración y los sacrificios resultan inútiles si no se vive rectamente. Apoya la religión popular tradicional. Cultiva los mitos paganos, representación alegórica de la verdad filosófica. Recordando a Egeria, la ninfa de las grutas, Porfirio escribe la obra titulada “De la caverna de las Ninfas”. 

Hypatia fue puesta bajo sospecha por su formación científica y filosófica 

Fanáticos de la iglesia de Alejandría en trance de imponerle a como diese lugar la nueva religión al mundo grecolatino, veían con desconfianza no solo a Hypatia sino también al resto de los no-cristianos. Hypatia es al parecer perseguida y presionada para que se convierta al cristianismo, a lo que se niega prefiriendo mantener su independencia filosófica y científica. 

La formación filosófica de Hypatia dentro de la escuela del neoplatonismo 

Damascio, un filósofo pagano, dice de Hypatia que “de naturaleza más noble que su padre, [y] no se conformó con el saber que viene de las ciencias matemáticas, en las que había sido introducida por él, sino que se dedicó a las otras ciencias filosóficas con mucha entrega”. Es la doctrina filosófica neoplatónica de Amonio Saccas, Plotino y Porfirio que reina en la Alejandría helenística del siglo III en medio de una caldera de religiones y sectas en agrias disputas. Hypatia, su Escuela y alumnos quedan en medio del fuego político-religioso. 

Las tesis del neoplatonismo abrazado por Hypatia   

Son los postulados de la filosofía de Platón y de la Academia de Atenas de la creencia en un orden racional del mundo o “conocimiento universal”, de acuerdo con una experiencia mística pitagórica de contemplación y descubrimiento del cosmos. Bajo este postulado: “razón-no/razón-fe”. Un universo ordenado por leyes cognoscibles. Una naturaleza concebida como fundamentada en los números, eso símbolos que le dan la “armonía”, el principio divino que gobierna la gran estructura del mundo como una totalidad. Los números reflejan los “fenómenos” y las matemáticas son las que encarnan la perfección del “todo” hasta en los asuntos de moral. Platón -el pensamiento-, se impone a Aristóteles -la observación-. En Hypatia la dupla pensamiento-observación, deducción-inducción no resulta ignorada porque ella hace ciencia teórica y aplicada.  

El legado científico de Hypatia es notable aun para hoy en día  

Con el incendio del hogar de Hypatia se perdieron sus escritos, inventos y aparatos de medición. También los de Teón. Se pierden estudios de geometría de Apolonio, la aritmética de Diofanto, la revisión de los Elementos de la Geometría de Euclides, la astronomía de Apolonio de Pérgamo, el Canon de Astronomía, la revisión de las Tablas Astronómicas de Claudio Tolomeo y las cartografías de diversos cuerpos celestes que quedaron plasmados en un planisferio. Se pierden estudios de mecánica, instrumentos de medición, un astrolabio plano inventado por Hypatia para la medición de la posición de las estrellas, los planetas y el Sol; un aparato para la destilación del agua; un hidroscopio para medir la presencia y el nivel del agua; un hidrómetro para determinar el peso específico de los líquidos; un aerómetro para medir las propiedades físicas del aire y otros gases. Se cree que Copérnico tuvo en cuenta algunos estudios de Hypatia para la construcción de la teoría del heliocentrismo. 

¿Una trágica predicción de Teón?  

Un día Teón le dijo Hypatia algo que podría ayudar a comprender su posición y actitud de librepensadora: “Las religiones dogmáticas formales son falaces y nunca deben ser aceptadas por en sí mismas por las personas como el final. Reserva tu derecho a pensar, porque incluso pensar equivocadamente es mejor que no pensar en absoluto”. A ese derecho, Hypatia nunca renunció. Cirilo se lo conculcó. Se aproximaba el linchamiento de Hypatia. 

