El demonio meridiano

El demonio meridiano

Ya no ataca monasterios ni iglesias, sino las arenas de la política y la economía. A propósito del presunto plagio de Jonathan Malagón en su tesis doctoral

Por: Juan Correa
septiembre 12, 2019
Este es un espacio de expresión libre e independiente que refleja exclusivamente los puntos de vista de los autores y no compromete el pensamiento ni la opinión de Las2orillas.
El demonio meridiano
Foto: Twitter @JoMalagon

La literatura medieval habla con cierta frecuencia del demonio meridiano, un demonio, o más bien, una tentación que aquejaba a quienes están en el mediodía de la vida, o sea, en la juventud. Para algunos, dicha tentación es entendida como la “acedia”, o la falta de ánimo para hacer el bien. Dicha tentación se relaciona con el demonio meridiano por la pesadez y sopor que produce el calor del mediodía. En el caso de los monjes de la edad media, dicha pesadez podía perturbar la práctica de sus oraciones, lo cual constituía una falta grave. Dejar de rezar a causa de la incomodidad de la hora meridiana era una tentación contra la cual había que luchar. Por otra parte, y siguiendo otra interpretación, dicho demonio es aquel que ataca precisamente a los jóvenes, quienes en la flor de la vida y en el vigor que les caracteriza, están constantemente asediados por la lujuria. Casos como éstos se encuentran en obras medievales como El Decamerón, de Giovanni Boccaccio, u otra, no medieval pero cuya trama se desarrolla en el siglo XIV, El nombre de la Rosa, de Umberto Eco. En el caso de la primera, dos ejemplos saltan a la vista, ambos de trazos similares: el joven monje benedictino de gran “vigor y vivacidad”, como lo dice el texto, quien peca con una joven, justo en la hora meridiana, cuando sus hermanos hacían la siesta. Por otra parte, está el joven Rústico, ermita del desierto de Tebaida, quien sacia sus pasiones con la tierna Alibech. En el caso de la novela histórica de Eco, no solo se encuentra al joven novicio Adso padeciendo bajo esta tentación, quien saborea por cierto las mieles del amor con una intrusa del monasterio donde se hospeda, sino también está el protagonista de la historia, el maduro y serio Guillermo de Baskerville, quien reconoce distracciones en sus oraciones corales por pensar en mozas.

Las dos tradiciones interpretativas ponen su acento en objetos distintos, a saber, la primera en la falta de vigor para hacer el bien, prefiriendo así el sueño o la distracción, y la segunda, en la búsqueda de la satisfacción de las pasiones carnales. Lo que es común en ambos ejercicios es el hecho de que la complacencia personal puede lograrse incluso en perjuicio de otros o del ideal de vida por el que se ha optado. Otro elemento común es la etapa de la vida en que se tiene más tendencia a ceder a dicha tentación, que no es otra sino la juventud, el mediodía de la vida.

Lo que vimos esta semana con las denuncias de Noticias Uno sobre el posible plagio en la tesis doctoral del ministro de Vivienda, Jonathan Malagón, es un ejemplo contemporáneo de las insidias del demonio meridiano. Ya no es un demonio que ataca en monasterios ni en iglesias, ambos tan importantes en el período medieval, sino en las arenas de la política y de la economía. La tentación precisamente es aquella del postureo, como dirían los españoles. Con tal de conseguir votos, contratos o una carrera rápida en la jugosa burocracia estatal, se corre el riesgo de caer en la tentación de sacar a relucir doctorados ficticios, o de lograrlos pero con malas prácticas como le atribuyen a Malagón, quien por cierto, aún goza de la presunción de inocencia hasta que no se le pruebe lo contrario. El caso es que no solo él, sino otros tantos han podido caer en la misma tentación: querer mostrar algo que no son o que no tienen, con el fin de alcanzar sus objetivos, y a la vez causando el daño colateral de arruinar relaciones con otros o de traicionar algún ideal que profesan.

Sigue a Las2orillas.co en Google News
-.
0
Nota Ciudadana
Las EPS, ¿homicidas por omisión?

Las EPS, ¿homicidas por omisión?

Nota Ciudadana
Escribo poemas para trascender el tiempo

Escribo poemas para trascender el tiempo

Los comentarios son realizados por los usuarios del portal y no representan la opinión ni el pensamiento de Las2Orillas.CO
Lo invitamos a leer y a debatir de forma respetuosa.
-
comments powered by Disqus
--Publicidad--