¿Demanda por mirar celular ajeno?

¿Demanda por mirar celular ajeno?

La Corte Suprema de Justicia de Argentina determinó que quien espíe el teléfono celular de su pareja estará incurriendo en un delito federal

Por: Alfonso Acosta Caparros
septiembre 24, 2017
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¿Demanda por mirar celular ajeno?

El tema del día en la W de Julio el día viernes 22 de septiembre, fue el revuelo que ha causado en Argentina la intención de convertir en ley la privacidad digital y por ende poder demandar jurídicamente a quien quiera “urgar” o"esculcar" el celular de otra persona sin su consentimiento.

Ya bastante tenemos con los “hackers” y con las redes sociales que sonsacan información personal sin que lo sepamos, para que venga un familiar o amigo a hacernos lo mismo sin que tampoco lo sepamos.

Hoy en día el celular es una entidad tecnológica que también sirve entre otras infinitas cosas… para hablar por teléfono.

Y digo “también” porque con todas las aplicaciones o “Apps” que existen y que cada minuto son creadas aquí y allá, prácticamente se han convertido en una herramienta sin la cual la vida para muchas personas es invivible.

Qué tragedia comprar un Samsung X (el último) por casi 5 millones de pesos colombianos, llenarlo de archivos, agendas, fotos, videos, información al instante del qué, cómo, cuándo, dónde y el porqué de todo, o como le llaman los “millenials” una parte importante de “El internet de las cosas”.

Desde mi celular yo puedo tener lo que quiera, cuando quiera; y por ejemplo, tener “Apps” de “Domótica”, con las cuales 20 minutos antes de llegar a casa puedo desde mi carro o del transporte, encender determinadas luces, el microondas con la comida china adentro, calentar el agua y llenar la tina o encender el televisor y la cobija térmica, para que cuando llegue a casa todo esté anticipadamente dispuesto como a mi me gusta.

Las personas han depositado su vida entera en su celular, esta especie de control remoto de la vida propia y la de los demás, y todo el día- y/o la noche, no despegan la mirada de su pantalla, ávidos de saber todo de sí y de todos.

Por eso si a esta clase de personas adictas al celular, se les llegase a perder, ¡Dios mio! No sabrían qué hacer. Ni por dónde empezar, ni mucho menos como van a terminar.

Se ha vuelto el celular en algo tan personal e intransferible como un órgano vital del cuerpo.

Para los adictos, sin él, no hay vida.

Si a nosotros que no somos “Millennials”, y que crecimos sin celular en bolsillo, nos emputaba a más no decir cuando sorprendíamos a alguien esculcando nuestros cajones en el closet, o nuestras gavetas en nuestra oficina, o nuestra cartera, imagínense sorprender a alguien “esculcando” información en nuestro celular.

¡Es para matarle!

Y no importa quien sea, ni que vínculo afectuoso o familiar nos una, ahí uno se olvida de la sangre y solo quiere es la sangre de esa persona en nuestras manos.

Justamente este acto de invasión de “la privacidad y la intimidad personal”, ha sido causa de separaciones, divorcios, rupturas, y hasta asesinatos.

Por eso a mí no me suena tan descabellada la idea de la Ley Argentina, donde si usted “pesca” a cualquier persona “in-fraganti”, lo puede demandar. Tal vez no lo metan a la cárcel, pero le va a enredar la vida por un buen tiempo con abogados, citatorios, y hasta compensaciones económicas.

Antes, lo más que se podía hacer era preguntarle en un tono agresivo: “Usted por qué mira mi celular, no sea atrevido(a), acaso yo meto las narices en sus cosas, coma mierda y respete!”

Pero el daño ya estaba hecho.

Para usted y/o para esa persona.

Y la confianza se quiebra como valioso jarrón chino en un millón de pedacitos a partir de ese momento, por más promesas de que no volvería a pasar, y por más resiliencia que se quiera implementar.

Y puede ser que no tengamos nada grave que ocultar en el celular; pero me atrevo a a afirmar que más de uno(a), tiene su “guardado” y/o su “secreto”. Y está en todo su derecho, porque su vida es su vida y punto.

La pregunta es:

¿Si el intruso(a) fuera alguien cercano(a) a usted, usted lo(a) demandaría por inocente o grave que sea lo que le han descubierto?

(Independiente del gravísimo daño psicológico e incluso físico que pueda sufrir usted o la persona intrusa).

Le repito: ¿Usted le demandaría?

Solo usted lo podrá evaluar y contestar.

Pero con esta ley en Argentina, donde “esculcar” un celular ajeno por mano propia o hackeándolo ya es demandable, más de uno(a) lo va a pensar dos veces antes de hacerlo.

En mi caso, yo sí demandaría. Primero; porque me asiste el sagrado derecho de preservar mi privacidad e intimidad a toda costa; segundo, porque yo no le miro el celular a nadie; y tercero, porque como dije anteriormente mi vida es mi vida y punto final.

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