La izquierda al poder en 2026: si sucedió una vez, puede volver a suceder...

La izquierda al poder en 2026: si sucedió una vez, puede volver a suceder...

Petro tendrá que resignarse a designar un sucesor, como Putin hizo con Medvedev y Cristina con Alberto Fernández. Seguramente el ungido será Daniel Quintero

Por: Omar Eduardo Bohórquez Mahecha
abril 05, 2024
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La izquierda al poder en 2026: si sucedió una vez, puede volver a suceder...

Creo que hay una sensación de triunfalismo adelantado de la derecha y centro derecha, donde por cuenta de la pésima gestión de Gustavo Petro como presidente de Colombia, se está dando por sentado que en las justas electorales de 2026 ganará el candidato que no sea de izquierda.

Lamento bajarlos de la nube, pero, partiendo de la simple premisa de que si ya sucedió una vez, por qué negar la posibilidad de que pueda volver a suceder, vamos a hacer a continuación algunas cuentas y especulación electoral.

1.- Votantes “fieles”: Estaremos de acuerdo en que el real techo de la izquierda en nuestro país es de aproximadamente un 30%[2], aunque ganaron en el 2022 aprovechando -en parte- una oleada de inconformismo, un voto de castigo, un voto de opinión, de un electorado no necesariamente de izquierdas, pero harto con el status quo, con las clases dominantes de nuestro país, porcentaje este que creo que perdieron para el 2026, habida cuenta de la mala gestión de Petro, de sus escándalos, del descubrimiento de sus non sanctos métodos para hacerse al poder (casos Nicolás Petro, Armando Benedetti, Sebastián Guanumen, etc.).

Sobre el total de cerca de 20 millones de votantes del 2022, este porcentaje de “fieles” del izquierdismo vienen siendo unos 6 millones. Cualquier cálculo ha de partir de esa cifra, que se entiende es formada por izquierdistas/progresistas de convicción. Claro, ese porcentaje no da para ganar una presidencia, pero sigamos.

2.- Votantes “estado dependientes”: Este segmento proviene del votante cuyo ingreso proviene del estado, esto es, cargos públicos, contratación estatal y beneficiarios de subsidios de toda laya. En el gobierno Petro ha sido evidente el aumento de estos tres sub ítems[3] si bien bajo pretexto de la justicia y la inversión social. Esta fórmula es infalible por cuanto genera un importante sector de votantes (clientela) que depende para su subsistencia, y la de sus familias, del estado, como se dijo, por la creación de empleos públicos habitualmente innecesarios (corbatas), por la repartija de contratos del estado y por el reparto de subsidios. Esta fórmula dio frutos en Argentina para que el kirchnerismo se sostuviera durante 20 años, con las consecuencias que vemos hoy en día, inflación, devaluación de la moneda, aumento de la pobreza, etc[4]. De hecho, Petro fue muy exitoso creando este modelo de clientela electoral basado en nóminas paralelas y contratistas durante su paso como alcalde de Bogotá. Por supuesto, no todo empleado/contratista público/receptor de subsidios vota necesariamente por la izquierda, pero la tendencia natural es mantener en el poder a quien me está financiando o generando el ingreso.

Es muy difícil medir esta variable en votos, pero intentemos. En Colombia para finales de 2022 había aproximadamente 1 millón 300 mil servidores públicos y cerca de 910 mil contratistas de prestación de servicios[5] (y la cifra aumenta). Ahora bien, existe otra importante clientela electoral y es aquella que depende de los grandes contratistas del estado como Euclides Torres y Alfonso el “Turco” Ilsaca. Recuérdese, por ejemplo, lo crucial que resultaron los barones electorales Musa Besaile y “Ñoño” Elías y su red de contratación, en el año 2014, para lograr la reelección de Juan Manuel Santos, después de haber perdido la primera vuelta. Por supuesto, estos megacontratistas, grandes beneficiarios del régimen, están interesados en que se mantenga la línea política actual, y moverán sus maquinarias para conseguir ese propósito. Solo para hacernos una idea de la importancia de esta variable, téngase en cuenta que el monto de la contratación pública para finales del año 2022, fue de 157 billones de pesos, esto es, un 13.3% del PIB[6]. Y es mi creencia particular, que si en las justas electorales de años anteriores, había algún recato o algún disimulo en esto del uso de la contratación pública con fines electorales, para las del año 2026 no habrá por parte del actual gobierno tal recato o tal disimulo. Recordemos la desfachatez de Petro haciendo campaña presidencial desde el 2021, la desaforada recepción de dineros para la campaña procedente de toda clase de donantes, la clara violación de topes electorales. Ellos van por todo el pastel, no tienen intención de dejarlo escapar, para ellos no hay límites, para ellos no hay líneas éticas, como bien reconoció Guanumen.

