En medio de la expectación por la elección del próximo Papa, una figura controversial se ha colado en el debate: el cardenal Angelo Becciu. A pesar de haber sido condenado por irregularidades financieras, Becciu insiste en que tiene derecho a votar en el cónclave que elegirá al sucesor de Francisco.
En 2020, el papa Francisco decidió destituir a Becciu, acusándolo de implicarse en un escándalo financiero y despojándolo de sus privilegios, entre ellos, la participación en el cónclave. Sin embargo, Becciu sigue defendiendo su derecho al voto, a pesar de que la normativa vaticana lo califica como un cardenal "no elector". Esta situación ha generado controversia, ya que según el Vaticano, todos los cardenales, incluyendo a Becciu, pueden asistir a las congregaciones preparatorias, pero no deberían participar directamente en la elección del Papa, salvo una decisión especial.
Hoy, Becciu volvió a presentarse ante los demás cardenales y reiteró su postura, lo que avivó aún más la controversia. ¿Debería el Vaticano permitir que un cardenal condenado por la justicia participe en el proceso más importante de la Iglesia Católica?
Este caso será, sin duda, uno de los temas clave en las reuniones previas al cónclave, y la decisión final dependerá del debate entre los cardenales.
La pregunta persiste: ¿Hasta dónde llega el derecho de un cardenal condenado a participar en un evento de tal magnitud?
También le puede interesar: