Quien niega el conflicto nubla el futuro
Opinión

Quien niega el conflicto nubla el futuro

Las posturas de Acevedo Carmona frente al conflicto armado lo hacen incompatible para asumir el cargo; el gobierno muestra su desdén hacia las instituciones encargadas de revelar la verdad

Por:
febrero 20, 2019
Este es un espacio de expresión libre e independiente que refleja exclusivamente los puntos de vista de los autores y no compromete el pensamiento ni la opinión de Las2orillas.

Cada 27 de enero se conmemora el día en que las tropas soviéticas liberaron el más grande de los campos de concentración nazi, Auschwitz-Birkenau. Ese día de 1945, los soldados encontraron a hombres y mujeres e incluso niños que habían logrado sobrevivir a uno de los periodos más oscuros y trágicos de la época contemporánea. Cada 27 de enero, el mundo honra a los millones de víctimas del Holocausto. No los olvidan, las historias de su sufrimiento se encuentran documentadas en libros, películas, artículos, museos. Los sobrevivientes, por muchos años recorrieron colegios y universidades contando lo que habían vivido durante aquellos años trágicos, cuando la fibra misma de su humanidad fue puesta a prueba por el discurso de odio nazi.

El Holocausto resuena en el tiempo porque no ha sido olvidado, porque la memoria de las atrocidades nazi contra la humanidad jamás debe ser obviada o negada y no lo es debido precisamente a ese esfuerzo por que se preserven las construcciones que auspiciaron el horror, que lo trivializaron. En Alemania, por ejemplo, cerca de la frontera con Polonia persiste el campo de exterminio de Auschwitz-Birkenau, ahora una atracción turística, pero también huella que hace que aquel periodo no sea olvidado. La sociedad alemana ha logrado, a pesar de lo que hicieron los nazis en su nombre, reconocer su historia de violencia y sobre esa base de autorreflexión constituirse en una nueva nación. El reconocimiento de la historia y su análisis crítico son la base para construir un nuevo futuro cimentado en el aprendizaje de los errores. Este principio también es aplicable a nuestra vida y a Colombia.

 

Cuestión Pública revisó el feed de Twitter de Acevedo Carmona,
encontrando verdaderas joyas que muestran su animadversiónhacia las instituciones a las que tendría que rendir informes periódicos

 

Desde el año pasado, el Centro Nacional de Memoria Histórica, cuya función es la de “contribuir a la realización de la reparación integral y el derecho a la verdad del que son titulares las víctimas y la sociedad en su conjunto así como al deber de memoria del Estado con ocasión de las violaciones ocurridas en el marco del conflicto armado colombiano, en un horizonte de construcción de paz, democratización y reconciliación” ha estado acéfalo, tres candidatos han sido considerados, y de ellos, dos descartados, luego de fuertes presiones por parte de diversas organizaciones de víctimas, derechos humanos y académicos nacionales como internacionales quienes manifestaron dudas razonables sobre las calificaciones de los candidatos para dirigir el centro. Es entonces cuando emerge la figura de Darío Acevedo Carmona, quien, si bien cuenta con una trayectoria académica comprobable, sus posturas frente al conflicto armado, el cual niega, lo hacen incompatible para asumir el cargo. Este es el principal reparo contra su nominación ya que el CNMH surge precisamente en el marco del reconocimiento del conflicto armado en Colombia, que el señor Acevedo no reconoce. Esto, como señala el editorial de El Espectador del 14 de febrero es contraproducente “No puede pretenderse imparcial quien, de antemano, ve con malos ojos las raíces que llevaron a crear el Centro que va a dirigir”. Y es que el trabajo del CNMH requiere para lograr su objetivo un ejercicio distante de sesgos ideológicos, ya que su función es la de abordar los episodios más espinosos de nuestra historia de violencia y como el trinar del señor Acevedo Carmona indica la mesura y objetividad al momento de formular sus posturas no es uno de sus fuertes, como lo demuestra Cuestión Pública que se dio a la tarea de revisar el feed de Twitter del postulado, encontrando verdaderas joyas que muestran su animadversión hacia las instituciones a las que como director del CNMH tendría que rendir informes periódicos y fidedignos sobre los periodos más complejos del conflicto colombiano. De igual manera, el señor Acevedo muestra su talante intolerante y enceguecido por su ideología de ultraderecha para referirse a periodistas críticos u opositores del actual gobierno formulando en varias oportunidades acusaciones infundadas, cuando no insultos que evidencian una conducta no apta para representar de forma digna a ninguna institución, menos aún a un gobierno. A la par que es incapaz de medirse para atacar a quienes en su mentalidad virulenta considera enemigos, se muestra cercano con personajes como Fernando Vargas Quemba, quien junto con el exjefe paramilitar Ernesto Báez y el neonazi Armando Valenzuela Ruiz, del grupo Tercera Fuerza, fundaron el partido Morena en la década del 90.

 

Postulaciones como las de Acevedo Carmona son vergonzosas y peligrosas en la medida en que comprometen la credibilidad y la función de una institución que hasta el momento ha realizado una labor seria y comprometida con avanzar hacia el esclarecimiento de hechos luctuosos que han empañado el desarrollo del país. Como lo señala el editorial de El Espectador citando una carta escrita por diversas organizaciones defensoras de derechos humanos al presidente Duque, “la reconstrucción de la memoria histórica debe desvelar responsabilidades de todos los actores del conflicto en los hechos victimizantes, buscar todas las historias y verdades que contribuyen hacia la verdad completa que el país necesita para sanar, sin inclinarse hacia la versión de ningún actor”. Cosa que es evidente, el señor Acevedo Carmona sería incapaz de realizar de forma justa y correcta, no solo por el sesgo antes expuesto, sino así mismo por su conducta poco ponderada, digna y prudente. Con su nominación, así como con la de los anteriores candidatos, el gobierno muestra, una vez más, su incapacidad para dirigir de forma ecuánime al país y su desdén hacia las instituciones encargadas por revelar la verdad sobre el grave conflicto armado que ha cegado tantas vidas y extraviado tantos destinos, para que este no se repita. No se trata de que el presidente asigne a alguien que no lo represente, se trata de que nomine a personas adecuadas para el cargo sin importar su filiación ideológica, pero, sobre todo, que se comprometan con cumplir a cabalidad lo establecido en la ley. Sin un trabajo serio por reconstruir la verdad, desde todas las perspectivas, sin la preservación de la memoria de lo ocurrido no podremos superar el conflicto, ni alcanzar la reconciliación y sin eso, nuestro futuro como nación y nuestro potencial queda una vez en vilo.

 

Sigue a Las2orillas.co en Google News
-.
0
El espejo hondureño

El espejo hondureño

Propuestas para reparación de la oposición, garantías de no repetición de la guerra y convivencia

Propuestas para reparación de la oposición, garantías de no repetición de la guerra y convivencia

Los comentarios son realizados por los usuarios del portal y no representan la opinión ni el pensamiento de Las2Orillas.CO
Lo invitamos a leer y a debatir de forma respetuosa.
-
comments powered by Disqus
--Publicidad--