¿Por qué se decreta epidemia de fiebre amarilla en Colombia, pero no se ha decretado con muchas más muertes ante el dengue hemorrágico?
La declaración de una epidemia se basa en varios factores, no solo en el número absoluto de muertes. En el caso de la fiebre amarilla en Colombia, la reciente declaración de emergencia sanitaria se debe a una combinación de elementos preocupantes:
Número significativo de muertes y casos:
Aunque el dengue hemorrágico históricamente ha causado más muertes en cifras absolutas, el reciente brote de fiebre amarilla ha provocado 34 muertes y 74 casos confirmados en un corto período. Esta rápida propagación y la alta letalidad de la fiebre amarilla (40-50% en personas no vacunadas) son alarmantes.
Riesgo de expansión urbana:
Desde 1929 no se ha reportado transmisión urbana de fiebre amarilla en Colombia. Sin embargo, existe un riesgo potencial de emergencia en centros urbanos debido al ingreso de personas a áreas enzoóticas (donde el virus circula en animales) y la presencia del mosquito Aedes aegypti, vector urbano de la enfermedad. Una epidemia urbana de fiebre amarilla podría tener consecuencias devastadoras.
Vulnerabilidad de la población:
Aunque existe una vacuna efectiva contra la fiebre amarilla, las coberturas de vacunación pueden no ser óptimas en todas las áreas, dejando a una parte de la población susceptible a la enfermedad.
Potencial de brotes:
Un solo caso confirmado de fiebre amarilla en una población no vacunada se considera un brote y requiere una investigación exhaustiva y medidas de emergencia. El cambio climático puede permitir que el mosquito llegue a zonas por encima de los 1800 metros de altura propagando el virus.
Comparación con el dengue:
Aunque el dengue es mucho más prevalente y puede causar un mayor número total de muertes, la fiebre amarilla tiene una tasa de letalidad significativamente más alta y el potencial de causar brotes explosivos si llega a las zonas urbanas. Además, existe una vacuna muy eficaz para la fiebre amarilla, lo que hace que los casos y las muertes sean aún más preocupantes desde la perspectiva de salud pública.
En resumen, la declaración de epidemia de fiebre amarilla se justifica por la combinación de un número preocupante de casos y muertes recientes, el alto riesgo de expansión a áreas urbanas, la existencia de una vacuna prevenible y la alta letalidad de la enfermedad en comparación con el dengue. Las autoridades buscan una respuesta rápida y contundente para controlar el brote y prevenir una mayor propagación.
También le puede interesar: