Juan Manuel Paz Otero, el economista que entendió su querido Cauca, se despide de este mundo

Juan Manuel Paz Otero, el economista que entendió su querido Cauca, se despide de este mundo

Hace un mes me enteré de que mi profesor en la U del Cauca, había decidido abrazar la eutanasia a los 78 años. Lo recuerdo con admiración y respeto

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febrero 03, 2025
Juan Manuel Paz Otero, el economista que entendió su querido Cauca, se despide de este mundo

Hace 20 años conocí a Juan Manuel Paz Otero. Su sensibilidad social y su brillantez me acercaron a él sin otra posibilidad que gozar de una amistad duradera, que se mantiene hasta al presente. Hace apenas un mes, me enteré de que mi profesor de Economía en la Facultad de Derecho de la Universidad del Cauca, había asumido la decisión de abrazar la eutanasia a los 78 años.

Cuando lo visité, en su departamento del barrio La Pamba (Los Magnolios), en el ya lejano Popayán, me explicó que su decisión de poner fin a su periplo vital venía madurándose desde los juveniles 16 años cuando leyó el discurso de Kirillov, el suicida de “Los demonios” de Dostoyevski. Aquel personaje de ficción creado por el escritor que soportó la prisión gélida en Siberia, poniendo fin a una densa discusión dialéctica con los nihilistas, a los que desafió y llamó cobardes con la siguiente frase que cito:

“Todo el que quiera la libertad suprema debe tener el atrevimiento de matarse”.

Dostoyevski y Juan, llevaron así a una zona álgida la fe judeocristiana, pero también a otras cosmovisiones, en las que no encontraron estos hombres pletóricos de sustancia espiritual, pero sin salidas comprobables, sentido o sosiego a través de una fe muda.

Heidegger se preguntó en “El Ser y el Tiempo” —obra con la que casi me sumo a la decisión de Juan— si vale la pena vivir o no, ya que somos seres para la muerte y somos ser-en-el-mundo. En aquel entonces, contaba con 18 años y tuve como lo relató el Dr. Raymon Moody Jr. una experiencia cercana a la muerte.

Mientras tanto Kant, solo se limitó a preguntarse de manera platónica, si esta experiencia de la conciencia era real o no.

Por su parte Albert Camus decía que los únicos verdaderos herederos del nihilismo, eran los bolcheviques; y Víctor Frankl, también se hizo esta pregunta recluido en un campo de concentración nazi, base de su obra humanista “El Hombre en búsqueda de sentido”.

En la Biblia encontramos siete suicidas: Abimelec; Saúl; el escudero de Saúl; Ahitofel; Zimri; Judas y Razías.

El suicidio para aliviar las cargas de la cultura y de una psicología desprovista de ayudas lo suficientemente actualizadas y científicas, en un mundo donde apenas se descubren los efectos duraderos de la ketamina, protocolos que aún no son propios de un municipio atrasado como Popayán; y no hay un proyecto de vida para la soledad a los 78 años para un hombre por encima de la media.

Hace un par de años, publiqué una entrevista que hice con el director de psiquiatría del hospital de Yale al respecto, sobre los efectos inmediatos de esta medicina:

Juan Manuel Paz, como hombre sincero con sus convicciones de cada momento, abrazó en algún pasaje de su juventud la fe católica como seminarista para abandonarla en aras de entrar en la guerrilla que lideraba el cura Camilo Torres el sentido social del cristianismo. Después, dicho se vertió en las ánforas académicas como economista, poniendo toda su ilustración y talento al servicio de los más necesitados, condición intelectual que lo acompañó hasta su vejez.

VELANDO AL AMIGO QUE AÚN VIVE

En Popayán invitó a sus amigos y familiares para compartir sus últimas horas de vida. Contaba y valoraba cada segundo del tiempo al punto de decirnos: “ya solo me quedan con ustedes 72 horas”.

Con sus hijas, nos arropamos con el poema “Llorar a lágrima viva” de Oliverio Girondo. También leímos a Alfonsina Storni, suicida argentina, siendo algunos de sus versos musicalizados por la concertista payanesa Natalia Franco en la residencia del intelectual al que llamamos maestro.

