El 7 de Agosto de 2026
Opinión

El 7 de Agosto de 2026

No soy político, no milito en movimientos partidistas, pero tengo la firme convicción de que Colombia necesita urgente una Política de Seguridad Democrática 2.0

Por:
mayo 31, 2025
Este es un espacio de expresión libre e independiente que refleja exclusivamente los puntos de vista de los autores y no compromete el pensamiento ni la opinión de Las2orillas.

Hace unas semanas en el Foro de El Tiempo sobre Seguridad y Defensa, la periodista Martha Soto me hizo una pregunta: “General Buitrago, ¿qué hacer para corregir el rumbo del país a causa de la inseguridad, la criminalidad, la corrupción y la violencia que estamos viviendo?” Mi respuesta fue categórica: necesitamos urgente una Política de Seguridad Democrática 2.0, claro, corrigiendo los errores protuberantes y muy lamentables que la opacaron, como los denominados “falsos positivos”, las interceptaciones ilegales y los casos de corrupción. En el auditorio estaban presentes la exvicepresidenta y exministra de Defensa Martha Lucía Ramírez, quien lideró la formulación y primer año de la ejecución de Política de Seguridad Democrática y también el exministro de Defensa del gobierno Duque Diego Molano, entre otros conferencista y académicos expertos en la materia.

Anuncios

En otro escenario durante la presentación de mi último libro en el ICP y en la FILBO, conversando con la periodista Darcy Queen y el escritor y empresario Martín Nova atendiendo la pregunta del porqué he rechazado ofertas para ocupar cargos políticos o públicos, dije tajantemente: “Prefiero ser un general respetado y no un político desprestigiado: Los Principios No se Negocian”. Y finalmente, en mi obra: ¿Podremos Derrotar La Hidra de Mil Cabezas? en el capítulo VI planteo algunas ideas que podrían conducir, si no a cauterizar, por lo menos a debilitar a esa hidra que representa la proliferación y vitalidad del mal y que ha encontrado en Colombia y la región el hábitat perfecto para regenerarse e incrustarse en el ADN de la institucionalidad. 

No soy político, tampoco milito en movimientos partidistas y tengo profunda animadversión hacia la politiquería; pero tengo la firme convicción de que Colombia necesita urgente una Política de Seguridad Democrática 2.0 que revierta con estrategia, liderazgo inteligente, carácter y firmeza el desastre que afrontamos. No tengo dudas, estamos regresando a la década de los 90. 

Ni siquiera en la época de los carteles, la amenaza del narcotráfico y las economías criminales habían alcanzado el despliegue de hoy

El 7 de agosto del 2026 el Presidente Gustavo Petro entregará su mal gobierno dejando un país seriamente deteriorado en términos de corrupción, criminalidad y violencia. No fuimos el país de la vida, tampoco de la seguridad humana y menos de La Paz Total, pero sí, el gobierno de la incoherencia, que negoció sus principios y que nos mantuvo de campeones mundiales en producción de cocaína y subcampeones en crimen organizado y corrupción, según el Indicador Global del Crimen IGC 2025. Nunca antes, ni siquiera en la época de los carteles, la amenaza del narcotráfico y las economías criminales habían alcanzado el despliegue de hoy. En algunas instituciones gobiernan la anarquía y la corrupción, otras avanzan en tierras movedizas, algunas como la DNI desdibujadas, casi desactivadas, pero por fortuna nuestra Policía Nacional, las Fuerzas Militares y la Dian que si bien han sido golpeadas, aún conservan talentos promisorios y estructura institucional sólida.

El expresidente Pastrana le entregó el país a las Farc con el circo del Caguán,  agudizó la corrupción y el contrabando, afortunadamente nos dejó el Plan Colombia, lo único por rescatar, generando las condiciones para la llegada del presidente Uribe al poder. La Política de Seguridad Democrática nos devolvió la esperanza, el optimismo y partió la historia del conflicto y del crimen organizado en dos. Sometió y debilitó a los grupos terroristas, desactivó las autodefensas, pero nos dejó las bacrim y una seguridad ciudadana debilitada. El presidente Santos logró desmovilizar el 75 % de las Farc, falló en la negociación con el ELN, retrocedió en la lucha contra el narcotráfico y nos dejó unas disidencias envalentonadas y una JEP burocrática, sesgada e inoperante. Y el presidente Duque, no solo permitió que las mafias del contrabando lo sometieran, también cedió, por desprecio al acuerdo de La Habana, territorios dejados por las Farc a las disidencias, al Clan del Golfo y al ELN; fue tan mediocre, que simple y llanamente le entregó el país al Pacto Histórico. 

Así las cosas, ¿quién será él o la cancerbero(a) que el 7 de Agosto de 2026 recibirá las llaves de la Casa de Nariño?. El nuevo inquilino que deberá ingresar con la espada de Hércules, porque la de Bolívar ha sido vilipendiada y como en el inframundo, encontrará una casa en la penumbra, carcomida por La Hidra de Mil Cabezas, la misma que tiene atrapada, con sus poderosos tentáculos, al presidente de la República. ¡Amanecerá y veremos!

Del mismo autor: Una gran paradoja!  Leyes que incentivan negocios ilícitos

Sigue a Las2orillas.co en Google News
-.

Anuncios.

Anuncios.

0
¡Sumergidos en una crónica e irónica utopía!

¡Sumergidos en una crónica e irónica utopía!

¡Una gran paradoja!  Leyes que incentivan negocios ilícitos

¡Una gran paradoja!  Leyes que incentivan negocios ilícitos

Los comentarios son realizados por los usuarios del portal y no representan la opinión ni el pensamiento de Las2Orillas.CO
Lo invitamos a leer y a debatir de forma respetuosa.
-
comments powered by Disqus