Los Puntos de Abastecimiento Solidarios (PAS) son centros construidos por Prosperidad Social en los 150 municipios más afectados por la pobreza para que personas con hambre puedan ir a unos restaurantes y ollas comunitarias donde recibirán una ración diaria de comida caliente gratis; los emprendedores podrán vender sus productos a precios justos, tendrán acceso a centros de acopio o bodegas para preservar los alimentos y el Icbf distribuirá Bienestarina para los niños.
De eso tan bonito, no dan tanto, dirían algunos incrédulos, pero lo cierto es que, el director de Prosperidad Social, Gustavo Bolívar, le está poniendo el acelerador a la construcción de los PAS, ya más de 30 municipios entre 150 definidos, han recibido las inspecciones técnicas a las obras y se estima que los primeros Puntos estarán listos a principios del próximo año, lo que está prácticamente a la vuelta de la esquina.
El afán de Bolívar no es solo porque debe cumplir la orden que le dio el presidente Gustavo Petro, sino por la convicción de que el “hambre no da espera” y cada día cuenta en la lucha para erradicar la pobreza.
Por eso, se están levantando los PAS con rapidez y eficacia para que la población focalizada supere la pobreza, el abandono histórico de gobiernos anteriores y se puedan ver resultados pronto, mantener la esperanza y constatar que esos centros no son solo cuestión de infraestructura ni simples mercados, sino espacios de encuentro, empoderamiento y desarrollo de capacidades de las comunidades.
Los PAS son una propuesta integral, son un acto de justicia, un intento para dignificar a quienes han sido arrinconados por décadas de abandono y olvido ha dicho Gustavo Bolívar, el director de Prosperidad Social.
En términos físicos, los PAS tienen un diseño modular y como espacios integrales se adaptarán a las necesidades de cada Municipio para ser un centro de encuentro para la comunidad donde no solo se ofrecerán alimentos de calidad a precios justos, sino que se creará un sistema de abastecimiento basado en la solidaridad porque no solo se trata de ofrecer alimentos a los más necesitados, sino brindarles dignidad.
Los centros están diseñados con espacios que incluyen cocinas, comedores comunitarios para brindar comidas calientes, módulos de venta en donde los campesinos y productores locales pueden comercializar directamente sus productos. Los PAS cuentan también con un área de distribución de Bienestarina que entrega el Icbf a los niños y niñas porque la estrategia busca que nadie se acueste a dormir sin al menos un plato de comida.
Los Puntos de Abastecimiento Solidario: proyecto con corazón, alma y cuatro pilares
Con los PAS, el Gobierno del presidente Petro, no solo busca combatir la pobreza y el hambre que ha marcado la vida de millones de colombianos, sino desafiar la lógica de la exclusión social y la desigualdad para llevar justicia social al corazón de los territorios más golpeados por las carencias y darles a las personas acceso a lo más básico: comida, oportunidad de dignificarse, ser parte activa de su propio destino y organizarse.
El programa PAS, que cuenta con una inversión total de $ 520.000 millones y la colaboración de la Financiera de Desarrollo Territorial, va más allá de levantar muros y pegar ladrillos, pues busca además crear nuevas unidades productivas, generar empleo, activar las economías locales y visibilizar a quienes siempre han sido considerados invisibles.
Dónde están los PAS, esperanza que alimenta y transforma a Colombia
Desde la verificación de los predios hasta las primeras obras en municipios como Soacha (Cundinamarca), lo que está gestándose allí es un modelo que, con voluntad política y trabajo conjunto, logra hacer una infraestructura social real donde la transparencia y la participación ciudadana han marcado cada convocatoria pública y licitación abierta a empresas y actores territoriales.
"Este proyecto es una alianza entre el mundo urbano y el campesinado, una alianza para garantizar que los productores locales puedan comercializar sus productos directamente a precios justos", dijo el presidente Gustavo Petro durante el lanzamiento de los PAS en Soacha, Cundinamarca, en junio de este año.
Cabe señalar que los PAS, en un país donde el hambre y la pobreza han sido una constante durante décadas, representan una respuesta decidida, transformadora y uno de los programas más ambiciosos para erradicar la inseguridad alimentaria y promover la justicia social en Colombia como se lo ha propuesto el presidente Gustavo Petro.
