La renuncia de Juan David Correa como ministro de Cultura de Colombia generó una ola de reacciones tanto dentro como fuera del gobierno. Su salida estuvo marcada por su rechazo a la designación de Armando Benedetti como jefe de despacho de la Presidencia, debido a denuncias por maltrato a mujeres. Sin embargo, tras su renuncia, Correa hizo una serie de declaraciones en medios que resultan contradictorias con el tono conciliador y agradecido de su carta de renuncia dirigida a Gustavo Petro.
Juan David Correa no fue el único ministro que salió del gabinete, pero su caso es llamativo porque evitó un enfrentamiento directo con Petro en su carta de renuncia, pero después lo criticó abiertamente en los medios.
Esta incoherencia plantea varias preguntas: ¿Por qué no dijo estas críticas en su carta de renuncia? ¿Por qué esperó hasta salir del ministerio para exponer sus inconformidades? ¿Su permanencia en el gobierno fue un acto de conveniencia o de convicción?
La Contradicción entre la Carta de Renuncia y sus Declaraciones
La carta de renuncia de Juan David Correa fue breve, formal y sin confrontaciones. En ella, agradece a Petro por la oportunidad y enumera algunos logros del Ministerio de Cultura durante su gestión. Su tono es respetuoso y diplomático:
Extracto de la carta:
"Le reitero públicamente mi gratitud por el reconocimiento y la invitación a trabajar para el primer gobierno progresista de Colombia. Ha sido una labor tremendamente enriquecedora para mí."
Después de su renuncia, Correa salió a atacar en los medios de comunicación.
Incomodidad en el Consejo de Ministros:
"No me sentí cómodo con la forma en que se transmitió el Consejo de ministros. No me gustó ver a un presidente que regaña a sus ministros en público, porque eso hace parte de una cultura patriarcal que debemos superar."
Falta de transparencia y desorganización:
"Los ministros llegábamos a reuniones sin saber cuándo se harían o si el presidente llegaría. No había organización en el despacho y eso generaba incertidumbre."
Autoritarismo de Petro:
"El Consejo de Ministros se convirtió en un espectáculo de regaños y humillación pública."
Gobernar con emociones y no con estrategia:
"La política emocional crea monstruos. No se puede gobernar con las emociones como motor principal, sino con estrategia y claridad en los objetivos."
Falta de transparencia y desorganización:
"Los ministros llegábamos a reuniones sin saber cuándo se harían o si el presidente llegaría. No había organización en el despacho y eso generaba incertidumbre."
Autoritarismo de Petro:
"El Consejo de ministros se convirtió en un espectáculo de regaños y humillación pública."
Gobernar con emociones y no con estrategia:
"La política emocional crea monstruos. No se puede gobernar con las emociones como motor principal, sino con estrategia y claridad en los objetivos."
Comportamiento de Armando Benedetti:
"No puedo estar en un gobierno que pone en un alto cargo a alguien demandado por maltrato a mujeres. Eso es contradictorio con el cambio cultural que queremos para Colombia."
Incoherencia evidente
En la carta de renuncia no mencionó ninguna de sus críticas al gobierno. No expresó su inconformidad con el liderazgo de Petro ni con la falta de planificación. No explicó su postura sobre la falta de transparencia en el gobierno. Si realmente consideraba que Petro dirigía con autoritarismo, improvisación y falta de ética, ¿por qué no lo dijo claramente en su carta de renuncia y cuando se pronunció en el Consejo de Ministros?
¿Falta de cojones para confrontar a Petro?
Juan David Correa tuvo la oportunidad de demostrar coherencia y valentía política al presentar su renuncia con un mensaje fuerte y directo a Petro. Sin embargo, su carta fue muy cortés y sin confrontaciones, lo cual no representa la realidad de su pensamiento, su opinión y experiencia en el gobierno. Solo después de salir del ministerio comenzó a criticar a Petro. Permaneció en el gobierno a pesar de sus críticas. No se retiró antes, lo que pone en duda su verdadero compromiso con sus principios.
¿Qué demuestra esto? ¿Oportunismo o Principios?
Correa no tuvo la valentía de decirle a Petro en su cara, lo que luego salió a decir en los medios. Su actitud refleja un miedo a la confrontación directa con el presidente y un cálculo político para no quedar mal mientras todavía formaba parte del gobierno.
La renuncia de Correa se presenta como un acto de coherencia y principios, pero su falta de franqueza en su carta y su demora en salir del gobierno sugieren que su decisión pudo haber sido más estratégica para evitar confrontaciones innecesarias.
Si realmente era una cuestión de principios, su renuncia debió ser mucho más clara y contundente desde el inicio. En lugar de eso, su salida parece más un acto de oportunismo que de verdadera ética política.
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