Le dije confiado en su espíritu jocoso que había otro poema de Oliverio llamado “Dicotomía Incruenta”, que tal vez podría hacer parcialmente justicia a su momento, pero que no olvidara que Ciorán, aquel que ponderó el suicidio toda su vida, terminó muriendo de viejo.

“Siempre llega mi mano
más tarde que otra mano que se mezcla a la mía
y forman una mano.

Cuando voy a sentarme
advierto que mi cuerpo
se sienta en otro cuerpo que acaba de sentarse
adonde yo me siento.

Y en el preciso instante
de entrar en una casa,
descubro que ya estaba
antes de haber llegado.

Por eso es muy posible que no asista a mi entierro,
y que mientras me rieguen de lugares comunes,
ya me encuentre en la tumba,
vestido de esqueleto,
bostezando los tópicos y los llantos fingidos”.

Su despedida transcurrió para sus adeptos como una película de David Lynch. De forma bizarra, “transmutando lo trágico en lo lúdico” como lo sentenciara en notable carta de despedida su hermano el novelista y poeta Victoriano Paz Otero.

ALGUNAS ANÉCDOTAS SOBRE EL HUMOR DE JUAN

Aceptada más no normalizada su situación, su hija María Virginia le dijo que recibiría sus cenizas unos días después de su cremación, a lo que Juan agregó: “Espero estar presente”.

También nos dijo en ese último almuerzo, donde nos acompañó su hermano Rodrigo y familia, su sobrino Herman, que a raíz de una mala operación una catarata, había perdido la retina y no podía llorar por el ojo derecho.

Conscientes de las tendencias políticas de Juan, agregamos que “Juan solo llora por la izquierda”, lo cual fue un momento hilarante que alivió la tensión de tan doloroso momento.

Juan organizó una rifa para lúdicamente desprenderse de lo que quedaba de su patrimonio. Y entre risas y llantos, vivimos lo que era “un velorio con el muerto vivo”. Le dije que solo le faltaba tirar la corona fúnebre como se hace con el ramo matrimonial, para que nos dijera quién sería el próximo en la lista.

Cantamos con él las canciones Alberto Cortez “Cuando un amigo se va” y “A mis amigos”. Lloramos con “Espumas” de Jorge Villamil, y no pudo faltar “El Sotareño” para los payaneses; o “Al Sur” para los amigos huilenses. Y dijo que a partir del 5 pagaría sus deudas…o haría milagros.

La concertista Natalia Franco tocó para él durante dos horas y se escuchó entre su repertorio ese verso lapidario, como hecho para el instante por Mercedes Sossa:

“A mi propio entierro fui sola y llorando” de la canción “Como la Cigarra” —que puede haber inspirado un verso de Alberto Cortez—.

En nuestro último encuentro para almorzar acordamos vernos en la Torre del Reloj de Popayán, presagio seguro de que nos encontraremos en un tiempito.

EMOCIONES ENCONTRADAS

A veces, quisiéramos despertar a todos y decirles que esto, como lo planteó Pedro Páramo; como lo refirieron todos los grandes santos y místicos, es solo un sueño. El poeta Mahoma también dijo al respecto: “Solo los locos alcanzarán a Dios”. Y su hermano, Víctor Paz escribió: “Para encontrar la sabiduría, hay que perder la razón”.

Mi pluma le dedicó, sacado de Uni-Versos, dedicados a Sant Rajinder Singh, santo que aceptó abrazarlo, este último poema:

FIN DU SIECLE

Soñé en un des-sueño de ilusiones

despertado de mi propia vigilia

por otro al que soñaba.

*       *       *

Entro,

plenamente consciente

a una verdad sonámbula

y alegre como tú

...y demoliendo el ventanal de humo

de esas, mis defensas infantiles

subo a la cumbre de mis canículas

de hombre cansado,

pienso, y me arrojo,

me arrojo al vacío profundo

y aterrador de unos Ojos.

