Cuando pensamos en Crocs, lo primero que nos viene a la mente son esos característicos zapatos de plástico, con agujeros y colores brillantes. Este zapato, que inició siendo unos simples zuecos, ha pasado de estar en los pies de médicos, meseros, personal de cocina y más, para estar en grandes pasarelas y ser un elemento de moda. A pesar de su popularidad, se les conoce como "las sandalias más feas".
Estos zapatos, que han pasado a ser lucidos en alfombras rojas en pies como los de Evaluna Montaner, a estar en eventos políticos con Álvaro Uribe o hacer parte de la vida diaria de varios famosos, inicialmente no fueron pensados para ser un accesorio, sino para brindar soporte y estabilidad en los barcos.
Los inicios de Crocs: zapatos para navegar
En 2002, tres amigos de Colorado, Scott Seamans, Lyndon "Duke" Hanson y George Boedecker, tuvieron la idea de crear un zapato que pudiera usarse en el agua. La inspiración vino después de una salida al mar, en donde tuvieron la necesidad de diseñar un calzado cómodo y práctico para usar en botes o actividades acuáticas, cuando se fijaron en los zuecos que llevaba uno de ellos.
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Su solución fue un zapato ligero, antideslizante, impermeable y, por supuesto, cómodo. Así nacieron los primeros prototipos, fabricados con un material llamado Croslite, una resina que se sentía suave y flexible, pero a la vez resistente, convirtiéndose en un calzado ideal para actividades al aire libre.
El zapato original, conocido como "The Beach", fue un éxito inmediato en las tiendas de deportes. La idea de usarlo como calzado para actividades acuáticas funcionaba de maravilla, pero lo que no sabían es que este zapato tenía el potencial de conquistar más que las playas y los botes.
La empresa tuvo un buen comienzo y salió a la bolsa en 2006. A pesar de que el modelo "Classic" de Crocs se convirtió en un fenómeno de moda, apareciendo en los pies de celebridades e influencers de todo el mundo, durante la recesión sufrió un gran golpe. Perdió más de 200 millones de dólares y su valor cayó de 847 millones en 2007 a 645 millones en 2009. En ese momento, sus acciones valían alrededor de 1 dólar.
De acuerdo con Forbes Argentina, la situación de la empresa empezó a mejorar cuando Rees se convirtió en presidente en 2014 y luego en director ejecutivo en 2017. Antes de esto, Rees había trabajado en L.E.K. Consulting, donde asesoró a Crocs, y también en Reebok y Laura Ashley. Después de esto, vinieron años de gloria. A corte de 2022, el precio de sus acciones alcanzó el nivel más alto del año, superando los 130 dólares.
You can put 3 in your cart, which are you choosing? pic.twitter.com/FVNK8b8FlA
— Crocs (@Crocs) July 26, 2023
A lo largo de los años, Crocs ha sido objeto de amor y odio por igual. Mientras que algunos los ven como un símbolo de comodidad extrema y funcionalidad, otros los critican por su diseño peculiar. Sin embargo, la controversia ha jugado a su favor. Cuanto más se hablaba de ellos, más gente quería probarlos.
En los últimos años, Crocs ha sabido evolucionar. Desde 2017, la marca ha logrado renovar su imagen, lanzando colaboraciones con Balenciaga, Carrots, Chinatown Market, Liberty London, Palace, Vivienne Tam, Christopher Kane, Takashi Murakami, Justin Bieber, Luke Combs, Jimmy Kimmel, Bad Bunny, Vivienne Tam, Post Malone y muchos más.
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