Dominga* llegó al Hospital San Francisco de Asís con contracciones avanzadas, pero no había médico disponible para atenderla. Su hijo no sobrevivió. Como ella, cientos de chocoanos enfrentan a diario una lucha desigual contra un sistema de salud colapsado.
El Hospital San Francisco de Asís no solo refleja la desidia estatal, sino también la lucha de un pueblo abandonado. En el Chocó, las principales causas de mortalidad combinan enfermedades crónicas como la hipertensión arterial, la diabetes y la insuficiencia renal, las cuales derivan en graves complicaciones cardiovasculares como infartos y accidentes cerebrovasculares, según el Ministerio de Salud y Protección Social (2024). La malaria y el dengue siguen siendo frecuentes debido a las condiciones climáticas y el insuficiente control vectorial, según la OPS/OMS (2024). Infecciones respiratorias como la neumonía y problemas neonatales, como el síndrome de dificultad respiratoria, afectan gravemente a los más vulnerables, conforme al Instituto Nacional de Salud (2024). El panorama se agrava con la desnutrición crónica y la falta de acceso a tratamientos especializados, como quimioterapia o diálisis, que dejan a miles sin atención médica adecuada.
Según la Defensoría del Pueblo (2024), la falta de transporte efectivo y la precariedad de los servicios médicos contribuyen a que enfermedades prevenibles o tratables tengan desenlaces fatales. El panorama muestra un sistema de salud que no logra responder a las necesidades de una población que enfrenta a diario tanto las enfermedades de la pobreza como los retos de las patologías crónicas modernas.
El Hospital San Francisco de Asís es el único centro de segundo nivel en el Chocó y atiende a más de 500.000 personas. Sin embargo, opera al 40% de su capacidad, dejando a miles de pacientes sin atención oportuna. Según informes de la Veeduría Ciudadana del Chocó (2024), los pacientes en condiciones críticas son obligados a trasladarse a Medellín, Cali, Bogotá o Montería para recibir tratamientos de tercer nivel, que son inexistentes en el departamento.
Durante décadas, el principal centro de atención médica en el Chocó tiene una historia marcada por la corrupción, el clientelismo y una gestión ineficiente que lo llevaron al colapso. Con un déficit financiero de más de 37.000 millones de pesos, según la Superintendencia Nacional de Salud (2016), enfrentó un desabastecimiento crónico, una infraestructura deteriorada y atrasos salariales de hasta más de seis meses para su personal médico, administrativo y asistencial. En 2016, la crisis alcanzó su punto máximo, y el hospital fue liquidado debido a su incapacidad para garantizar servicios básicos. Su reemplazo, la Nueva Empresa Social del Estado (ESE) Hospital Departamental San Francisco de Asís, llegó con un presupuesto de 20.000 millones de pesos y la promesa de eficiencia y modernización, pero heredó los mismos problemas estructurales, arrastrando una muy pesada ancla de abandono estatal y malas prácticas administrativas que siguen afectando la salud de miles de chocoanos.
Cuando las puertas de la nueva ESE se abrieron en diciembre de 2016, su anuncio se hizo como un hito para el sistema de salud del Chocó. Se prometió modernización, eficiencia y dignidad para una región históricamente marginada. Sin embargo, lejos de cumplir con estas promesas, se comprobó que, así como su nombre, los cambios solo fueron cosméticos y rápidamente se tornó en un nuevo foco de corrupción, mala gestión y abandono estatal.
En la última década, al menos seis interventores, tanto del antiguo como de la nueva ESE, han sido imputados y acusados por la Fiscalía Seccional del Chocó por delitos de peculado por apropiación, contratación ilícita y abuso de funciones públicas. Algunos de estos ex gerentes están prófugos con órdenes de captura internacional, juzgados como reos ausentes o enfrentando procesos judiciales de un sistema judicial letárgico y mal diseñado (Fiscalía General de la Nación, 2024).
Uno de los casos más graves involucra a un ex interventor prófugo que, tras declarar una "urgencia manifiesta", asumió múltiples roles administrativos, incluyendo los de gerente, tesorero y auditor. Según denuncias de la Veeduría Ciudadana del Chocó, este funcionario designado por el gobierno central llegó al extremo de llevarse el token bancario y las tarjetas de las cuentas de la entidad a su domicilio, desde donde manejaba los recursos del hospital como si fueran fondos personales. Durante dos meses, continuó realizando transacciones desde su casa, agravando aún más la situación financiera del hospital (Veeduría Ciudadana del Chocó, 2024).
