De finquero varado a diseñador de alta costura

De finquero varado a diseñador de alta costura

Cristóbal dejó la finca, vendió el carro, pagó las deudas y se trasladó a Cali. Allí se ingenió un modo de resolver su situación económica. Esta es su historia

Por: Fernando Alexis Jiménez
noviembre 07, 2019
Este es un espacio de expresión libre e independiente que refleja exclusivamente los puntos de vista de los autores y no compromete el pensamiento ni la opinión de Las2orillas.
De finquero varado a diseñador de alta costura
Foto: Pixabay

Cristóbal Guzmán estaba más varado que perro en orfanato de pobres. Compartían su desgracia la esposa y tres hijos que comían más que garlopa en madera de otobo. Circasia por aquellos tiempos no producía el café de siempre y de su finca lo único que conservaba eran las deudas y un viejo jeep Willis.

“De hambre no nos vamos a morir”, le dijo resuelto a su mujer. Esa misma mañana, ante la incredulidad de ella y la felicidad de los muchachos, vendió el carro, pagó las deudas, contrató un camión de trasteos y se trasladó a Cali. Todo en cuestión de horas. Era la década del setenta.

“¿Y qué hacemos ahora, morirnos de hambre?”, le preguntó la mujer, atónita. Se habían instalado en un barrio del centro.

“Vos no parecés paisa, eh que vaina por Dios santísimo. Vas a ver que aquí si nos vamos a levantar…”, la animó.

Esa tarde rememoró las enseñanzas de su padre, un sastre tradicional de Armenia. Se le encendió el bombillo, contrató con los dos únicos periódicos de la ciudad anuncios que titulaban a tres columnas: “Prestigioso diseñador de alta costura visita la ciudad. Formado en París, anunció que impartirá clases. Cristóbal de las Casas solo estará dos meses con nosotros”. Acto seguido convino la elaboración de volantes en una litografía de San Nicolás. También allí timbró unos certificados en español e italiano que iniciaban así: “Accademia di moda".

Repartieron la publicidad con su esposa en el centro, junto a los almacenes y cacharrerías. Anunciaban en qué dirección tendrían las clases, a un precio módico, con el plus de que incluía enseñanza con lo último de la moda de París. Y aunque era sastre, entrenado, por una costurera caleña de las tradicionales, se le midió a enseñar de todo.

Sobra decir que los interesados hacían fila para inscribirse. Era todo un acontecimiento colgar el diploma de la “Accademia di moda", impartido por Cristóbal, quien se cambió el apellido de Guzmán por el De las Casas para sonar más aristocrático.

Consiguió plata. Con su hablado enredado para ganar credibilidad, y haciendo remembranza de los sitios que había visitado en Francia para aprender —los cuales se grabó de memoria tras leerse un atlas mundial de tapa a tapa—, el bendito Cristóbal De las Casas vivió del cuento por más de diez años.

Se jubiló anticipadamente. Vive con su esposa en un barrio de clase media de la ciudad. Y a no ser porque me mostró los recortes de prensa y hojas volantes que repartía, que guarda en uno de los álbumes viejos, hubiera creído que me estaba echando carreta.

Definitivamente para mí fue un honor tomarme un tinto con Cristóbal De las Casas —digo, Guzmán—, aunque tuve que decirle: “No fregués, habla normalito y no como franchute. Vos ya sos vallecaucano de corazón y por adopción y el acento se te debe haber pegado hace más de treinta años." Se sonrió y se limitó a decirme: "Bueno, ve: y no querés un pam (así como hablamos acá) para el tinto".

Ver más.

Sigue a Las2orillas.co en Google News
-.
0
Nota Ciudadana
Trujillo, en el Valle del Cauca: la capital de los versos

Trujillo, en el Valle del Cauca: la capital de los versos

Nota Ciudadana
La afamada escritora Irene Vallejo quedó grabada para siempre en el corazón del pueblo chocoano

La afamada escritora Irene Vallejo quedó grabada para siempre en el corazón del pueblo chocoano

Los comentarios son realizados por los usuarios del portal y no representan la opinión ni el pensamiento de Las2Orillas.CO
Lo invitamos a leer y a debatir de forma respetuosa.
-
comments powered by Disqus
--Publicidad--