La principal tarea que se le delegó a Antonio Sanguino cuando lo nombraron Ministro del Trabajo fue la de sacar adelante la reforma laboral en el Senado, tal como había hecho su predecesora Gloria Inés Ramírez en la Cámara de Representantes. Tarea que tenía que cumplir apoyándose del ministro del Interior, Armando Benedetti, el llamado a enfilar el Congreso. No resultó. Un grupo de ocho senadores de la Comisión Séptima, donde se está llevando a cabo el debate del proyecto, decidieron firmar una ponencia que busca archivarlo, lo cual hace que sea matemáticamente imposible que este sea aprobado.
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La Comisión Séptima del Senado tiene un total de 14 integrantes y, a priori, las cuentas del Gobierno apuntaban a un empate técnico, puesto que la balanza estaba muy dividida entre quienes han sido un respaldo para el proyecto del Petrismo, quienes se han mostrado frontalmente en contra y los indecisos.
En el primer grupo eran fijos los tres senadores del Pacto Histórico, Ferney Silva, Martha Peralta y Wilson Arias y el de Comunes, Omar de Jesús Restrepo. Mientras tanto, no estaba del todo clara la posición de parlamentarios como Fabián Díaz de la Alianza Verde, quien presentó una ponencia alternativa y del liberal Miguel Ángel Pinto, cuya posición frente al Gobierno siempre ha sido ambigua. Al final, este último terminó siendo la clave para ponerle la estaca a la reforma.
Pinto terminó aceptando el llamado de los opositores y su firma fue una de las ocho que tuvo la ponencia de archivo, logrando así una mayoría absoluta imposible de voltear
Los otros siete firmantes fueron las conservadoras Nadia Blel y Esperanza Andrade; Honorio Henríquez y Alirio Barrera del Centro Democrático; Berenice Bedoya de la Alianza Social Independiente (ASI) y las dos senadoras cristianas de la Comisión, Ana Paola Agudelo del Mira y Lorena Ríos de Colombia Justa Libres.
La respuesta del presidente Petro no tardó. En su cuenta de X no dudó a la hora de acusar a Pinto de haber traicionado “al pueblo trabajador de Santander y de Colombia” y tanto a Agudelo como a Ríos de traicionar “al padre putativo de Jesús”.
Por su parte, la senadora de la U, Norma Hurtado, no firmó la ponencia de archivo, pero tampoco estaba en las cuentas del Gobierno como un posible respaldo teniendo en cuenta que ella fue clave para hundir la Reforma a la Salud de Carolina Corcho.