Juanpa: balance de prueba
Opinión

Juanpa: balance de prueba

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noviembre 03, 2014
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Se usa en contabilidad el balance de prueba, que de tiempo en tiempo se estila para conocer el rumbo de la empresa, corregirlo cuando anda mal, o invitar a los directivos para castigar a los que no ejecutan, con graves reprimendas o incluso con la destitución. Pues, don Juanpa, llamado así por su propia voluntad, escuche el resultado de este balance, cerrado su primer período y ya en marcha el segundo que ganó con tan malas mañas.

Recibió Juanpa un país seguro, que tenía viva la culebra pero perdida en la espesura, fugitiva y dolida.

Hoy nos tiene Juanpa en un país casi invivible. Nos comió la extorsión, que galopa como apocalíptico jinete por todos los costados de la Nación y que a todos alcanza y maltrata. Varias regiones del país están en manos de los bandidos, como el Catatumbo, Putumayo, Caquetá, Arauca, todo el Pacífico. No hay lágrimas para llorar tanto dolor, Juanpa.

Recibió un Ejército victorioso, orgulloso de su condición, ganador de todas las batallas. Tiene un Ejército confundido, sin liderazgo ni voluntad, que no sabe si sus enemigos son sus enemigos o sus futuros jefes. El Mariscal Romaña departe en la mesa con el General Flórez y se puede llamar a lista en las cárceles a los oficiales mejores, a los soldados más heroicos. Nunca imaginamos tanta vergüenza.

Usted recibió un país con dobles calzadas en marcha, con inmensos proyectos en desarrollo, recuperando decenios de atraso y de abandono. Las obras están detenidas, por su incompetencia y su desdén, Juanpa. El túnel de La Línea es una catástrofe; la carretera desde Bogotá al Magdalena sigue en estudios y completo abandono; la carretera a Buenaventura da pena; la doble calzada a Girardot le quedó con túnel roto y las Autopistas de La Montaña quedaron convertidas en trochitas, sin un peso para construirlas.

Álvaro Uribe le dejó más de 120 hospitales reconstruidos, equipados, eficientes y cobertura casi plena con servicios que no dejaban morir a los pobres en la puerta de centros asistenciales. Hoy se mueren, comidos de deudas y de indolencia.

Cecilia María Vélez entregó una educación dignificada, con cifras al alza y niños que aprendían. Juanpa nos ha puesto en la cola del mundo con las pruebas Pisa, y como en todo, no ha construido nada, mejorado nada, avanzado en nada.

Juanpa recibió el Gobierno con seis grandes cárceles recién construidas y equipadas, obra del Ministro Sabas Pretelt. Juanpa no ha tenido tiempo, en más de cuatro años, de construir un calabozo. Las cárceles tienen hacinamiento oprobioso y condiciones infrahumanas de convivencia. La palabra resocialización no le dice nada al despistado Presidente. Claro que en su momento prometió megacárceles, como nunca antes.

El Presidente Uribe y su Ministro Luis Ernesto Mejía, le dejaron una bonanza petrolera que jamás conocimos. Un millón de barriles por día, exploraciones que coparon los taladros disponibles, inversiones colosales. Se le acabó la bonanza, Juanpa. Y no solo porque los precios del petróleo volvieron a los de la época de Uribe, sino porque la inversión se fue, los bandidos le ganaron la guerra a la exploración y al transporte del crudo y los inversionistas se largaron. Ecopetrol, la joya de la corona, o si lo quiere sencillamente, la vaca lechera, dejó de ser vaca y de ser joya. Su valor patrimonial ha caído en cincuenta mil millones de dólares y sus utilidades se desvanecen. Ya no es la gran solución. Es el gran problema.

Por cuenta del excelente manejo de la economía, el de Uribe y Oscar Iván Zuluaga, y por la lotería del entorno favorable, usted fue beneficiario de la más grande bonanza que el país ha recibido en toda su historia. Con petróleo a ciento cincuenta dólares el barril y con carbón valiendo oro, usted ha podido mostrar una balanza comercial y cambiaria, y unos niveles de recaudo tributario sin comparación posible. Eso se acabó. En parte por culpa suya, que resolvió entregarle el país a los bandidos y los bandidos empezaron a comérselo por su estructura energética. Y en parte porque ese feliz entorno de precios astronómicos ha desaparecido.

¿Y qué hizo con la bonanza, Juanpa? Repartió mermelada en la tostada de sus ávidos amigos, llenó los medios de comunicación de dinero para que a cambio exaltaran su imagen, gastó millonadas en francachelas, y anunció, anunció y anunció cosas que llegarían “como nunca antes”. Y no hizo nada, Juanpa. Los jóvenes están desempleados, viendo para dónde se van, la industria está paralizada, por mucho que su áulico Mac Master le diga que anda por las nubes y el campo se le acabó, esperando la llegada de los bárbaros.

Su balance de prueba no puede ser peor. Siga viajando. Afuera no lo conocen suficientemente. Visite Reyes y Jefes de Estado y siga gambeteando la realidad. Hasta cuando pueda.

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