Por su parte, el personal del Hospital San Francisco de Asís vive un constante drama de inestabilidad laboral debido a la recurrente falta de pagos de sus salarios y prestaciones sociales. Durante muchos años, los trabajadores, entre médicos, enfermeras y personal administrativo, han denunciado retrasos salariales de hasta más de seis meses, lo cual los conduce a realizar constantes y justos paros laborales, afectando aún más la atención médica en la región (Defensoría del Pueblo, 2024).
La situación del Hospital San Francisco de Asís puede ilustrarse con cifras alarmantes que reflejan su deterioro progresivo:
- 2015: Primera intervención del antiguo hospital por la Superintendencia Nacional de Salud debido a problemas financieros y administrativos. Se identificaron fallas en la gestión y la prestación de servicios médicos (Superintendencia Nacional de Salud, 2015).
- 2016: El antiguo hospital es liquidado con un déficit de 37.000 millones de pesos, y se crea la Nueva ESE (Superintendencia Nacional de Salud, 2016).
- 2017-2019: El nuevo hospital opera al 40% de su capacidad, dejando a miles de pacientes sin atención adecuada (Defensoría del Pueblo, 2019).
- 2020: Segunda intervención, ahora al Nuevo Hospital, por desabastecimiento, atrasos salariales y desviaciones de fondos superiores a 3.000 millones de pesos (Superintendencia Nacional de Salud, 2020). Médicos, en plena pandemia, lanzan un SOS.
- 2021: Paros laborales por falta de pago afectan la prestación de servicios médicos (Radio Nacional de Colombia, 2021).
- 2022: Extensión de la intervención estatal tras ocho meses de paro laboral por atrasos salariales (Noticias Caracol, 2022).
- 2023: Más de 20 especialistas renuncian debido a las condiciones laborales precarias (El Colombiano, 2023).
- 2024: El hospital enfrenta un colapso operativo al 35% de su capacidad, mientras continúan los retrasos salariales y el desabastecimiento. Además, se revelan desvíos adicionales de recursos y falta de pago a proveedores clave, lo que genera paros prolongados y un aumento de las remisiones médicas a otras ciudades. La comunidad denuncia una situación insostenible, exigiendo respuestas inmediatas (Defensoría del Pueblo, 2024).
Estas cifras no solo representan un panorama financiero crítico, sino que también exponen la crisis humana detrás de los números: profesionales de la salud que trabajan bajo condiciones adversas y pacientes que sufren las consecuencias de un sistema colapsado que les niega su derecho más básico: la esperanza.
Historias desgarradoras son comunes: mujeres en trabajo de parto sin acceso a un médico, pacientes crónicos que mueren por falta de medicamentos y familias que enfrentan la pérdida de seres queridos por causas prevenibles. José Cuesta, líder sindical, expresa a los medios de comunicación locales: "Es inconcebible que, habiendo recursos disponibles, el personal médico pase meses sin salario mientras las deudas se acumulan y los servicios colapsan". La falta de insumos básicos, como gasas y analgésicos, es una constante que agrava la crisis.
Heandel Rentería, médico con formación especializada en Rusia, trabajó en el Hospital San Francisco de Asís bajo condiciones deplorables. Denunció públicamente en abril de 2020 que llevaban más de cinco meses sin recibir salarios y sin equipos de protección adecuados. Contagiado de COVID-19 mientras realizaba sus labores en la Nueva ESE, debido a complicaciones y deficiencias de su tratamiento antes y a pesar de su traslado, Heandel (Vico) falleció finalmente en un centro hospitalario en la ciudad de Medellín.
Recientemente, la gobernadora Nubia Córdoba ha presentado una propuesta integral para recuperar la administración del Hospital San Francisco de Asís y garantizar un manejo eficiente y transparente. Según lo anunciado en su cuenta de X, la gobernadora busca que el Gobierno Nacional devuelva al departamento el control directo del hospital, asegurando que se implementen medidas concretas para superar la crisis (Córdoba, 2024).