*       *       *

Flotamos juntos como las aves

o como cipselas de un diente de león

asidas a las tenues alas del viento.

Somos entonces

Susurro de Dios

Silencio de Dios

Música de Dios

Una corchea como una nube cerúlea

en el Atlas de las Nubes.

Y llegamos a ese puerto

donde terminan todos los éxodos

y odiseas;

todos los periplos.

Donde encallan las pasiones

y los recuerdos

donde las pulsiones se silencian

donde atracan las culpas

y el eje de la vida es un ancla sencilla.

Mata Rita, Hazur, Kirpal, Darshan,

Abuelo, Abuela.

Al hacerse más pesado

mi corazón se suelta

y se incineran en la balanza

las plumas del pavo real

los miedos y deseos

como naves que encuentran

la promesa inexorable

de su destino.

La mar es cristalina

la belleza de la arena

acoge todo rayo vidrioso

y lo hace sol.

Un hermoso anciano

yace en el suelo.

No pertenece a una época

pero encaja en todas

sin dejar su ropa.

Un arcaico reloj

se abre en su mano.

Un arcaico reloj

sobre su mano en el suelo.

Es el Sol que se abre

es el sol que al fundirse,

ha marcado con su muerte

E L   N A C I M I E N T O

D E   L A   E T E R N I D A D.

Video Banco de la República
Cortesía de Da. Carol Estefanía Guerrero Buchely, directora del área cultural.
Viernes 31 de enero de 2025. Despedida del mundo académico.

EL LEGADO DE PAZ

TOMOS DE ECONOMÍA

Cortesía de D. Jesús Alberto Tobar Solarte. Encuadernación y digitalización de archivos históricos de la Biblioteca de Unicauca.

TOMO 1

https://drive.google.com/file/d/1qMr8PiD3SZgnMdjO2Uv0Qe5jkgAI1zb8/view?usp=sharing

TOMO 2

https://drive.google.com/file/d/1jAoYcjjnS6vLlMG3N739mZBLQQxz4QWO/view?usp=sharing

TOMO 3

https://drive.google.com/file/d/1MaYhXAUMGZrlFyIHrc0jNotLx29N0VFS/view?usp=sharing

TOMO 4

https://drive.google.com/file/d/1wPc1ywIlrU6EiP8ytlYKL0orNtufMJ4m/view?usp=sharing

TOMO 5

https://drive.google.com/file/d/1xoYYLM0jd3b77bPM7rJ4LdUVudcKTTq4/view?usp=share_link

TOMO 6

https://drive.google.com/file/d/1OdhhM3tk1Zei99PHu1N7bVI5hTKAzldH/view?usp=sharing

FRAGMENTOS DE LA CARTA DE SU NIETO

“Esas charlas cuando jugamos billar que aunque cortas significaban tanto para mí. Era la primera vez que tenía una charla de nieto a abuelo como una persona en proceso de madurez, y la manera en que siempre encontrabas una forma de hacer sentir bien esos últimos momentos que vivimos juntos. Esos instantes, por pequeños que parezcan, son los que guardo como un tesoro, porque en cada uno de ellos sentí tu amor y tu esencia única, de profesor apasionado por la lectura, la historia y la economía (…) La enseñanza más grande que tuviste la oportunidad de darme ,fue en el último momento que nos vimos, donde sin querer queriendo me enseñaste el valor de la vida y su fragilidad a la vez (…) mientras tanto te prometo verte en mis sueños”.

OBITUARIO EN VIDA

Dejamos un saludo solidario en estos momentos, a la madre de sus hijas, Maria Isabel Garrido; y a ellas María Virginia y Margarita María Paz Garrido; a sus nietos: Pablo Mejía Paz, Tomás y Emilia Alfonso Paz. A sus hermanos vivos: Rodrigo, Cristina, María del Carmen, Víctor Hernán; y como recuerdo de sus hermanos fallecidos: Ana Felisa, Dolly Alina y Olga Inés.

Hasta pronto, Juancho.

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