Rafael José Quero Silva, excomandante de la Guardia Nacional Bolivariana en Lara, Venezuela, se encuentra bajo custodia migratoria en Florida tras su arresto por autoridades estadounidenses. Acusado de liderar operativos represivos durante las protestas opositoras de 2013 y 2014, su detención ha generado llamados para que sea juzgado en lugar de deportado.
El exmilitar, conocido por su papel en la represión de manifestantes durante las protestas de 2013 y 2014 contra el gobierno de Nicolás Maduro, fue detenido en Miami por el Servicio de Aduanas y Protección de Fronteras de EE. UU. (ICE). Defensores de derechos humanos lo describen como "un personaje muy duro", acusándolo de haber liderado allanamientos ilegales, detenciones arbitrarias y torturas.
En 2013, el Destacamento 47, bajo su mando, fue señalado como responsable de una serie de violaciones de derechos humanos, con miles de opositores detenidos y más de 40 muertos en las manifestaciones de 2014. Andrés Colmenares, defensor de derechos humanos, destacó que "Quero Silva fue el cabecilla de la represión en Lara, utilizando tanquetas y violando derechos fundamentales".
Organizaciones como Funpaz exigen que no sea deportado a Venezuela, donde temen que sus crímenes queden impunes. La Corte Penal Internacional también investiga crímenes de lesa humanidad ocurridos durante este periodo.
La situación sigue generando debate sobre el futuro de Quero Silva y la justicia internacional.
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