La falta de avances en las investigaciones por abuso y acoso sexual contra mujeres deportistas de Bogotá es hoy el centro de una denuncia disciplinaria contra la fiscal general de la Nación, Luz Adriana Camargo. Son 41 casos recopilados desde 2021, cuando varias jóvenes de diferentes ligas deportivas decidieron reportar situaciones que afectaron su seguridad durante entrenamientos, competencias y procesos formativos, cuando el Fiscal era Francisco Barbosa que recibió la Fiscal Camargo, además de otros nuevos, que siguen sin tener una respuesta concreta por parte de la justicia.
De los 41 casos entregados a la Fiscalía, solo 27 aparecían registrados en los sistemas internos. Y de esos 27 expedientes, apenas 8 siguen activos. Los demás fueron archivados o mal clasificados, lo que dejó a las víctimas sin claridad sobre el destino de sus denuncias. Esta situación llevó a que las distintas ligas alzaran la voz buscando que la Fiscalía reaccione frente a hechos que involucran violencia sexual.
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Las familias de las deportistas se enfrentaron a un panorama de puertas cerradas. En 2023, con Barbosa como Fiscal, cuando ya había pasado un tiempo considerable desde que se presentaron las denuncias, se radicó una petición para conocer el estado de los procesos. Nunca fue respondida. Un año después, ya con la Fiscal Camargo posesionado se insistió con una nueva solicitud de seguimiento a los procesos y tampoco hubo respuesta.
El primer recurso judicial que se interpuso este año fue una acción de tutela para forzar a la entidad a entregar la información. La respuesta fue una formalidad que no resolvió las inquietudes de las familias de las víctimas en cuanto se limitaba a citar generalidades de los casos reportados sin incluir las actuaciones judiciales por parte de la Fiscalía.
Representantes de las ligas decidieron hacer llegar una denuncia por omisión ante la Comisión de Acusaciones y buscan con ella cuestionar la manera como se atiende por parte del Estados delitos de violencia sexual en el deporte, algo que es más común de lo que se cree y que permanecen en silencio para evitar entorpecer las carreras deportiva.
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o único que llegó fue una contestación formal, escrita como si bastara con cumplir un trámite, pero sin aclarar qué había pasado con cada denuncia. La sensación para quienes llevan años esperando fue la misma: todo seguía en el aire, sin un dato claro que ayudara a entender por qué nada avanzaba.
El documento enviado por la Fiscalía terminó revelando más vacíos que certezas.. Incluso en los pocos expedientes que seguían activos no existía una acusación formal. Para las deportistas y sus familias, ese panorama se convirtió en una especie de confirmación de algo que venían sintiendo desde el inicio: estaban enfrentando un sistema que no alcanzaba a protegerlas y que dejaba sus denuncias atrapadas en trámites sin profundidad.
La denuncia contra la fiscal Camargo intenta definir si todo esto responde a fallas profundas dentro de la institución o a omisiones que nacen desde su propio liderazgo. Si la Comisión de Acusaciones determina que hubo responsabilidad, las consecuencias podrían ir desde una suspensión hasta su salida definitiva del cargo. Y más allá del proceso disciplinario, el caso volvió a resolver.
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