Cirilo, el jerarca de Alejandría, le tomó “ojeriza” religiosa a Hypatia 

Cirilo, un fanático llamado con burla y temor el “nuevo Teófilo”, por circunstancias personales que algún psiquiatra debiera estudiar, puso en la mira de su odio a Hypatia para más tarde acusarla, sin fundamento probatorio alguno, de conspirar contra él y la iglesia. Como resultado de esta inquina, hordas de fanáticos propinaron a Hypatia una de las muertes más crueles que registra la historia de la infamia: fue asaltada en su carruaje, golpeada, desnudada, arrastrada por las empedradas calles de Alejandría, descuartizada con conchas de ostras y el cuerpo exhibido en señal de venganza. Finalmente fue quemado. De milagro Hypatia se salvó del “desollamiento”, una práctica cruel de la época, tal vez porque su piel -ya lacerada- no “servía” para tal efecto.  

Las concepciones políticas de Hypatia de Alejandría 

Siguiendo el análisis de las “egerías del poder” iniciado con la ninfa Egeria y su influencia sobre el rey Numa Pompilio (Ver: https://www.las2orillas.co/las-egerias-del-poder/) y de Aspasia sobre Pericles (Ver: https://www.las2orillas.co/aspasia-la-impulsora-del-feminismo-que-pocos-conocen/) nos centraremos ahora en la influencia que pudo tener Hypatia de Alejandría sobre alguno o algunos hombres con poder de su entorno. Es necesario decir que Hypatia fue admirada y atacada, como Egeria y Aspasia. Su inteligencia y capacidad en muchos campos del saber, incluido el de la política, molestaba a sus malquerientes. Cabe aclarar que Hypatia no persiguió al cristianismo. Una carta en este sentido resultó apócrifa. Los adversarios de Hypatia fueron poderosos y sus motivaciones -supuestamente “religiosas”- no ocultan lo que hubo en ellas de “político”. De este orden fueron los móviles de su asesinato. Las sospechas recayeron sobre Cirilo. 

 A la ojeriza religiosa de Cirilo contra Hypatia, habría que añadir la inquina política  

Hypatia fue asesinada por linchamiento cuando tenía entre 45 o 60 años, según la datación de su biografía. El azuzamiento en su contra fue motivado por la autoridad eclesiástica so pretexto de la dura contradicción ideológico-religiosa que mantenía con las religiones no-cristianas del momento, algunas todavía militando en el “paganismo”. A lo religioso, sumaron lo político. A las luchas intestinas del cristianismo o entre Constantinopla y Alejandría, se adicionaron las luchas políticas que se estaban dando entre el patriarcado alejandrino y el poder imperial. Cirilo con la mitra y Orestes con el bastón de mando prefectoral. Cirilo, ávido de poder religioso y secular. Orestes, defensor del poder temporal. Una controversia a la manera de Gelasio. La fe sin matices de Cirilo contra Orestes, uno de los más brillantes discípulos de Hypatia, y ella en medio de esa lucha como lo expusiera el historiador Sócrates Escolástico. 

Patriarca y Doctor de la Iglesia, Cirilo es también inquisidor  

Cirilo había sucedido a su tío Teófilo I de Antioquía -otro represor de las doctrinas no cristianas-, pese a haber sido criado en el helenismo. Desde un principio la elección de Cirilo cayó mal. Malgeniado, autocrático y feroz, Cirilo asustaba. Judíos, novacianos, mesalianos u orantes, herejes y paganos y algunas confesiones cristianas le temían. Sinagogas, bienes y textos sagrados de los judíos fueron saqueados y expoliados por hordas de fanáticos. Los judíos fueron desterrados de Alejandría, se cree que unos cien mil. Hasta las autoridades imperiales le tenían fastidio. Constantinopla lo detestaba. Encarcelado en alguna ocasión dijo: “Nosotros, por la fe de Cristo estamos dispuestos a padecerlo todo: Las cadenas, la cárcel, todas las incomodidades de la vida y la misma muerte”.  

Orestes denuncia a Cirilo ante el emperador Teodosio II, sin resultado alguno 

Las quejas del prefecto Orestes logran solo una respuesta tibia. Inmediatamente una horda de 500 monjes del desierto de Nitria parte hacia Alejandría para proteger al Patriarca, ante su inminente deposición. Hacia 414 Orestes es asaltado en su carro. Decenas de monjes se abalanzan sobre él. Uno de ellos, Amonio, lo hiere en la cabeza y es apresado, torturado y ejecutado. Cirilo, no obstante, rinde honores de mártir al atacante. 