Agreguemos que, en aras de seguir agigantando al estado, de conseguir que los colombianos -pueblo tradicionalmente emprendedor y de iniciativa privada- sea cada vez más sumiso y dependiente, Petro denota su intención de volver a Ecopetrol un monstruo más burocrático que técnico (tal como sucedió con PDVSA), y si bien pareciera que, por ahora, no logrará el control de los inmensos recursos de las pensiones privadas y de la salud, es posible que su sucesor, claro, si es el de su línea, lo logre. No olvidemos que la paciencia, la planificación a quinquenios, a décadas, es una virtud que hay que reconocerle a la izquierda.

Así las cosas, y creo que estoy siendo conservador, estimo en unos 3 millones de ciudadanos la cifra de aquellos que, por empleos públicos, por contratos de prestación de servicios, por subsidios, por la maquinaria de los grandes contratistas, dependen del estado. Considerando que estos 3 millones pueden estar cruzados con los 6 millones de los votantes que hemos denominado “fieles” y que no necesariamente todos votarán a la izquierda, reduzcamos esa cifra a 2 millones. Si recordamos que Petro ganó con 11 millones 281 mil votos, vemos que ese porcentaje es significativo, esto es, unos 10 puntos porcentuales. Con el 30% de votantes “fieles”, más este 10%, tenemos un 40%, falta poco.

3.- Votantes “constreñidos”. ¿Y cómo completamos esos 10 puntos porcentuales necesarios para que la izquierda pueda repetir en el 2026, esto es, otros 2 millones de votos? Sencillo, con la votación de los territorios que en nuestro país son dominados por organizaciones armadas ilegales. En las elecciones 2022, hay que decirlo, Petro ganó ampliamente en las regiones donde imperan esas bandas[7], que cuentan con el combustible infinito de los dineros del narcotráfico (de ahí se puede entender el poco interés de Petro en combatir esas organizaciones). Así, por ejemplo, en el 2022, Petro logró 515.074 votos en el Cauca, 592.170 votos en Nariño, 127.846 votos en el Chocó, 110.118 votos en el Putumayo[8], zonas dominadas por estas organizaciones para un total de total 1’345.208. Si bien es cierto que muchos de estos votantes de zonas dominadas por organizaciones ilegales son de esos votantes “fieles”, esto es, se cruzan las cifras aquí postuladas, también es verdad que por ahora no hemos contabilizado otras zonas con amplia influencia de esas bandas, como Arauca, Caquetá, Costa Caribe, Norte de Santander.

Como creo que he demostrado, estas cifras y pequeño ejercicio de especulación electoral dan para concluir que, a pesar del desastre que en todos los planos que ha representado el gobierno Petro, la izquierda lo tiene todo para volver a alzarse con el poder en el 2026.

Petro, a título de termómetro, lanzó el globo sonda de la constituyente para medir la factibilidad de su reelección (también para distraer a la opinión pública de todo su desastre), pero ha podido concluir que esa idea -por ahora- no es viable, de manera que tendrá que resignarse a designar a un sucesor, de la misma forma en que Vladimir Putin hizo con Dimitri Medvedev y Cristina Fernández de Kirchner hizo con Alberto Fernández. Mi predicción es que el ungido será Daniel Quintero.

El camino de Colombia al socialismo del siglo XXI sigue su marcha, lenta pero inexorablemente.

*Abogado de la Universidad Externado de Colombia, con postgrados en la Universidad Complutense de Madrid, Centro de Estudios Políticos y Constitucionales de Madrid, con experiencia en la Fiscalía General de la Nación, Ministerio de Relaciones Exteriores, Jaime Granados Peña & Asociados, socio fundador de Bohórquez & Umaña Consultores S.A.S, actualmente abogado litigante y consultor.

[2] Ver https://www.elespectador.com/politica/izquierda-o-derecha-asi-se-identifica-la-gente-en-las-ciudades-capitales-segun-invamer-elecciones-2023/ o https://www.eltiempo.com/elecciones-2022/actualidad-electoral/elecciones-2022-crece-afinidad-con-la-izquierda-segun-encuesta-655550 .

[3] Ver https://www.dnp.gov.co/Prensa_/Noticias/Paginas/gobierno-aumento-a-74-billones-la-inversion-publica-en-2023.aspx .

[4] Ver https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-64959872 .

[5] Ver:  https://www.mintrabajo.gov.co/prensa/comunicados/2022/diciembre/gobierno-nacional-buscara-formalizar-a-910-mil-contratistas .

[6] https://www.larepublica.co/analisis/juan-pablo-herrera-saavedra-401993/contratacion-publica-en-colombia-en-cifras-y-diseno-de-mecanismos-3590584#:~:text=Con%20corte%20diciembre%20de%202022,13%2C3%25%20del%20PIB .

[7] Ver https://www.portafolio.co/economia/gobierno/ivan-mordisco-dice-que-apoyo-a-gustavo-petro-durante-campana-presidencial-disidencia-de-farc-601037 .

[8] Ver https://www.larepublica.co/elecciones-presidenciales-2022/resultados-segunda-vuelta , se puede examinar departamento por departamento.

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