Anuncios.
Bogotá es una ciudad multicultural y vibrante, capaz de ofrecer una gran variedad de opciones para locales y visitantes. Uno de sus grandes fuertes es, sin duda, la gastronomía, con múltiples sectores donde se puede disfrutar de un buen plato típico o internacional. Aunque zonas como la Zona T en el norte de la ciudad son reconocidas por su oferta gourmet y turística, pocos saben que el sur también tiene su propia “Zona T”. Así la conocen quienes viven allí, y poco a poco, el barrio 20 de Julio quiere convertirse en un referente gastronómico y cultural de la capital.
20 de Julio, la Zona T del sur de Bogotá que ofrece una experiencia única
Muchos ubican al 20 de Julio por su icónica iglesia, pero esa no es la única razón para visitar este rincón de la localidad de San Cristóbal. En esta zona ha surgido un corredor gastronómico y comercial, considerado la Zona T del sur de Bogotá, que va desde la calle 30B sur, por toda la carrera séptima, hasta la calle 22A. Un proyecto impulsado por la comunidad y la alcaldía local, con el que se busca darle nueva vida a un sector lleno de historia, sabor y tradición. Una nueva alternativa para redescubrir Bogotá desde el sur.
|Le puede interesar Este es uno de los cines más lujosos de Bogotá; llegó hace poco y no es ni Cine Colombia, ni Cinepolis
Anuncios.
Este corredor ha empezado a ganar fama entre los amantes de la comida típica. Aquí se pueden disfrutar platos como el ajiaco santafereño, pero también se promueve la ruta de la empanada y la ruta de la arepa, dos tesoros gastronómicos del país. Además, hay asaderos con muy buena carne, ideales para quienes prefieren un almuerzo más contundente. Todo esto con precios accesibles y un ambiente que mezcla lo popular con lo familiar, lejos del bullicio de las zonas turísticas tradicionales.

El 20 de Julio es solo uno de los tantos rincones ocultos de Bogotá que merecen mayor visibilidad. La ciudad es tan grande y diversa, que muchos de sus mejores planes pasan desapercibidos. Darle voz a estos lugares no solo fortalece la identidad local, sino que también permite a los bogotanos reconectarse con su propia ciudad, más allá de las rutas habituales. Porque sí, en el sur también hay sabor, historia y experiencias únicas por descubrir.
Vea también: