En el pleno corazón del norte y centro del Tolima, existe una maravilla natural donde se permite observar la imponencia del río Totare, denominado de esa forma en homenaje a un cacique panche, quien habito con su tribu estas tierras cordilleranas; hacia la época de la corona española.
Nace en las estribaciones del nevado del Tolima y en todo su recorrido genera una conexión de desarrollo; gracias al buen aprovechamiento del afluente para los procesos agropecuarios e industriales, principalmente del arroz.
Pero en un octubre del 2019 se vio seriamente amenazada; dado a la aprobación y firma de la polémica resolución No. 3729 de octubre del 2019 por parte del exdirector de la corporación autónoma regional del tolima (CORTOLIMA) Jorge Enrique Cardoso, donde permite la licencia ambiental a la Sociedad Hidrogenaradora Pijao S.A.S., con el fin del proyecto de construcción de una hidroeléctrica, para generación de energía sobre el río Totare, correspondiente a la zona rural de la jurisdicción de Venadillo, Anzoategui y Alvarado.
La comunidad, líderes sociales, concejales y hasta organizaciones ambientales como el comité ambiental en defensa de la vida; se opusieron rotunda y enérgicamente al proyecto, teniendo en cuenta a serios cuestionamientos al señor Daniel Iván Benítez Mallarino, representante legal de la Hidrogeneradora Pijao S.A.S. empresa dueña de Hidrototare, todo porque haya de ser el suegro del exministro de Vivienda, Jonathan Malangón y asimismo en otro episodio fue la recusación que recibió el exdirector Jorge Enrique Cardoso por presunto conflicto de intereses.
Por otro lado, las consecuencias negativas y nefastas con este polémico proyecto, primero por la deforestación de los bosques con afectación directa a la fauna y flora de la zona de influencia del proyecto, como también la contaminación o hasta en el peor de los casos la disminución del caudal de este río, que depende principalmente del acueducto de la zona urbana de venadillo y el suministro del líquido para las plantaciones de arroz, ubicadas en zonas de los municipios de Alvarado y Venadillo.
Aunque con entrega, sacrificio y determinación, se realizó un trabajo conjunto a través de la recolección de 3.000 firmas en los municipios de Venadillo y Anzoategui, para la radicación de diferentes recursos de reposición, manifestando y como se reiteraba el rotundo rechazo a la iniciativa y la revocatoria de la resolución, como en igual forma incluyendo el concepto de la procuraduría ambiental y agraria del Tolima, donde manifiesta la inconveniencia e interrogantes del proyecto, dado a la falta de claridad en la información sobre los estudios de impacto ambiental.
Sin embargo, bajo la cabeza de la doctora Olga Lucía Alfonso Lanini, directora de la máxima autoridad ambiental del Tolima, bajo la resolución 1042 del 23 de julio del 2020, revocó totalmente la licencia ambiental considerando en la falta de información requerida, con soportes y no completar los 16 requerimientos técnicos exigidos para la suerte de dicha licencia.
Sin duda es un triunfo para aquellos líderes donde nos manifestamos ser contarios de este tipo de proyectos destructivos del medio ambiente y de la economía agropecuaria, y que a pesar de la revocatoria de hidrototare, seguiremos convencidos a que nuestro único camino, y esto es una invitación para los demás líderes en el departamento, es seguir defendiendo y luchando, por un territorio lleno de oportunidades sobre todo para el campo tolimense y con la clara muestra del respeto a la protección de nuestros recursos naturales, y no permitir a toda costa el desarrollo de nuevos proyectos minero-energéticos, perjudiciales para nuestras comunidades en nuestra geografía tolimense.
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