Dentro del mundo equino colombiano hay un nombre resuena con ímpetu: Dulce Sueño de Lusitania, un caballo de paso fino, valorado en unos 5 mil millones de pesos. Dulce Sueño no solo representa la cúspide de la genética equina nacional sino también la pasión y dedicación de quienes han moldeado su legado.
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La historia de Dulce Sueño de Lusitania es la travesía que refleja la esencia misma del caballo criollo colombiano. Nació en tierras antioqueñas, hace unos 25 años. Fue comprado a los 30 meses por Dairo Chica Arias, propietario del Criadero Lusitania, quien recuerda a este caballo como un potro delgado y de espíritu indomable que mostraba una inclinación natural hacia la trocha, muy alejado del paso fino. Pero pudieron, poco a poco sacar de él un potencial enorme para el paso fino, una modalidad que exige precisión y elegancia y que tardó algún tiempo en descubrirse.
Durante varios meses, Dulce Sueño fue sometido a un riguroso entrenamiento. Su temperamento explosivo fue tanto un desafío como una promesa. A los 34 meses, aunque mostraba pinceladas para el paso fino, era un animal que volvía a la trocha. Fue entonces cuando Chica Arias, con un ojo de águila, reconoció la potencia de este animal y decidió no venderlo, aun cuando las tentadoras ofertas no faltaron sobre la mesa.
En unos meses más, la evolución de Dulce Sueño fue notable. Bajo la guía de expertos chalanes, su andar se afinó, y su presencia en las pistas comenzó a destacar. Su desempeño no solo le valió títulos y reconocimientos, sino que también lo consolidó como un gran reproductor. Con más de 1.800 descendientes registrados, su influencia en la raza es innegable. Cada inseminación de Dulce Sueño, cada “salto”, como lo llaman en el mundo equino, tiene un costo de unos 4 millones de pesos.
La trayectoria de Dulce Sueño de Lusitania no solo ha sido reconocida en Colombia, sino también en escenarios internacionales. Fue el mejor reproductor en cuatro mundiales consecutivos, 2015 en República Dominicana, 2017 en Colombia, 2019 en Puerto Rico y 2021 en Estados Unidos. También fue mejor reproductor de paso fino colombiano en 2020 y 2021 en Colombia, según el portal Agronegocios.
Detrás de este caballo excepcional, se encuentran personas cuya pasión y visión han sido fundamentales. El médico oftalmólogo colombiano radicado en México, Manuel Bejarano, adquirió a Dulce Sueño en 2013. Bejarano, heredero del criadero La Marquesa cerca de Popayán, ha sido un promotor de la raza de paso fino colombiano.
La influencia de Dulce Sueño de Lusitania en la raza de paso fino colombiano es profunda y su estirpe ha sido heredada. Cuatro de los cinco ejemplares más caros vendidos en la historia del caballo de paso fino en el país son descendientes suyos, cada uno de ellos superando el millón de dólares.