¡Pobre Colombia!

¡Pobre Colombia!

Por: Camilo Andrés Muñoz
junio 16, 2014
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¡Pobre Colombia!
Imagen Nota Ciudadana

Como ya es sabido, cerca de un millón de votos fue la ventaja (para este caso: grande) que le sacó de ventaja Santos a Zuluaga (Uribe). Sí y solo sí con el pretexto de la mayoría de votantes; la paz. Esta, sin duda, fue el as bajo la manga del Presidente reelegido. ¡Qué buena jugada! Con esta carta logró llamar la atención de sectores de izquierda y del centro político colombiano. Indecisos y votiblanquistas apoyaron a este neoliberal a llegar al poder. ¡Qué paradoja!

Inicialmente pensé votar por el ganador, pero fui sincero conmigo mismo, y no pude sufragar por alguien que tiene en crisis a la educación, la salud, el agro (pilares de un buen Gobierno) y a los más necesitados. Es ilógico que alguien que ha criticado fuertemente a este pésimo mandatario, ahora lo apoyara dizque para derrotar al títere de Uribe. Ante todo la coherencia. Salvo que si las cosas cambian (que es algo utópico en Colombia) me tendré que tragar mis palabras.

Dicen que ganó la paz. La paz, además, no está en manos de las Farc ni del Gobierno. Es otra cosa que nos queda difícil aceptar. La paz está, en la discusión y conflicto que yo evito, por la sonrisa y el buen consejo que doy. Esto es algo que también nos queda difícil vencer, porque somos fanáticos de momento y apasionados. La chispa nos explota y queremos acabar con el que se nos atraviese. Y así es imposible terminar con un cese del conflicto, sea el que sea.

Claro, se juega la paz, ¿y? Digamos que cesa el terrorismo de las Farc. Bien. Sin embargo, quedan las Bacrim, el Eln, la delincuencia común y, como si fuera poco: los uribeños. Porque ese expresidente sí que destila odio e incentiva al terror. Esto sí es doloroso y peligroso.

Aquí nadie ha ganado -todavía- seamos realistas. El meollo de todo esto es que en los pilares y necesidades básicas seguiremos igual. Los Gobiernos neoliberales y derechistas tienen jodido el país. Y para que no se me juzgue equivocadamente; no voté. La abstención es un acto democrático de inconformismo. Por eso: jamás cesará la horrible noche. ¡Pobre Colombia!

@Camuntor

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