Ser artesano del papa Francisco
Opinión

Ser artesano del papa Francisco

Su mensaje valiente y cercano a los trabajadores nos llama a innovar, a ser creativos para transformar nuestra realidad

Por:
enero 05, 2016
Este es un espacio de expresión libre e independiente que refleja exclusivamente los puntos de vista de los autores y no compromete el pensamiento ni la opinión de Las2orillas.

“El trabajo es un deber que la sociedad tiene que ofrecer para que todo hombre y toda mujer pueda crecer en dignidad”. Papa Francisco

En un país como este, tan católico en las formas, donde defender los derechos laborales o defender al sindicalismo es cosa de “mamertos”. Donde luchar contra la desigualdad es ser señalado de pasado de moda. Y en el que criticar a las élites dominantes puede significar que te señalen de guerrillero o terrorista. Cuando cualquier ciudadano de las élites o del pueblo, se encuentra con el “lío” desatado por el papa en su mensaje cariñoso pero indignado, teológico pero político a fondo, se produce estupor, sorpresa, admiración o silencio. Quizás porque es un mensaje en el que el trabajo, los trabajadores y sus derechos, son sin duda el eje de sus discursos contra la exclusión, contra la injusticia. Y ese silencio es tal vez de los que reconocen en su conciencia los pecados que cometen contra los trabajadores, de los que se lucran y a los que descartan cuando ya no sirven.

Quizás por eso tantos medios, incluso de la propia Iglesia, se dedican al gesto cariñoso o a los temas morales, intentando, con poco éxito, que no se desate el “lío” que  el papa quiere desatar, como lo repitió tantas veces en la Jornada Mundial de la Juventud en Rio de Janeiro en 2014, y que tantos de nosotros aquí y allá queremos ayudar a que se desate.

Por eso quiero dedicarle una reflexión a su mensaje valiente, contemporáneo y cercano a los trabajadores humildes, a los explotados, a los inmigrantes, a los “descartados” de “este modelo económico que es una tiranía del dios del dinero”.

También, recientemente en Turín, Italia, el Papa Francisco terminó una intervención dirigida a los trabajadores diciendo “¡Vayan adelante!, ¡sean creativos! ¡Sean artesanos todos los días, artesanos del futuro! Con la fuerza de aquella esperanza que nos da el Señor que jamás defrauda, y que también necesita de nuestro trabajo”para superar la exclusión. Y afirma en su Exhortación Apostólica: “Así como el mandamiento de <no matar> pone un límite claro para asegurar el valor a la vida humana, hoy tenemos que decir <no a una economía de la exclusión  y la inequidad>. Esa economía mata”.

El papa en sus mensajes sobre el mundo del trabajo se atreve a decir que no pagar buenos salarios es un pecado grandísimo. Critica la ausencia de derechos sociales para los trabajadores informales. No deja de exigirla inclusiónde las mujeres y  los jóvenes y el cumplimiento de la obligación de los estados y las empresas de generar trabajo decente.

Condena la xenofobia y el odio a los extranjeros y conmina a no culpar a los inmigrantes del desempleo en el norte del mundo, porque según él, “ellos son víctimas de la desigualdad”. Ha enviado un mensaje muy duro a los gobiernos, ellos deben “darle una vuelta a la economía y las finanzas a una ética en favor del ser humano” algo prácticamente imposible en una economía capitalista, que, aunque cada vez más contestada, domina aún el mundo.

Y todas esas palabras se hicieron realidad dolorosa para mí el martes 25 de agosto en el recinto de la Comisión 1ª del Senado de la República, en donde no solo senadores, sino el propio ministro del Trabajo reconocieron que la salud de los trabajadores —y la salud de los ciudadanos— no puede seguir siendo un negocio en el que las aseguradoras de riesgos laborales —ARL— acumulan más de 54 billones de pesos mientras mueren 554 trabajadores al año por  falta de atención médica a enfermedades profesionales y accidentes de trabajo.

Y escuché la historia de John Carlos Ninco, (Ver video) mutilado por un accidente de trabajo en una petrolera, que denuncia como en Neiva existe una “empresa criminal entre inspectores, ARL y empresas” para facilitar el despido de trabajadores, y que como John cientos de miles, sufren accidentes o pierden toda su capacidad laboral por la negligencia de las empresas, la complicidad de las ARL y la incapacidad del Estado. O por la otra gran razón, por exceso de trabajo durante años, como en el caso de los productores del atún VanCamps, que fue denunciado con razón en este medio. Cientos de mujeres, explotadas por años y por más de doce horas cada día, que han perdido sus brazos por realizar un trabajo repetitivo y sin protección, que no tienen ya más esperanza de trabajo y de quienes las empresas, en este caso Seatech International, se deshacen. Como lo advierte el papa: “Se considera al ser humano en sí mismo como un bien de consumo, que se puede usar y luego tirar”.

Ante tantas y tantas víctimas “usadas y tiradas” no es posible estar indiferentes, sobre todo si nos decimos cristianos, pero muchos lo hacen, como dice Francisco: “nos volvemos incapaces de compadecernos ante los clamores de los otros, ya no lloramos ante el drama de los demás ni nos interesa cuidarlos, como si todo fuera una responsabilidad ajena que no nos incumbe.” Solo 3 de 19 senadores en esa comisión del Senado participaron de forma activa en el debate, el resto parecían más ocupados en otras agendas, en sus celulares o sus computadores, en sus empresas electorales.

Es urgente no solo escuchar el llamado del papa, sino actuar, su mensaje político es poderoso, es un mensaje que nos llama a innovar, a ser creativos para transformar nuestra realidad como trabajadores y para eso es necesario luchar todos los días juntos, para cambiar este estado inmoral de cosas en lo laboral. “Que haya lío”, ese “lío” que pocos quieren que se desate.

 

Publicada el: 1 sep de 2015

Sigue a Las2orillas.co en Google News
-.
0
Hasta pronto

Hasta pronto

Los retos de la USO

Los retos de la USO

Los comentarios son realizados por los usuarios del portal y no representan la opinión ni el pensamiento de Las2Orillas.CO
Lo invitamos a leer y a debatir de forma respetuosa.
-
comments powered by Disqus
--Publicidad--