Voto Inteligente vs. Voto Ignorancia
Opinión

Voto Inteligente vs. Voto Ignorancia

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febrero 14, 2014
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En el tinglado de la democracia colombiana (como en el boxeo) ya está anunciado el combate del siglo. Dos boxeadores tan disímiles y tan desiguales, que bien podría desde ya anunciarse un ganador absoluto. Ni manera de asimilarlos en la misma categoría; el peso en el boxeo es determinante para clasificar a los púgiles: pluma, mediano, mosca, welter junior, etc…

La democracia colombiana es peso pluma.

Sin embargo, la pelea está organizada y las fechas inamovibles. Nuestra democracia requiere el espectáculo al mejor estilo de los grandes carteles de boxeo y de demostrar al mundo cuanto hemos avanzado en materia de civilización y de conquistas políticas.

En una esquina el “Voto Inteligente” y en la otra esquina, el “Voto Ignorancia”. El Juez (sin rostro) en el centro del cuadrilátero y los demás jueces de tarjetas (electorales) dispuestos a calificar el intercambio de golpes y seguidillas, jab al mentón, uppercut de izquierdas y derechas, fintas y hasta un posible knock out.

Al igual que en el boxeo nuestro, el peleador “Voto Ignorancia” surgió de las barriadas pobres y hambrientas de cualquier sitio del país, no posee un color de piel definido pero sus rasgos están asociados con el descuido y el abandono, o mejor, la indiferencia que curte la piel a punta de arrugas de olvido. Tiene sed de triunfo y de salir de la pobreza a punta de golpes buenos y malos; ya no le bastan los subsidios mensuales que se reclaman a lluvia y sol; le apuesta a un golpe certero y definitivo que derrote a la tragedia social que los tiempos le asignaron de manera perversa en el juego cotidiano de la desigualdad.

El otro boxeador, el “Voto Inteligente”, surgió de la indignación y la reflexión ciudadana. No busca cazar peleas ni derrotar oponentes a punta de golpes sino de convencimientos: suena risible, pero en el boxeo intentar oponer a la violencia los argumentos de la palabra, es como estar en un lugar bien equivocado. Sin embargo, el “Voto Inteligente” no viene con hambre de castigo, no viene de una tragedia del pasado sino que intenta construir un mejor futuro. Su victoria no se hace a cuesta de la derrota de otros, es paciente, en vez de pegar, esquiva los golpes, en vez de atacar brutalmente, acosa y acorrala con verdades y críticas. Su contextura no es la de un gladiador sino la de un gimnasta versátil y flexible. Liviano como una mariposa pero certero como un colibrí.

Cada asalto (o round como se dice en el boxeo) es un monólogo de golpes de parte del “Voto Ignorancia” para acorralar al “Voto Inteligente”, éste, esquiva y esquiva para intentar desesperar al contrincante. Los golpes del “Voto Ignorancia” vienen cargados de mares de dinero, promesas en el vacío, imposturas democráticas, engaños electorales, falsos demócratas posando de mentes avanzadas y trasteo de votos como ganado manso.

Los expertos no vaticinan un golpe fulminante. Un knock out. No. El duelo se extiende a sus asaltos reglamentarios. Hasta no contar el último voto no podremos anunciar victoria de parte de alguno de los dos contrincantes.

Lejos y cerca de los dos boxeadores se encuentra el “Voto en Blanco”. No sé si espera que haya un vencedor, o él tomará partido desde ya, o pedirá medírsele al ganador para carear fuerzas. En el boxeo nuestro a los pugilistas de color blanco se les tiene poca fe, blandengues se les dice, no tienen —al parecer— el “perrenque” histórico de los negros en el boxeo. ¡Vaya uno a saber si eso es cierto!

¿Cómo hacer para que el “Voto Inteligente” se convierta en un boxeador de respeto y vaya por el título nacional de la democracia nuestra? No es a punta de golpes que lograremos tal propósito. La fuerza de los argumentos para convencer al ciudadano, el tamaño y la intensidad de la crítica para censurar las Malas Prácticas Políticas (MPP), la selección objetiva de los aspirantes a Congreso, Presidencia y Autoridades Regionales con la revisión a sus propuestas y lo mejor, saber identificar el talante de las buenas personas y su probidad como mujeres y hombres comprometidos con cambiar al País; serán elementos suficientes —al parecer— para ser un ciudadano inteligente. Para qué más.

Coda: tanta tinta tonta —diríamos en coro musical— te traumatiza, tiremos tomates tiernos.

@inaldo18

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