Pasando mis ojos por las letras de un reconocido diario, uno de sus titulares me llamo la atención, este trataba acerca de la problemática que se está presentando en muchas ciudades de nuestro país, por demás muy triste y que está dejando a sus protagonistas en un panteón con un sello amargo de lo que es hoy la realidad, una realidad que es cada vez más cruda, voraz, calculadora y fría, y se trata nada más y nada menos que del papel que está protagonizando la mujer en la sociedad y que está creando un manto tenue que las coloca detrás de las miradas, aquellas que eran de estupor o de asombro y que hoy son más que prevenidas y con un alto grado de morbo, y es que para mí la mujer más que un ser humano es un culto sagrado de la creación; y no quiero dejar de verlo así, pero en este tiempo la sociedad quizá con su inclemente discriminación, el machismo aquel que está lejos de desaparecer, y muchas otras causas están haciendo que muchas de ellas cegadas por la vanidad quizá, están llegando a límites insospechados, dejándose seducir por lo banal lo superficial y lo efímero, han emprendido una lucha al parecer a muerte por ganarle la batalla a la discriminación social, parece que sin medir las consecuencias, ahora en este mundo cambiante y acelerado, de aquella mujer que de sumisa paso a protagonista llegando a altas esferas, dejando atrás en la historia esa brecha que las separaba de todo aquello que parecía ser solo, cosas de hombres, trabajos solo de hombres, o asuntos solo de hombres, ahora están ocupando y lo digo con mucha admiración un puesto privilegiado en la sociedad pero la sociedad perece les exige cada vez mas y mas, no solo en lo intelectual si no en lo físico.
Es así como vemos que la inconformidad económica, física, social y hasta cultural está profanando ese al que para mí es un templo sagrado, venerable, bendito. Y lo está convirtiendo en una simple figura vulnerable además con todas sus debilidades con las que ya viene predestinado para sobrevivir, quedando como un objeto en muchos casos invaluables y en muchos otros sin ningún valor. Y es que la perspectiva no es para nada agradable y las estadísticas son mucho menos alentadoras; y son los medios de comunicación los que tienen la palabra; y para quienes de vez en cuando escuchamos noticias o leemos algún diario, en mi caso es preocupante que muchas mujeres estén protagonizando uno de los perores papeles de la sociedad el que en un tiempo fue solo exclusivo de hombres; y es el papel de delincuente, es muy triste leer y escuchar publicaciones donde las implicadas son siempre mujeres formando parte de bandas delincuenciales o haciendo parte de círculos donde predominan los negocios oscuros como la mafia, la estafa y muchas otras actividades ilícitas, si bien es cierto que como ser humano y como personas tienen todas las capacidades y actitudes necesarias, como también todos los derechos para realizar cualquier actividad y de cualquier índole, también es cierto que a los hombres nos gustan las mujeres féminas muy féminas y eso de ver a una mujer cometiendo actos antisociales como los mencionados antes está dejando a este género en una posición bastante incómoda, yo diría que ya se puede clasificar como una problemática social que requiere un tratamiento por parte de la misma sociedad del estado y principal mente de el mismo género, pero para empezar este tratamiento hay que empezar desde lo mas ínfimo como lo es la infancia, es cierto sí que la condición social tiene mucho que aportar a esta problemática pero la raíz está en la familia. Ahora quizá la liberación femenina se está mirando desde otra perspectiva y se está desdibujando la verdadera figura de lo que es una mujer y no es precisamente en lo físico; podría pensar que munchas de la mujeres de hoy día están sacando provecho de la posición que han ganado a lo largo del tiempo y no precisamente para poner el género en lo alto, pienso que están confundiendo equidad de género con libertad de género, y esto es lo que está llevando directamente a esta problemática y a una triste realidad. No quiero con estas palabras estigmatizar a la mujer, quiero o quisiera que la sociedad en general y principalmente la mujer desde su entorno y desde su intimidad evalué su posición y su condición y que todos los atributos con los que Dios y la naturaleza les ha premiado los utilicen para cambiar el concepto que está llevando a la degradación, a la profanación, y a la sub valoración del genero. Y que LA MUJER SEA EN EL SENTIDO DE LA PALABRA UN TEMPLO SAGRADO.
