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Las hermanas Yvette y Denise Hakim no siguieron la tradición familiar que inició desde su abuelo Salomón Hakim como uno de los más reconocidos neurocirujanos en la historia de la medicina en Colombia. Este legado continuó con su papá, el doctor Fernando Hakim, quien dirige la Unidad de Neurología de la Fundación Santa Fe donde se recupera Miguel Uribe Turbay y fue el cirujano al frente de las dos intervenciones quirúrgicas que han logrado salvarle la vida tras el atentado del pasado 7 de junio que pudo haber sido mortal.
Yvette y Denise, quienes parecen ser hermanas gemelas, pero solo se llevan un año de edad de diferencia, tomaron un camino diferente al de la medicina y se dedicaron a la gastronomía, pero sin olvidar sus raíces, fusionando los sabores colombianos con los del Medio Oriente que conocen muy bien siendo sus bisabuelos, unos inmigrantes libaneses con pasaporte Otomano, quienes llegaron a Puerto Colombia vía Cuba. Las hermanas Hakim se arriesgaron por la repostería a pesar de que en la cultura libanesa se mueve especialmente la comida de sal, pero ellas empezaron a experimentar con los postres. Ahí se quedaron.

Su elección contó con el respaldo de su papá Fernando y de su mamá quien era una apasionada por la cocina, por hobby, y que desde pequeñas las metió a la cocina. Cuando empezaron a estudiar Administración de Empresas en el Cesa, vendían brownies a mil pesos. Las hermanas preparaban quince diarios, pero no siempre los vendían todos. Había días que regresaban a casa con más de la mitad de brownies, y ahí Fernando Hakim cuando regresaba de su ardua jornada de cirugía en la Fundación Santa Fe le compraba los brownies que les había sobrado y los regalaba en el hospital. Les decía que no dejaran de venderlos, siendo la constancia la clave del éxito, y así fuera él su único cliente al final del día.
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Mejoraron la receta de los brownies, añadiéndole toppings. Así fue como las hermanas Hakim pasaron de vender brownies a mil pesos a dos mil pesos y finalmente a tres mil pesos. Fueron cinco años donde vendieron estos postres, inclusive durante sus prácticas. Trabajaban durante el día y en la noche preparaban la venta del día siguiente. El negocio fue creciendo y la cocina del apartamento familiar quedó pequeño. Su mamá ya no podía usar el horno y un Día de la Madre se convirtió en un caos cuando les encargaron 400 cajas de brownies que despacharon desde su portería, algo que no le gustó algunos vecinos que se quejaron con la administración.
Por recomendación de su papá en 2012 iniciaron formalmente su emprendimiento al que bautizaron Hakim Pastery. Para no ser únicamente reposteras empíricas estudiaron panadería, pastelería y repostería en el Instituto Mariano Moreno en Bogotá.
Se pusieron manos a la obra a buscar un lugar de operaciones. Así fue como llegaron al barrio El Polo en la Calle 83 con Carrera 21, al norte de Bogotá. Pero fueron ellas quienes asumieron los gastos de la remodelación del local con lo que habían ahorrado durante la universidad y finalmente compraron el lugar en sociedad con sus papás.

En 2019 los jurados del programa Gourmet en Argentina las contactaron después de que vieron una entrevista que les hicieron a las hermanas en la Revista Jet Set. Con 60 recetas de prueba lograron entrar al reality Dulce al cuadrado y se fueron a vivir una temporada en Buenos Aires mientras rodaban el programa. El reto fue hacer sus recetas libanesas a pesar de que algunos ingredientes con los que solían cocinar no se conseguían en Argentina, sin mencionar que era plena temporada de invierno y muchas frutas tampoco estaban en el mercado.
Después de esta experiencia, su negocio en Bogotá se catapultó como una de las reposterías que más vende en aplicaciones como la de Rappi con una calificación de 4.9 punto al igual que en TikTok está dentro del top 3 de reposterías más populares y recomendadas de Bogotá.

La huella del neurocirujano Fernando Hakim en sus hijas
Ivette y Denise son devotas de San Charbel, el santo al que han encomendado su negocio, y al que también se encomiendo su papá, el neurocirujano Fernando Hakim, con más de treinta años de experiencia, antes de enfrentarse a cualquier intervención quirúrgica con la oración: “San Charbel acompáñame en cada cirugía, guía mis manos con sabiduría, precisión y compasión”.
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Y es que toda familia Hakim es devota de San Chárbel y cuando viaja al Líbano, por lo general, una vez al año, visitan la emblemática estatua del santo que cura a la gente al que los Hakim considera intercesor de los milagros. Desde que Fernando Hakim es el médico de cabecera de Miguel Uribe Turbay, sus hijas también han estado en cadena de oración, la cual desde hace una semana acompaña todos los pedidos que envían a sus clientes:
