Estando a punto de comenzar la vuelta a España y cuando los narradores y comentaristas de ciclismo comienzan con sus hechos escandalosos, aparece la noticia de que Nairo Quintana fue sancionado por la Unión Ciclística Internacional (UCI) por el supuesto uso de Tramadol, un analgésico prohibido desde el 2019.
Aunque ni es una violación al código de ética ni se considera como dopaje es una mala noticia para el ciclismo colombiano. Se puede decir que es un golpe bajo por parte de las autoridades ciclísticas y genera sospechas sobre el favorecimiento hacia los equipos que tienen el dominio y el poder económico a nivel mundial.
Es importante recalcar que quienes están al frente de los micrófonos mantengan una actitud moderada en el momento de las competiciones. Las narraciones exageradas no les hacen bien a los ciclistas. Ese endiosamiento con su gritería al estilo Goga y el argentino de cuyo nombre no quiero acordarme, causan un daño irreversible al presente y el futuro de nuestro ciclismo. El argentino con sus calificativos como “Superman, Nairoman, The Monster” no ayuda para nada y por el contrario hace que los momentos sean más y más críticos y puede hacer que los aficionados se vuelvan en contra de los deportistas, como ya lo hemos comprobado y manifestado en ocasiones anteriores.
Para muchos Nairoman será ahora el malo de la escena y las redes sociales se inundarán de calificativos en su contra. Lógico, habrá también defensores que tratarán de hacer tener cuenta no sólo los estados negativos sino los positivos. Que realmente las pruebas analicen lo ocurrido, dónde se originó este meollo y así se determine si hubo culpa o no por parte del ciclista boyacense.
LOS NUEVOS PERIODISTAS SIN OPORTUNIDADES
Volviendo al tema de los narradores escandalosos, no entiendo por qué un país lleno de estudiantes, de recién graduados, de otros experimentados tiene que recurrir a periodistas y narradores extranjeros. La mejicana Goga es una gritona exagerada que, sin embargo, a pesar de ser la estrella de Caracol y me imagino ganar una millonada, también es la “narradora oficial” de Señal Colombia y lo vimos en la Vuelta a Burgos del 2 al 6 de agosto de 2022.
Los canales y medios estatales deberían darle más oportunidades a tantos y tantos jóvenes que tienen la esperanza no sólo de mostrarse sino de obtener un salario aceptable y forjar un futuro mejor.
Pero ¿quiénes y cómo manejan esto? Es importante que el nuevo gobierno comience a crear una estructura diferente para que las nuevas generaciones comiencen a ver una luz en el camino. No a los narradores extranjeros o a su influencia, porque como en el caso del fútbol, está plagada de “una idiosincrasia argentinizada”, terminología que desvirtuó el lenguaje “pulcro y mesurado” de los anteriores narradores colombianos. En general Colombia se caracterizaba por ser uno de los mejores, sino el mejor, en el manejo del idioma español.
Que a futuro la moderación se convierta en una de las herramientas fundamentales en la narración deportiva de la radio y la televisión colombiana y así los aficionados no cometan atropellos contra los ciclistas, futbolistas y demás deportistas. Que ahora no vayan a emprenderla contra Nairo porque fue descalificado del Tour de Francia y haber perdido la sexta posición.
Por ahora la última noticia es que Nairo, agobiado por la noticia de su descalificación del Tour decidió bajarse de la cicla y canceló su participación en la vuelta a España. Mala noticia para los amantes del ciclismo, de su equipo patrocinador, el Arkéa Samsic, pero sobre todo para Goga y el argentino de Espn, que no podrán gritar como locas ningún triunfo de “Nairoman” que talvez pasará al olvido como “NairoTraman” (Nairoman+ Tramadol).