En los últimos días, han aparecido a través de las redes sociales, imágenes y videos que hablan acerca de la presencia de las Autodefensas Conquistadoras de la Sierra Nevada de Santa Marta, por sus siglas, (ACSN) en algunos corregimientos de la ciudad de Ocaña – Norte de Santander. Esta estructura criminal que delinque en el macizo montañoso en jurisdicción de los departamentos del Magdalena, Cesar, y la Guajira, quienes hace algún tiempo manifestaban que su intención no era expandirse a otras regiones, llama poderosamente la atención, que se anuncie la llegada de este grupo delincuencial a zonas de Norte de Santander, y Sur del Cesar.
Las denominadas Autodefensas Conquistadoras de la Sierra Nevada, quienes han venido protagonizando enfrentamientos violentos, en contra el Ejército Gaitanista de Colombia, (EGC), o Clan del Golfo, por el dominio del control territorial en poblaciones de la Sierra Nevada de Santa Marta, ahora tal parecen pasar a la ofensiva, y amenazan con arrebatarles parte de algunos territorios, que están bajo el dominio de los Gaitanistas. La situación es preocupante para los habitantes del sur del Cesar y algunas poblaciones de Norte de Santander, especialmente la ciudad de Ocaña, ya que es un conflicto que amenaza con escalar en las goteras de este hermoso municipio.
El tema es de conocimiento público, cuando se habla de violencia en estas regiones del país. Sin embargo, pese al temor que existe por la confluencia de varios actores armados que se disputan a balazos las rentas de las economías ilícitas, existe un elocuente silencio por parte de las autoridades en todos los niveles. Es comprensible lo poco o nada que puedan hacer las autoridades locales, dada la dimensión de los grupos criminales que hacen presencia en las goteras de Ocaña.
Es por ello que se exhorta al Gobierno Nacional, la adopción de medidas que permitan hacerle frente a la crítica situación de orden público, que podría desencadenar la presencia y los enfrentamientos entre los grupos armados, que han visto en esta región uno de los mejores vivideros donde se pueden pasear sin ser molestados, gracias a la incapacidad de las fuerzas legítimas del orden, para combatirlos.
De confirmarse la presencia de dos grupos paramilitares que están en confrontación en las goteras de Ocaña, agravaría la situación humanitaria en el departamento de Norte de Santander, y el Sur del Cesar, ya que a ello le sumamos los enfrentamientos armados entre el ELN, y las disidencias de las Farc o frente 33, y un viejo conflicto que no ha desaparecido, desde que inició en el 2018, y que libran el ELN, y el diezmado reducto del EPL o Pelusos en municipios de la provincia de Ocaña.
Los recientes ataques por parte de los grupos armados en contra de los miembros de la fuerza pública, en la región del sur del Cesar, dejan en evidencia el poco interés de las autoridades cesarenses, que no se han tomado en serio el tema de orden público, en esta parte del departamento.
El sur del departamento del Cesar ya no es una región segura para los que habitualmente nos desplazamos por las carreteras abandonas y carentes de la presencia de fuerza pública. La seguridad es un tema del pasado al que tanto extrañamos y añoramos, esa misma percepción se siente en Ocaña, ante la presencia de actores armados que amenazan con incursionar, o están presentes en las goteras de la ciudad.
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