Las mujeres se tomaron el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo

Las mujeres se tomaron el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo

El homenaje a Clara Schumann fue uno de los puntos más altos del Festival de Música Clásica que este fin de semana continúa a paso triunfal

Por:
abril 19, 2019
Las mujeres se tomaron el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo
Foto: Orquesta Filarmónica de Bogotá

A las dos de la tarde el cielo se rompió en Bogotá y el único refugio era el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo. Segundo día del Festival, el plato fuerte ese jueves santo sería la Orquesta de Amberes pero yo no asistiría a eso. A mí me interesaba otra cosa. La misma gente del primer día, valientes sacrílegos que decidían darle la espalda a la visita de monumentos y reuniones familiares para honrar a ese descreído del Schubert, que murió a los 31 años de una sífilis producto, como no, de sus desafueros, del suicida y loco Schumann y de su esposa Clara, tal vez la primera feminista de la historia.

A las 4.30 de la tarde el cielo se limpió después de tres horas de aguacero continuo. Las filas empezaban a alargarse para el homenaje. Si, se homenajeaba a Clara Schumann y de paso veríamos uno de los grandes orgullos que tiene Colombia, su Orquesta Filarmónica Juvenil que se presentaba en una fusión con la Orquesta Filarmónica de Bogotá. A las 4:50 ya estaban sobre el escenario, mostrando sus mejores galas, nerviosos, buscando entre el público a sus familiares. Son 40 jóvenes menores de 20 años. El escenario no puede ser mejor. El Teatro Mayor está repleto, espectacular. La encargada de llevar la batuta esta vez será Zoe Zeniodi, quien lidera la prestigiosa Orquesta juvenil Greco-Turca. En el 2017 se convirtió en la primera mujer en dirigir la Opera Southwest. La acompañaba la premiada pianista Lise de la Salle quien sería la solista del Concierto para piano en La menor op 7 de Clara Schumann.

Si, desde los primeros acordes el espíritu de ella flotó sobre nosotros. Pocos músicos la han guerreado tanto como ella. Madre de siete hijos, tuvo que sobrellevar la locura de su marido, Robert, y las penurias de la guerra a punta de clases de piano. El piano no sólo era su pasión, era su único sustento. El público, más de mil personas, nos conectamos inmediatamente con la intensidad de la pianista francesa y con Zeniodi quienes emocionaron hasta las lágrimas a jóvenes y viejos quienes sin rechistar abrieron su corazón para recibir la música más hermosa del mundo. El espectáculo terminó con una sólida versión de la Sinfonía Número 1 de Robert Schumann. Los muchachos habían pasado largamente el examen de sus vidas.

A esa misma hora el Teatro Colón estaba lleno, se presentaba la Filarmónica de Konstanz. Los organizadores del Festival estaban felices. La Música Clásica en Bogotá tiene su nicho y un nicho cada vez más grande y cada vez más joven. La fiesta continúa.

Sigue a Las2orillas.co en Google News
-.
0
Los comentarios son realizados por los usuarios del portal y no representan la opinión ni el pensamiento de Las2Orillas.CO
Lo invitamos a leer y a debatir de forma respetuosa.
-
comments powered by Disqus
--Publicidad--