El linchamiento de Hypatia 

En 415 o 416 una turba de cristianos fanáticos asesina a la filósofa Hypatia, maestra del prefecto Orestes. Se ha acusado a Cirilo de ser el principal responsable de esta muerte. Sócrates Escolástico indica que la muerte fue causa de oprobio para Cirilo y la iglesia de Alejandría, quedando así sugerida la implicación del patriarca y su entorno en los hechos. Damascio, filósofo pagano del siglo VI que sufrió la persecución del emperador Justiniano I, es más formal en la acusación contra Cirilo, como así lo recogió la enciclopedia bizantina Suda.  

El obispo copto del siglo VII Juan de Nikiû confirma los hechos y justifica la muerte de Hipatia 

Juan la presenta como una “bruja peligrosa”. Nada justificaba tal acusación. El astuto Cirilo, distrae su participación echándole la culpa al “carácter levantisco” de los alejandrinos. En 422 otra turba asesinará a Calisto, el sucesor de Orestes en la prefectura imperial. Cirilo persigue también a Nestorio, logra deponerlo y enviarlo al destierro. Cirilo se distingue en el Concilio de Éfeso (431), mas no siempre con juego limpio: no espera que lleguen los obispos antioquenos y paga sobornos. En el Concilio de Nicea se opone a la filosofía y la concepción griega del mundo por no estar contenidas en la Biblia. Persigue a los arrianos y sume a Alejandría en un clima de violencia religiosa y les hace creer a sus seguidores que Hypatia es la malévola causante de su discordia con Orestes.  

El asesinato de Hipatia se puede decir que tuvo mayores componentes políticos  

El detonante son los intereses políticos de Cirilo. Orestes es el poder civil y Cirilo quiere arrebatárselo. Pero como Hypatia es su fiel consejera, Cirilo desea sacarla del camino. Voltaire y Toland vieron más que un conflicto político, uno de carácter religioso: la lucha entre paganismo y cristianismo. Empero, el componente político está ahí y Cirilo lo sabe. Los asesinos no son castigados pese a que Orestes había informado a Roma para que se iniciara una investigación. Se salieron con la suya: fueron asesinos de la razón, la tolerancia y el conocimiento científico. El catolicismo teodosiano es la nueva religión del Estado romano. Atrás han quedado los filósofos griegos. Y la naciente ciencia. 

El de Hypatia, un crimen de odio  

Así lo habría definido y sancionado la actual CPI. Por su lado, la UNESCO habría censurado como crimen del patrimonio de lesa humanidad la quema de la Biblioteca de Alejandría, desaparecida entre el siglo III o el IV. También la Biblioteca del Serapeo, ocupada y expoliada por los cristianos en 391 d. C. La escuela neoplatónica alejandrina sería poco a poco cristianizada hasta su terminación en el siglo VII. Cirilo, Pedro el Lector y sus hordas de fanáticos habían triunfado y la oscura noche de la Edad Media comenzaba a extender sus sombras. Filostorgio, el historiador arriano coetáneo a los hechos no pudo lavar la culpa de Cirilo echándole la culpa a los homousianos, fieles al credo de Nicea.  

De orden “político”, es entonces el verdadero motivo del asesinato de Hypatia 

Historiadores contemporáneos de gran rigor científico atribuyen el asesinato de Hipatia no tanto a los motivos religiosos, sino que en el fondo fue una muerte provocada por asuntos políticos: Cirilo quería ganar la pugna contra Orestes para así poder influir más en el poder local alejandrino. Diferente fue el motivo del asesinato de Hierocles de Alejandría -neoplatónico como Hypatia-, también flagelado con crueldad por haber argumentado en contra del fatalismo astrológico y contra las prácticas mágicas en cuanto intento de algunos cristianos de superar el orden de la divina providencia. 

Los adversarios de Hypatia fueron poderosos y enconados 

Damascio, filósofo pagano y el último escolarca de la Academia de Atenas, perseguido por Justiniano I en 529 y prácticamente contemporáneo de Hipatia, culpó directamente a los cristianos de la muerte de Hypatia. Fue el primero en achacar expresamente el crimen al patriarca Cirilo atribuyéndolo a los celos que sentía por la influencia de Hipatia sobre la clase dirigente urbana. Basado en un fragmento de Sócrates Escolástico, afirma que fueron los celos del patriarca los que impulsaron a un cristianismo “en cruzada” a mezclar consideraciones políticas y pseudorreligiosas contra Hypatia. No soportó Cirilo la influencia de Hypatia sobre Orestes, el Prefecto de Alejandría. 

 Hypatia, odiada por Cirilo y también por Juan de Nikiû  

Obispo copto fundamentalista, Juan de Nikiû se atrevió a decir que la culpable de su asesinato era la propia Hypatia por ser una “bruja peligrosa”, responsable del conflicto entre cristianos y judíos, entre Orestes y Cirilo y sobre toda la ciudad de Alejandría. Para justificar el linchamiento ordenado por el patriarca dijo que había sido una respuesta justa a las provocaciones de la filósofa. Juan había castigado con tanto rigor a un monje por una supuesta falta, que el hombre murió diez días después, lo que llevó al patriarca Simeón a retirarlo del cargo de obispo. 

Hypatia, odiada por Cirilo y ahora por Juan Malalas (491-578 d. C.)  

Historiador, escritor y cronista bizantino nacido en Antioquía, Juan Malalas era de convicción monofisita. Llegó a Constantinopla a principios del reinado de Justiniano de quien fue un propagandista oficial en tanto que firme defensor del Estado y la Iglesia. Un monarquista confeso. Se registra que Juan Malalas afirmó que sí hubo la inducción de Cirilo en el asesinato de Hypatia, pero culpando también a la propia naturaleza levantisca de los habitantes de Alejandría, violentos y “acostumbrados a toda licencia”. Tratando de salvar al líder, se va por la masa. A la manera de Gustavo Le Bon o de Ortega y Gasset. 

Hypatia, odiada por Cirilo y por Juan de Éfeso (507-586) 

Historiador de la Iglesia, escritor, sacerdote y obispo líder de la Iglesia ortodoxa oriental de habla siríaca, Juan de Éfeso afirmó en el 419 d.C. que había sido responsable del asesinato de Hypatia una horda de bárbaros “inspirada por Satán”, por el propio Cirilo, por el carácter levantisco y pendenciero de los alejandrinos, y hasta por el ayuno de Cuaresma. Tesis que ha sido relacionada con el asesinato en el 422 de Calisto, el sucesor de Orestes como prefecto imperial. Muerto también en un nuevo tumulto. Efrén de Amida, el patriarca de Antioquía y Abraham, el obispo de Amida, iniciarían seguidamente una violenta persecución contra los monofisitas y el zoroastrismo persa. Sus templos fueron destruidos. En 546 persigue y tortura a los idólatras de Constantinopla. 

 El juicio de responsabilidad hecho a Cirilo por el asesinato de Hypatia 

La enciclopedia Suda, del siglo XI, se alinea con Damascio para atribuir la responsabilidad del crimen de Hypatia a la envidia que sentía Cirilo por la popularidad de la inteligente y bella filósofa. Agregó el lugar común del carácter levantisco de los alejandrinos. Empero, relaciona este asesinato con otros dos igualmente crueles: el de dos obispos impuestos a los alejandrinos por la corte imperial de Constantinopla; se trata del arriano Jorge de Capadocia (m. 361) y del calcedoniano Proterio (m. 457). El primero fue atado a un camello, despedazado y sus restos quemados; y el segundo arrastrado por las calles y arrojado al fuego, asesinatos muy similares al de la propia Hipatia. 

El ingreso de Hypatia a la política, fue lo que desató el odio de Cirilo 

 La muerte de Sinesio en 413 alentó a Hypatia a entrar en política, tal vez para hacerle oposición a las políticas de persecución religiosa y política de Cirilo contra la Escuela de su padre. Llegó el asesinato. Los historiadores creen ver como detonante del crimen cinco móviles del patriarca: La intolerancia del obispo hacia el paganismo y el neoplatonismo, que tanto habían influido en el arrianismo; La amistad e influencia de la filósofa sobre el prefecto imperial Orestes y las clases altas de Alejandría; Los deseos de vengar la muerte del monje Amonio, ordenada por Orestes, según él quizá aconsejado por su exmaestra; La hostilidad de Hipatia hacia Teófilo y su sobrino Cirilo por la destrucción del Serapeo y el saqueo de su biblioteca en 391, que posiblemente la llevara a azuzar el enfrentamiento entre el prefecto imperial y el patriarca; y finalmente, El deseo de lanzar una seria advertencia a Orestes, mediante la muerte de alguien tan cercano como Hipatia. 

Los móviles del asesinato de Hypatia han sido acogidos y rechazados 

Los refutan algunos historiadores afirmando que Cirilo era tan avezado en política que es improbable que ordenara el crimen de manera directa, insinuando el celo de los partidarios. Historiadores de otra opinión creen ver como imposible que Cirilo no estuviese al tanto de los planes de sus seguidores y como muy improbable que no hubiese podido atajarlos. Un hecho es cierto, Cirilo estaba consciente de que golpear a Hypatia era golpear a Orestes, su principal opositor político y de quien la filósofa era consejera. En todo caso, Cirilo carga todavía el peso y el baldón histórico de la muerte de Hypatia, como lo afirmaron desde un comienzo los defensores de la filósofa. 

Damascio de Sirene (458-533 d.C.), un defensor de Hypatia 

Así como tuvo enemigos despiadados, Hypatia también tuvo defensores. El principal fue Damascio de Sirene, de familia poderosa, filósofo neoplatónico, alumno de Teón, no practicante del paganismo -como Hypatia-, perseguido por el imperio, y acusador de Cirilo de ser el instigador del asesinato de su maestra. Los “cirilianos” afirmaron que Damascio no quería a Cirilo y tenía interés de presentar a Hypatia como una mártir del helenismo y víctima de los malvados cristianos. Agregan que los neoplatónicos también habían querido convertir a Juliano el Apóstata en un mártir satanizado por los cristianos. A lo que respondían los seguidores de Hypatia y Damascio, que Cirilo había ordenado o estimulado el asesinato de Hypatia para dar rienda suelta a la lucha contra el paganismo. 

Sinesio de Cirene (370 -413 d. C.), otro defensor de Hypatia 

Griego y filósofo neoplatónico, Sinesio fue gran escritor, obispo miembro de familia rica y aristocrática. Alumno de Hipatia en astronomía, matemáticas y neoplatonismo. Amigo de Teófilo. Obispo de Ptolemaida, cargo que aceptó con renuencia. Estudioso de Aristóteles, Homero y Platón. Iniciado en ciencias por Teodoro y Eratóstenes. Criticó el abuso de poder por Arcadio. Casado con una cristiana. Inventor de máquinas de guerra. De ideas más platónicas, herméticas y gnósticas que cristianas. El alma se encuentra atrapada en la materia y desea regresar a la patria celeste. Desarrolló la tesis del ideal platónico del rey-filósofo. Antidogmático. Admirador total de Hypatia su “madre, hermana y maestra, benefactora mía en todo, y todo lo que para mí tiene valor en dichos y hechos”.  

Orestes, un prefecto imperial aconsejado por Hypatia   

Orestes fue nombrado prefecto imperial de Alejandría hacia el 412. Cirilo ya estaba en el Patriarcado de Alejandría. Se enfrentan: Cirilo quiere también el poder civil. En 415 Orestes sufre un atentado por parte de una turba de monjes, quedando herido. Amonio, el líder de los atacantes, es ejecutado. Cirilo lo convierte en mártir. Teodosio condena el atentado. Cirilo se resiente y pasa al ataque contra Hypatia y sus influyentes alumnos, fuertes en política. Es linchada en 415. Un asesinato político. Orestes pierde a su maestra y amiga, también su principal consejera. Es llevado a renunciar a su enfrentamiento con Cirilo y debe abandonar Alejandría.  

