La dinastía Zuleta volvió a tomar su lugar en el Festival Vallenato, gracias a Iván Zuleta, acordeonero de Diomedes Díaz. Iván nació en Urumita y tuvo la fortuna de ser parte de la familia de donde surgió la agrupación Los Hermanos Zuleta a inicios de los 70. Su abuelo, Emiliano Zuleta Baquero, famoso compositor, le heredó a su nieto el amor por el vallenato y también su talento en el acordeón. Desde que era un pequeño, demostró tener una gran pasión por los instrumentos musicales, más aquellos relacionados con el vallenato.
Cómo no, si su abuelo había estado detrás de importantes letras como La Gota Fría, La Pimientica y muchas más. Toda esta relación tan cercana con este género, le permitió desarrollar sus habilidades como un joven acordeonero prometedor, digno de seguir con el legado y la tradición familiar. Pronto se empezó a desenvolver en diferentes festivales y competencias.
Además de lograr conquistar por su talento y su juventud, también descrestó por su gran habilidad para componer algunos versos. Los años pasaron y gracias a todo ello, perfeccionó su talento, llegando a llamar la atención incluso de otras leyendas del vallenato, como Diomedes Díaz. De hecho, su experiencia, más allá de su apellido, le dieron la oportunidad a Iván Zuleta de llegar a trabajar al lado de este hombre.
La llegada de Iván Zuleta como acordeonero de Diomedes Díaz
El 21 de noviembre de 1994, el género sufrió una dura pérdida. Las noticias dieron a conocer el fallecimiento de Juan Humberto Rois, quien acompañaba como acordeonista a Diomedes Díaz. Iván se enteró de la situación a las 5 de la mañana, cuando su papá lo despertó llorando, para contarle la noticia. Él apenas lograba digerirla, aunque en su mente también crecía la idea de llegar a ser parte de la agrupación de Diomedes.

Se lamentaba por su edad, pues de lo contrario podría ir corriendo a la casa del Cacique para ser su nueva dupla. Pero la vida ya le tenía algo preparado. Tan solo 7 días después de la muerte de Rois, el nieto de Emiliano Zuleta recibía una llamada de su primo, Toño Vergara, quien lo felicitaba. Él, muy confundido, le preguntó a qué se debía su felicitación, a lo que Toño respondió: "Eres el acordeonero de Diomedes".
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Iván se sorprendió y aseguró que a él no le habían dicho nada. Colocó rápidamente la emisora bogotana donde estaba hablando Diomedes, quien confirmó la noticia. Rápidamente marcó a la casa del Cacique, donde le pasaron al cantante. Diomedes, con mucha tranquilidad, le dijo que lo esperaba a las 2 de la tarde en su casa. Él muy puntual llegó a la 1:30.
A partir de ese momento se dio la unión entre este par, Iván siendo aún menor de edad. Su primera presentación juntos fue en un concierto privado en el Club Valledupar, el 7 de diciembre de 1994. En ese entonces, el acordeonista no había grabado aún ningún álbum. Un año después, grabó su primer trabajo discográfico junto a Diomedes, llamado Un canto celestial. Fue una época muy próspera para el artista, quien llegó a ganar hasta 10 o 12 millones por un fin de semana.
Cuenta Iván Zuleta que junto al Cacique lograron vender dos millones y medio de copias, llegando a recibir un disco diamante. Junto a Diomedes grabó cinco producciones, trabajó con Poncho Zuleta y en 2007 volvió a estar al lado del Cacique, hasta que en 2008 pasó a formar parte de la agrupación de Villazón.
El camino del Zuleta junto a otros artistas del género
Además de trabajar junto a Poncho Zuleta, tuvo algunas temporadas con Rafael Santos Díaz en el 2003. Junto a Iván Villazón estuvo desde 2007 hasta 2008 y luego volvió a trabajar con él en 2010. Con Rafael Santos se reencontró en 2016, desatando una gran polémica en aquel entonces. Aunque Iván vivió en carne propia los excesos de este mundo, consiguió el éxito desde que era solo un pelado.
Todo esto terminó llevando al artista de Urumita a tomar una decisión radical hace un par de años. Un terrible quebranto en su salud lo llevó a refugiarse en la religión, convirtiéndose en un hombre devoto y fiel al cristianismo. Un problema en su corazón lo llevó a creer con más fuerza en Jesús y a proclamar su fe en sus presentaciones.
La consagración del acordeonista como Rey Vallenato y su aporte a la dinastía Zuleta
Tras más de una década activo y demostrando el peso de la dinastía Zuleta, Iván se consagró en el Festival de la Leyenda Vallenata. Siendo apenas un pelado, el urumitero consiguió convertirse en el Rey Vallenato Infantil, y tiempo después, en 1994, obtuvo el título de Rey Vallenato Aficionado. Pero aún le faltaba consagrarse con el máximo reconocimiento del Festival.
Tras más de dos décadas, Iván Zuleta se logró consagrar como el Rey Vallenato en la versión 58 de este importante evento. Eran muchos los competidores, incluyendo al famoso Julián Rojas, pero Iván y la dinastía de los Zuleta se impusieron. Tras obtener el título, se lo dedicó a Emiliano, Poncho, Héctor, Mario y muchos más.
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