José Amiro no tiene nada en común con su papá Lucas Gnecco. Lo crió su mamá, la señora Alba Luz Martínez. Y aunque tiene 49 años, la misma edad que tiene su medio hermano, el senador José Alfredo Gnecco Zuleta, solo comparten papá quien fue el hermano querido Cielo Gnecco, la matrona política del Cesar y quien tuvo hijos de distintas mujeres: con una se casó y con la otra, mamá de José Amiro, no.
El matrimonio con Dennis Martha Zuleta, mas conocida como Lilo, fue en Valledupar. Aunque ella de origen humilde, nacida en el pueblo de La Paz accedió a los círculos de poder por su relación con Lucas, quien ya tenía una posición reconocida en la región. Nancy, la hermana de Lilo, se casó con el cantante Jorge Oñate y así las hermanas Zuleta entraron al mundo de la política y la farándula alrededor del vallenato. Fueron cuatro los hermanos Gnecco Zuleta: José Alfredo, Eddi José, José Eduardo ‘Lalo’ y Xilena María. El primogénito José Alfredo tuvo la vena política de la familia
Distinta ha sido la vida de la otra mujer de Lucas Gnecco con quien tuvo una relación paralela. Su nombre es Alba Martínez. Fue con ella con quien tuvo a José Amiro, el esposo de Vicky Davila y a su hermana Eliana, pero su papá Lucas los encaminó distintos.

A José Alfredo quiso convertirlo en su heredero político, terminó ocurriendo siendo hoy Senador de la República. Y así mientras su papá Lucas era condenado por la Corte Suprema a cinco años de cárcel en 2022 por el delito de contrato sin cumplimiento de requisitos legales por las irregularidades en contratos en 700 mil millones de pesos, José Alfredo seguía sentado en su curul en representación del Partido de La U. Con la muerte de su papá un año después estando detenido en la cárcel de Medellín, quedó como único político activo de la rama de Lucas Gnecco.
Pero la vida de su hermano José Amiro ha sido bien distinta. Para sorpresa de todos en Valledupar puede terminar siendo el más famoso y poderoso de sus hijos, por estar casado con la precandidata presidencial, la periodista Vicky Dávila.
José Amiro, quien pasó a ser conocido como José Gnecco, estudió medicina en la Universidad Javeriana de Bogotá y se especializó en oftalmología. Nunca regresó a Valledupar, como si ocurrió con sus medios hermanos, José Alfredo y Lalo, cuando ambos se graduaron en Estados Unidos regresaron a vivir a su ciudad natal.
En 2002 José ya tenía 27 años y hacía su residencia en el Hospital La Samaritana ubicado al sur de Bogotá. En octubre de ese año, fue secuestrado cuando un ejército de hombres que se encontraban en una camioneta Chevrolet lo sorprendió a la seis de la mañana cuando estaba a punto de entrar al hospital.
La noticia viajó hasta Valledupar donde su mamá Alba se encomendó a Dios para la pronta liberación de su hijo, pero sin el dinero que pedían por su liberación, llamó a Lucas Gnecco para que le ayudara.
La noticia del secuestro le llegó a Lucas Gnecco cuando estaba pagando una condena de 3 años en el Batallón de la Popa por constreñimiento electoral. A José lo había secuestrado las Farc. Nunca se supo cuánto pidió la guerrilla, lo único certero es que la familia Gnecco vendió fincas, ganados y algunas casas que tenía para pagar por su liberación. Las transacciones contaron con la autorización de su esposa Lilo Zuleta que es la mujer que le manejaba las finanzas a Lucas Gnecco. A nombre de ella está toda la fortuna, 18 propiedades repartidas entre Valledupar, Santa Marta y Bogotá, además de ser accionista mayoritario en la empresa ganadera familiar llamada Gnecco Zuleta y Cia que también se dedica al transporte de carga y a la enta de inmuebles.

En el secuestro de José Gnecco nunca involucraron a la Policía ni se conoció detalles sobre los verdaderos autores del secuestro, que parecía indica no había sido la guerrilla sino enemigos de Lucas Gnecco, siendo el secuestro de José un misterio hasta hoy.
En 2008, seis años después de su secuestro y de estar radicado en Bogotá, José Gnecco conoció a Vicky Dávila.
Vicky Dávila estaba viuda. En octubre de 2001 había perdido a su esposo Juan Carlos Ruíz, reportero como ella del Canal RCN quien murió de un tumor cerebral en el hospital San Ignacio de Bogotá. La cirugía no salió bien. Juan Carlos permaneció días en cuidados intensivos pegado a un respirador que lo mantuvo con vida 16 días. Tenía 30 años, Vicky 28 y el bebé Simón, había nacido cuatro meses atrás.
Vicky vivía con su hijo Simón quien heredó su talento para la música e incluso participó en la Voz Kids. Gnecco era un médico cuando se encontró en Cartagena con la entonces periodista de RCN Radio en el programa Radiosucesos y en el noticiero de la mañana de La Fm.
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Dávila poco trató a su suegro Lucas Gnecco. En los 23 años que lleva de matrimonio José y ella, han sido contadas las veces que han visitado Valledupar; no frecuentan el Festival Vallenato donde los Gnecco son los anfitriones de la clase política y cuando lo han hecho se hospedan en la casa materna de José Amiro Gnecco que queda lejos del barrio Novalito donde vivió Lucas Gnecco toda su vida, el mismo lugar donde pagó su prisión domiciliaria hasta que lo enviaron a Medellín donde murió el 7 de julio de 2023.

Desde que Vicky Dávila decidió lanzarse a la presidencia, su esposo José la ha apoyado. Es también una experiencia nueva para él, quien nunca ha estado vinculado ni al trajinar político de su tía Cielo ni a las campañas de su primo Luis Alberto Monsalvo a la Gobernación del Cesar o a las de su medio hermano José Alfredo al Congreso o a la de Lalo al Concejo de Valledupar.
Por el momento mantienen la discreción que siempre lo ha acompañado. Ha sabido proteger su vida familiar del poder, el reconocimiento y la fama como periodista de su esposa que la catapultaron a convertirse en una de las fuertes aspirantes a las elecciones presidencial del 2026. Jose Amiro se mantendrá como siempre y como repite Vicky Dávila, dedicado a operar ojos todos los días para que las personas pueden ver bien.
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