Saldo de 10 civiles y un policía del ESMAD heridos, un bus incinerado, 13 personas detenidas, el transporte internacional hacia Venezuela, Santa Marta y Valledupar semiparalizado y el comercio funcionando a medias es el saldo que se tiene durante las primeras 24 horas del paro cívico departamental en La Guajira, al norte de Colombia, producto de 17 bloqueos que se desarrollaron en las principales vías de este departamento de mayoría indígena y pobre ubicado al norte del país suramericano.
José Lozano estudiante universitario dijo que “los voceros de la protesta lograron un mínimo acuerdo de desbloquear las vías a cambio de la libertad de los compañeros detenidos durante la misma, pero que sin embargo el paro continúa mientras se espera que en horas de la tarde de este martes se pueda dar una reunión entre los dirigentes de la movilización y el gobierno nacional ”.
Felipe Rodríguez coordinador del comité organizador expresó “que desde Bogotá el gobierno, hasta el momento solo se ha dedicado a rechazar y condenar la manifestación que comenzó de manera pacífica pero que por culpa del ESMAD se tornó violenta, ya que llegó a maltratar y herir a los manifestantes y desalojarlos por la fuerza, queremos que la comunidad internacional sepa cómo nos responde el gobierno cuando tenemos sed y hambre!”.
Luis Gómez Pimienta dirigente de la protesta que adelanta en forma indefinida la comunidad guajira en demanda de servicios públicos, agua, electricidad, educación, salud y mejores condiciones de vida debido al abandono estatal durante años ratificó la consigna “La Guajira pide agua y pan el estado colombiano nos reprime” dijo que las movilizaciones continuaran hasta el gobierno central no se siente a negociar el pliego unificado y haya un acuerdo que satisfaga a los demandantes ”
Expresó el líder de los manifestantes que “el ESMAD, a atacado fuertemente a los manifestantes con disparos de pelotas de goma y bolillo, causando heridas y traumatismos de todo tipo a los manifestantes de los cuales 4 están heridos de consideración, en hechos ocurridos especialmente en las instalaciones de la Universidad en Riohacha, donde los afectados han respondido con la quema de un bus. Los otros ataques de la policía en forma indiscriminada se produjeron en Maicao localidad fronteriza con Venezuela, con saldo de un herido, en Barrancas dos heridos, el Evanal, Cuestecitas y Puente Guerrero los otros 3 para un total de 10 heridos en su mayoría mujeres y niños indígenas.
A pesar del compromiso del gobernador Ballesteros Valdivieso de no judicializar la protesta, el número de detenidos durante las primeras 24 horas aumentó a 13, de los cuales 10 fueron en Riohacha, 2 en Barrancas y uno en Fonseca al centro del departamento ya que el paro cívico se desarrolla a lo largo y ancho del territorio de la Península.
La protesta es organizada por un centenar de organizaciones sindicales, cívicas, estudiantiles y populares se mantiene firme de manera indefinida a pesar de la represión y la negativa del gobierno nacional a sentarse a dialogar y negociar los puntos expuestos por los manifestantes que se cansaron de rogar a los gobiernos departamentales y nacional soluciones a sus viejos problemas.