Ciro de Panópolis (400-470), uno de los alumnos de Hypatia 

Fue alto funcionario del Imperio Romano de Oriente. Político, filósofo, escritor y poeta épico, senador romano y cónsul romano, prefecto de Oriente (439-441). Obispo. Vivió en Constantinopla durante el reinado de Teodosio II. Cónsul en el año 441. Protegido de la emperatriz Elia Eudoxia. En 426 es nombrado prefecto urbano de Constantinopla. Se convierte en el segundo hombre más poderoso del Imperio, después de Teodosio II. Acusado de una supuesta simpatía por el paganismo, se exilia en Frigia y se ordena sacerdote. En 443 es nombrado obispo de Cotieo, donde sus habitantes habían asesinado a cuatro de los anteriores obispos. Siendo alumno de la escuela de Hypatia divulgaba las cartas de su maestra. 

Hesiquio de Alejandría, otro aventajado alumno de Hypatia     

Gramático alejandrino del siglo V de gran valor. A lo mejor de origen judío. Es llamado el Hebreo. Compila el mejor diccionario de palabras griegas inusuales y obscuras que se ha conservado, de quince mil entradas. Es tenido como uno de los mejores alumnos de la Escuela de Hypatia. 

La Escuela de Hypatia un semillero de grandes pensadores  

Con alumnos de la alta clase social, económica, del saber y la política de la época. Llegados de diferentes regiones, lo que le daba a Hypatia una influencia internacional. Destacan Euoptio, el hermano menor de Sinesio; Alejandro, tío de Sinesio; Herculiano, de la Corte Imperial, considerado por Sinesio “el mejor de los hombres” y futuro prefecto urbano de Constantinopla al lado de Teodosio; Olimpio, un rico terrateniente de Seleucia Pieria amigo de Sinesio; Isión, también íntimo de Sinesio; Hesiquio de Alejandría, gramático y gobernador de Libia Superior, y su hermano Eutropio; el sofista Atanasio; Gayo, un pariente de Sinesio; el gramático Teodosio; el sacerdote Teotecno; Pedro y Siro; además del futuro prefecto imperial de Egipto, Orestes. Un grupo muy unido de aristócratas paganos y cristianos, algunos de los cuales desempeñarían altos cargos. Todos admiradores de Hypatia y atentos a sus consejos. Como la Escuela trabajaba bajo secreto en sus contenidos, las élites religiosas y sus masas de fanáticos vivían indispuestas. 

La influencia política de Hypatia fue notable en los asuntos municipales 

Escuchada, seguida y respetada por la alta aristocracia de Alejandría y ya con fama internacional de filósofa, científica y oradora Hypatia tiene gran influencia en los asuntos de la administración local. Pluralista en sus posiciones, es escuchada sin distingos. Defensora de la convivencia pacífica entre las culturas y las religiones. Practicante del método de enseñanza mediante el diálogo, que permite discutir libremente entre alumnos y profesores de filosofía, matemáticas, astronomía, ética y religión. Un alumno se destaca, Orestes, que siendo cristiano defiende la convivencia pacífica entre todas las culturas y religiones. Sin prejuicios culturales, religiosos o étnicos. Será hombre con mucho poder y ella su consejera, su Egeria. O su Aspasia. En todo caso, su consejera. 

Hypatia gozó del respeto, admiración y devoción de sus alumnos 

Vista como la legítima sucesora de Platón, como una mujer elegida por Dios para llevar a cabo la misión de descubrir a sus ciudadanos los misterios de la filosofía, Hypatia es percibida como una especie de santa laica, por su condición de célibe y virgen de moral estricta en lo individual y en el ejercicio de transmitir el conocimiento. Hypatia parecía alcanzar la "sofrosine" de la ética griega bajo la forma de la moderación, la discreción, la sobriedad y el autocontrol. En síntesis, la virtud de privilegiar el mundo inmaterial y espiritual sobre lo material y lo mundano. Sin embargo, es asesinada. 

