“La Metamorfosis” de Kafka y otras yerbas

“La Metamorfosis” de Kafka y otras yerbas

"Es una alegoría cruda a la gris vida del europeo de una época de grandes convulsiones sociales previas y durante la revolución rusa, la agitación de los obreros en Alemania"

Por: Leandro Felipe Solarte Nates
septiembre 19, 2017
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“La Metamorfosis” de Kafka y otras yerbas

Desde los primeros párrafos, con la minuciosa descripción anatómica del insecto en el que amaneció convertido el viajante de comercio, Kafka abre la literatura fantástica a mundos paralelos que ironizan la realidad y nos sumergen en la tragedia del hombre promedio de la sociedad moderna; que al estilo de Tiempos Modernos, la película de Chaplin, es convertido en una pieza más del engranaje, triturándolo entre poleas con su desaforado ritmo de producción y consumo de bienes, reducido a ser un simple operario remunerado para que pueda sobrevivir y ser proveedor de cosas y sólo valorado por sus interesadas empresas y familias, mientras sea productivo, no se enferme, y todos los días pueda coger puntualmente el tren rumbo a su prisión a sueldo.

Gregorio Samsa y su miserable vida de rutinas de esclavo asalariado, al estilo de los depresivos hombres de las enloquecedoras ciudades industrializadas, una mañana lluviosa y gris, no quiere, y tampoco puede, levantarse a continuar, como caballo de trapiche, dándole vueltas a los días y años que pasan, enterrándose cada vez más profundamente, en la misma trinchera de maltratos y ruindades que al final será su tumba.

Gregorio, no soporta más tanto agobio del mando medio del comercio de telas, que ha ido a su casa a recriminarlo, porque no ha cumplido el horario del tren, y como puede, agobiado por el peso de la caparazón de insecto con que amaneció y su incapacidad de dominar las patitas que reemplazaron sus extremidades, se incorpora a intentar abrir la puerta de su austera habitación. Trata de hablar preocupado por las recriminaciones del supervisor, pero de sus mandíbulas de insecto salen destemplados y casi inaudibles aullidos que aterran al apoderado y a su familia. Cuando al fin con sus mandíbulas  logra hacer girar la llave en la cerradura, el monstruo en que se ha transmutado, los aterra a todos y produce la atropellada huida del apoderado y la reacción del padre intentando devolverlo, empujándolo con el bastón a su habitación, sin importarle si pueda hacerle daño físico.

Puede ser una alusión literaria a un hombre sumiso, que un día se rebela ante la tiranía de sus jefes y su familia, a quienes solo les importa, si produce bienes, y decide no levantarse a trabajar, y cuando quieren obligarlo, los manda a la mierda, provocando airadas reacciones de sus despiadados explotadores.

La Metamorfosis es una alegoría cruda a la gris vida del europeo de una época de grandes convulsiones sociales previas y durante la revolución rusa, la agitación de los obreros en Alemania, la caída del imperio turco y la disolución del imperio astro-húngaro, al que pertenecía la ciudad natal del autor: Praga y previa a la primera guerra mundial, con el ocaso del sueño romántico en la vida y la literatura y con el   promedio de hombres modernos deshumanizados por las relaciones productivas, laborales, sociales y familiares tejidas por la esclavitud industrial de la sociedad patriarcal, en donde el poder representado por los dueños de las fábricas y los padres autoritarios en las familias —como lo fue el de Kafka— convierten la vida cotidiana en una tragedia ‘dickensiana’, al estilo del Londres del siglo XIX, pero con gran énfasis en la devastación psicológica de las rutinas opresivas de una sociedad aplastante con sus rígidas normas y prejuicios anquilosados que desmenuza Kafka y desarrolla a lo largo de las historias plasmadas en La metamorfosis, Carta al padre, El Castillo y El proceso, entre otras de sus grandes obras.

PD: Alerta sobre el cuidado de la vegetación autóctona que sobrevive a orillas del río Cauca y sus alrededores, con miras a mantener y preservar un corredor forestal que garantice la calidad del aire, en la cada vez más contaminada ciudad y para la preservación de especies nativas de flora y fauna, en peligro por la urbanización creciente e invasiones en cercanías al vivero del Inderena.  Para el nuevo Plan de Ordenamiento Territorial son claves proyectos como el parque lineal a orillas del río Cauca y el Jardín Botánico, que algunos ecólogos y la Fundación del río Las Piedras vienen promoviendo.  Si las autoridades y particulares no se ponen de acuerdo para un manejo ambientalmente sostenible de los ríos y vegetación a sus orillas, está en peligro la supervivencia de especies únicas de aves, mientras continúan talando los reductos boscosos donde anidan y encuentran frutos e insectos para su alimentación. Un sector clave es el delimitado entre el club Campestre y las orillas del río Cauca en límites con el centro recreacional de Comfacauca, en Pisojé, y a lo largo de su cauce por la ciudad. En las zonas verdes de nuevas urbanizaciones como San Bernardo, también deben fomentarse jornadas de siembra de árboles nativos.

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