La mandataria subraya que, tras cinco años de intervención estatal, no se han alcanzado los resultados esperados y que este modelo ha profundizado las fallas estructurales en la prestación del servicio de salud (Superintendencia Nacional de Salud, 2023). Aunque la propuesta plantea un camino hacia la recuperación, no está exenta de riesgos. La asunción de las riendas del hospital por el departamento despierta dudas razonables debido al factor político, históricamente ligado al clientelismo y a prácticas que han perpetuado el deterioro institucional (Defensoría del Pueblo, 2023).
Por un lado, existe el temor de que esta institución caiga nuevamente en manos de intereses políticos que prioricen agendas personales sobre las necesidades de la población. Por otro lado, dejar la gestión en quienes agravaron la crisis durante años, bajo la intervención estatal, también es un camino incierto y poco alentador (Córdoba, 2024). Este dilema nos muestra la mayúscula necesidad de acompañar cualquier transición con reformas profundas y mecanismos de control que garanticen eficiencia, transparencia y compromiso con la salud de los chocoanos.
En Colombia, existen ejemplos de hospitales que en condiciones similares implementaron estrategias efectivas de gestión, el Hospital San Vicente Fundación (Medellín) supero una grave crisis financiera, pero logró superarla con estrategias de sostenibilidad que fortalecieron pilares fundamentales como la asistencia, la educación, la investigación y la industria, asegurando su estabilidad en Rionegro y Medellín (El Colombiano, 2017). Mientras tanto, el Hospital Universitario del Valle, desde 2016, inició una recuperación con un plan audaz que incluyó la implementación de un Sistema de Gestión de Calidad bajo la norma NTC-ISO 9001:2015, respaldado por la Universidad del Valle, y la aplicación de la Ley 550 para reestructurar su deuda. Esto permitió reactivar servicios, atraer más pacientes y terminar con una deuda laboral que por años lo asfixió (Univalle.edu.co, 2016; La FM, 2017; Gobernación del Valle, 2022). Valiosas lecciones que pueden adaptarse al contexto del centro hospitalario chocoano para superar su crisis histórica.
El Hospital San Francisco de Asís requiere una gestión basada en la selección de gerentes mediante concursos públicos basados en méritos y experiencia técnica, eliminando la influencia política; implementar auditorías periódicas con participación de entidades independientes y veedurías ciudadanas para supervisar las decisiones administrativas y presupuestales; renegociar deudas, eliminar contratos innecesarios y garantizar la adquisición de insumos médicos de calidad; asegurar condiciones laborales justas y pagos puntuales para el personal médico y administrativo, evitando paros laborales; invertir en la modernización de las instalaciones y la adquisición de equipos necesarios para atender patologías de tercer nivel; y diseñar sistemas robustos que prevengan prácticas corruptas y aseguren la sostenibilidad operativa del hospital. Estas acciones buscan convertir al Hospital San Francisco de Asís en un modelo de gestión eficiente y transparente, enfocado en las necesidades de la población chocoana..
La institución no puede seguir siendo un monumento a la desidia estatal. Los chocoanos merecemos algo más que discursos vacíos y promesas incumplidas. La salud no es un favor ni una concesión, es un derecho inalienable. Es momento de que el hospital sea un verdadero símbolo de esperanza, donde cada chocoano encuentre atención digna y cura para sus enfermedades, y no una antesala a la muerte.
Nota: Los nombres de los pacientes mencionados han sido modificados y las fechas omitidas para proteger su privacidad y evitar causar mayor sufrimiento a las familias afectadas
Referencias
- Ministerio de Salud y Protección Social. Informe sobre las causas de mortalidad en el Chocó.
- OPS/OMS. Situación de enfermedades infecciosas en el Chocó.
- Instituto Nacional de Salud. Evaluación de problemas neonatales y respiratorios en el Chocó.
- Defensoría del Pueblo. Evaluación de las condiciones del transporte y servicios médicos en el Chocó.
- Veeduría Ciudadana del Chocó. Informe sobre remisiones médicas y atención insuficiente.
- Superintendencia Nacional de Salud. Informe de liquidación del Hospital San Francisco de Asís.
- Fiscalía General de la Nación. Informe de imputaciones a interventores del Hospital San Francisco de Asís.
- Veeduría Ciudadana del Chocó. Denuncias sobre mal manejo de recursos en el Hospital San Francisco de Asís.
- Defensoría del Pueblo. Informe sobre las condiciones laborales en el Hospital San Francisco de Asís.
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