Pese a ser uno de los abogados más exitosos de Colombia, Francisco Bernate sufrió uno de sus primeros reveses mientras lidera la defensa judicial de la reconocida ‘Epa Colombia’, cuyo nombre de pila es Daneidy Barrera Rojas, y quien tendrá que seguir tras las rejas en la cárcel El Buen Pastor de Bogotá.
El revés judicial
En la mañana del martes 13 de febrero se conoció que la empresaria de keratinas no tendrá casa por cárcel, como lo había pedido su abogado previamente, debido a que no es madre cabeza de hogar, como se alegaba en la solicitud.
Bernate explicó a la justicia que, aunque la hija de Epa Colombia —de año y medio de edad— vive con su otra madre, Karol Samantha Barbosa, el resto de su familia, incluidos sus padres y hermanos, depende económicamente de su cliente. Sin embargo, el Juzgado Tercero de Ejecución de Penas de Bogotá negó la solicitud de prisión domiciliaria, argumentando que, según lo estipulado en la Ley 2292 de 2023, este beneficio solo se otorga a mujeres cabeza de hogar que tengan la responsabilidad exclusiva de sus hijos y no cuenten con el apoyo de una pareja.
“En Colombia ha hecho carrera una tesis según la cual no se reconoce la figura de madre o padre cabeza de hogar si hay una pareja que puede responder por el menor”, señaló el penalista en diálogo con Caracol Radio.
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El plan B: servicios de utilidad pública
Pese a la negativa del juzgado, Bernate tiene otro as bajo la manga. Busca que Daneidy acceda al beneficio de prestación de servicios de utilidad pública, que le permitiría salir en las noches para estar con su bebé. Como parte de esta estrategia, Epa Colombia participaría en un proyecto titulado “Aprende a emprender con Epa”, en el que capacitará a madres cabeza de familia en temas de emprendimiento. Al finalizar cada jornada, regresaría a la cárcel.
Por ahora, se desconoce si la nueva solicitud ya llegó a los jueces, quienes precisamente argumentaron que no le podían otorgar prisión domiciliaria a Barrera porque no habían factores de riesgo y que, si desea darle leche materna a su bebé, la cárcel donde paga su pena cuenta con salas de lactancia para tales fines.
Aunque Bernate está haciendo todo lo posible para lograr la salida de su defendida, el panorama sigue siendo complejo. Uno de los requisitos para acceder al beneficio de utilidad pública es haber vivido en condiciones de marginalidad. Ese punto podría jugar en contra de Epa, pues hoy cuenta con una empresa consolidada y comodidades económicas.
Sin embargo, el abogado sostiene que el análisis debe hacerse con base en las condiciones de vida al momento de los hechos. “Aunque hoy Epa Colombia es una emprendedora exitosa, en noviembre de 2019 vivía en condiciones muy difíciles”, declaró. Añadió que contrataron un investigador que comprobó que su familia vive en el barrio Bochica, al sur de Bogotá, en situación de vulnerabilidad.
“Insistimos en que el análisis debe hacerse en el contexto de ese momento, no del presente”, dijo Bernate.

El beneficio poco común
La estrategia de Bernate podría dar frutos, pero el camino sigue siendo estrecho. Por ejemplo, dice que aunque esa figura que busca para Barrera es “muy valiosa”, podría acarrear investigaciones a los jueces y, dice, es la razón por la que los jueces suelen ser muy conservadores.
“Hasta abril, cuando presenté esta solicitud, solo se habían aprobado alrededor de 150 casos, a pesar de que se hablaba de hasta 5.000 mujeres que podrían beneficiarse. Nos falta avanzar mucho más”, reflexionó.
Epa Colombia deberá, entonces, continuar tras las rejas pagando su condena de más de cinco años por los actos vandálicos que cometió en noviembre del 2019 contra la estación Molinos, de TransMilenio, cuando se grabó destruyendo torniquetes, vidrios y más. Fue condenada a 5 años y 3 meses de prisión por los delitos de daño en bien ajeno agravado, perturbación en servicio de transporte público, colectivo u oficial, e instigación a delinquir con fines terroristas. Además, deberá pagar una multa equivalente a 492 salarios mínimos mensuales legales vigentes y quedó inhabilitada para ejercer como influencer o youtuber durante el tiempo de su condena.