Hasta el momento, Prosperidad Social avanza en la inspección técnica de las obras en 34 municipios en los Departamentos de Antioquia, Bolívar, Boyacá, Casanare, Córdoba, Magdalena y La Guajira, lo que marca el inicio de la ejecución de un proyecto que el Gobierno Nacional confía en que cambiará el destino de millones de personas.
Con 150 Puntos de Abastecimiento Solidario en construcción en los municipios más afectados por la pobreza, los PAS buscan garantizar que cada colombiano, desde el más vulnerable hasta el productor local, se beneficie con esta iniciativa que cubre 27 Departamentos, 150 municipios: 23 ciudades que representan el 72 % de las capitales del país y 127 poblaciones entre las cuales un 74 % son municipios con Programas de Enfoque Territorial (Pdet)), caracterizados como los más golpeados por el hambre, la pobreza y la violencia.
Adicionalmente, el 84 por ciento de esos 150 territorios son municipios de sexta categoría, es decir, los del nivel más bajo en la escala de clasificación del país, por volumen poblacional e ingresos de libre inversión.
El programa PAS también hace justicia social al contrarrestar con inversión y ejecución de una obra civil, la vulnerabilidad de los municipios beneficiados y caracterizados, entre otros aspectos, por una capacidad institucional débil para gestionar y ejecutar proyectos que impulsen su desarrollo.
En diferentes escenarios, el director de Prosperidad Social ha dicho que los PAS no son solo una respuesta temporal a la emergencia alimentaria, sino un catalizador para la transformación estructural de las comunidades más vulnerables al incentivar la participación de los ciudadanos en el desarrollo de sus propios territorios, generar autonomía y fortalecer el tejido social y económico de las regiones más marginadas.
Este modelo de gobernanza participativa, además de garantizar la seguridad alimentaria, pretende empoderar a las comunidades para que sean protagonistas de su propio futuro promoviendo un cambio profundo en la manera cómo los colombianos más pobres acceden a los recursos y construyen su bienestar.
Para qué y a quién le sirven los Puntos de Abastecimiento Solidario (PAS)
Con la iniciativa de los Puntos de Abastecimiento Solidario, el país está avanzando hacia una transformación profunda en la que la alimentación ya no es un privilegio de unos pocos, sino un derecho garantizado para todos.
En ese sentido, los PAS son centros de esperanza, inclusión, dignidad y cada uno de los 150 Puntos de Abastecimiento Solidario será un motor de cambio en los territorios más empobrecidos del país, no solo para combatir el hambre, sino para construir una sociedad más justa.
Con su diseño modular adaptado a las necesidades locales, cada uno de los centros tiene dos tipos de espacio: los puestos de venta al detal, como en las plazas de mercado tradicionales y los centros de acopio. Estos últimos en beneficio de agricultores y campesinos en general, quienes podrán llevar sus productos sin el apremio de vender rápido, muchas veces a pérdida, con tal de liberar la presión del vehículo de carga porque no tienen dónde manejar su mercancía de otra forma.
Adicionalmente, las edificaciones contarán con locales comerciales con la idea de poder ser rentados para que contribuyan a su sostenibilidad financiera para convertirse en un espacio donde la comunidad podrá organizarse y vender directamente lo que produce y a precios justos.
Se estima que el programa PAS, mediante sus proyectos tipo, generarán en su etapa de construcción más de 5.000 empleos directos por un periodo aproximado de 8 meses, entre ingenieros profesionales y obreros.
En su etapa de operación, 9.750 empleos directos y 2.500 indirectos, entre vendedores, vivanderos, campesinos, ayudantes, guardias de seguridad y otros, estimados aproximadamente, para un total de 17.250 empleos que mejorarán la calidad de vida de los colombianos.
Detrás de toda esta concepción de diseño físico e institucional, subyace otra idea de política pública, y es que la pobreza no se combate solo con alimentos, sino que se combate también con empoderamiento, capacidad de los más vulnerables de organizarse y participación activa en su propio desarrollo.
En resumen, los Puntos de Abastecimiento Solidario son una apuesta para transformar realidades duras desde sus raíces y construir una verdadera economía popular que no dependa de las grandes cadenas de comercialización, sino que aproveche los recursos locales para fortalecer el tejido social y económico de cada comunidad. A través de incentivos económicos para los emprendedores y espacios comerciales en los PAS, se fomentará la creación de nuevas unidades productivas, generando empleo, activando economías locales y, lo más importante, devolviendo la dignidad a quienes siempre han sido invisibles.
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