Consecuencias del asesinato de Hypatia 

La muerte de Hipatia sacudió el mundo conocido. Orestes informó de los hechos y pidió a Constantinopla que interviniera. Según la Suda, el emperador Teodosio II quiso en principio castigar a Cirilo, pero solo se limitó a retirarle los 500 monjes parabolanos que le servían de guardia. Se cree que fue ella la horda asesina. Pulqueria, la influyente hermana de Teodosio logró que no castigaran el crimen porque se podía llegar a Cirilo. Estupor. Indignación. Vergüenza. Mientras tanto, Nestorio comienza a imponerse sobre Cirilo ante la Corte Imperial. Es elegido Patriarca de Constantinopla en 428. Cirilo se apresta a atacarlo y terminaría siendo declarado santo y Doctor de la Iglesia. El martirio de Hypatia calmó el odio sectario en Alejandría y los filósofos paganos pudieron seguir activos hasta el siglo VII. 

Hypatia no fue enemiga del cristianismo, afirman algunos autores recientemente  

La filósofa no atacó el cristianismo. Los que dijeron lo contrario mintieron. Hypatia quedó envuelta en tiempos turbulentos de ideologías enfrentadas y ella era ante todo una científica. No era el ambiente de una Alejandría tomada por un cristianismo en revancha. Cirilo se equivocó con ella. También el mundo monástico. Consumado el crimen, salió a relucir la verdad: Hypatia no era bruja, no practicaba la magia negra sobre Orestes, ni sobre los cristianos y menos sobre toda Alejandría o el Imperio. Lo que había en el fondo era una lucha por el poder. Un enfrentamiento de las Dos Espadas, la Eclesiástica queriendo dominar a la Temporal. Olvidando lo dicho por Jesús: “Dad al César lo que es del…”. Cirilo no entendía o no quería entender, lo cegaba la Hybris del poder, esa Desmesura que pierde a los humanos y a veces hasta los propios dioses. En realidad, ¿deseaba Cirilo a Hypatia? O ¿le tenía celos de otra índole?  

Con Hypatia comienzan a darse los peligrosos sueños de la razón 

El efecto del asesinato de Hypatia fue adverso entre la intelectualidad librepensadora del naciente siglo XVIII, hubo lluvia de panfletos contra el catolicismo y el inmerecido “san” Cirilo. Como bumerán el mito de Hypatia comenzó a tomar fuerza en el ataque a los excesos de una Iglesia que había quemado biblioteca, seres humanos y templos o construido nuevos sobre ellos. Lo religioso fue situado en un plano de fanatismo, que no le favorecía. La Ilustración salió en defensa de Hypatia. El crimen dio motivos para ver a la Iglesia situada al lado del oscurantismo. Se la sindicaba de haber llevado el mundo a la Edad Media y de haber apagado ese faro de cultura que era Alejandría. El movimiento del Romanticismo haría suyo el drama de Hypatia-Orestes. El arte pictórico se solazaría retratando la belleza de una Hypatia-Afrodita. El Positivismo vería en el asesinato de Hypatia y la quema de sus obras un golpe mortal al avance de las ciencias. Religiones menos dogmáticas dirían que Hypatia no hacía ateos sino hombres de pensamiento científico. 

 El feminismo vio en el linchamiento de Hypatia el linchamiento de la Mujer pensante. Hypatia pasó a ser figura de mártir de la misoginia. El Premio Europeo de Ciencia “Hypatia”, trata de reconocer el papel de la mujer en la ciencia. En los espacios siderales gravita “Hypatia” como asteroide-238 y en el Mar de la Tranquilidad como riachuelo y como cráter lunar, solo que quisieron los astrónomos ponerlo al lado de los cráteres de Cirilo y Teófilo. Manes del destino, hasta en los espacios siderales Hypatia ha quedado cerca de esta pareja que poco la quiso. 

Hypatia fue griega de cultura, egipcia por su nacimiento y romana por la época y siempre una mujer universal. Un asesinato fundamentalmente político terminó siendo un atentado misógino y antipagano. Hypatia tuvo poder local e internacional en las dimensiones y áreas conocidas. Sin embargo, solo de poder detrás del trono, de consejera. Rol que el mundo actual debe reemplazar por el de gobernante. Sí. Reemplazarlo por el de la mujer “en” el trono, en el solio o como quiera que se llame el mueble donde se sienta el poder. Es lo justo. También lo necesario.

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