Cuando la enseñanza se vuelve memorista, teorizante y estereotipada

Cuando la enseñanza se vuelve memorista, teorizante y estereotipada

De esta suerte, el conocimiento no enriquece la personalidad, ni genera personas auténticas y originales

Por: Manuel Galan Amador
octubre 14, 2020
Este es un espacio de expresión libre e independiente que refleja exclusivamente los puntos de vista de los autores y no compromete el pensamiento ni la opinión de Las2orillas.
Cuando la enseñanza se vuelve memorista, teorizante y estereotipada
Foto: Pixabay

En todos los niveles de la enseñanza nos esforzamos por alimentar la mente de los estudiantes con datos y hechos que pocas oportunidades dejan para meditar sobre los mismos. Luego, en los exámenes, se demanda de ellos la misma información, obligándolos a repetirla, lo más fiel posible, en un proceso intelectual pobre y ayuno de creatividad.

La enseñanza se vuelve entonces de tipo memorista, teorizante y estereotipada. Es decir, hacemos del acto de la transmisión del saber científico un fin en sí mismo, y no un medio, como debe ser, para enseñar a pensar.

Olvidamos que, en última instancia, la educación procura la formación integral de la persona. Le damos importancia a los hechos escuetos y aislados (qué); nos preocupamos menos por la manifestaciones y comportamientos de los fenómenos (cómo), y soslayamos las explicaciones y razones de las cosas (por qué). Por otro lado, el divorcio que existe entre la información que se da de los diversos temas de varias disciplinas va creando en el estudiante un encasillamiento mental que le impide, no sólo de correlacionar cosas sino, además, analizarlas en profundidad y establecer conceptos globales de los fenómenos. La visión panorámica y conceptual está siempre ausente en aras del detalle aislado o del dato memorizado.

Esta capacidad de correlacionar hechos continuos se manifiesta en el estudiante a través de los años, y le dificulta los procesos mentales de deducción, de gran importancia en el proceso de la investigación científica hacia la búsqueda de nuevas verdades y conocimientos. En síntesis, el mensaje científico que se dirige al estudiante, especialmente en sus primeros ciclos, tiende a ilustrarle o informarle sobre hechos científicos que no parecen pertenecernos, y en ningún momento toma en cuenta que algunos de aquellos estudiantes podrían tener una fuerte vocación para la ciencia y estar llamados a ser los futuros científicos. Es decir, no se les estimula a ser partícipes del proceso de revolución científica del siglo XXI, sino que, por el contrario, en forma apriorística pareciera que les está excluyendo, desde ese momento, del aludido proceso.

Para rematar las funestas consecuencias del sistema, nuestra enseñanza lleva un sello fundamental de autoridad, la del maestro que, en pocos casos, acaba de enajenar la mente del estudiante, borrando todas sus iniciativas e inquietudes y convirtiéndolo en un receptor pasivo de la información. Al acostumbrar al estudiante a aceptar las cosas sin analizarlas crítica y objetivamente, y sin cuestionarlas racionalmente, se está yendo nada menos que en contra del método científico. Afortunadamente no consideramos este proceso como de naturaleza totalmente irreversible, y en el momento en el que el estudiante o futuro científico, en algunas etapas de su vida y por tiempo prolongado, encuentre un verdadero maestro que lo induzca a la reflexión crítica y a pensar objetivamente, y que lo inicie en los caminos del razonamiento científico y del autodidactismo, muchos de sus vicios pueden enderezarse. Pero nos preguntamos cuántas mentes científicas capaces se pierden a diario en Latinoamérica por no llegar a presentárseles esa oportunidad en ninguna de las etapas de nuestro sistema educativo.

Consecuencias de este tipo de enseñanza

Algunas de las consecuencias de este tipo de enseñanza han quedado ya esbozadas en las líneas anteriores.

Sin embargo, se trata ahora de referir con mayor amplitud a varias de ellas. La sumisión intelectual y la dependencia científica son los productos más graves de un sistema de enseñanza mal encaminado. Al evitar que los hechos científicos se racionalizan (y por extensión muchos otros hechos de la vida cotidiana) se cae fácilmente en el dogmatismo y fanatismo que obnubilan la mente de las personas, con consecuencias poco deseables reflejadas en todos los actos humanos. Al exagerar un poco las cualidades de los científicos extranjeros y de las facilidades que se dicen tienen, y al mismo tiempo presentar los grades adelantos de la ciencia y sus descubrimientos como fenómenos exóticos, se crea de antemano un sentimiento de frustración y de deslumbramiento en el ánimo del estudiante, a todas luces muy inconveniente. Por otro lado, al no precisar los problemas en su verdadera dimensión, y al no plantearlos por los mecanismos analíticos dentro del método científico, no se llega a comprender debidamente. La consecuencia obvia de esto es la sensación de incapacidad para entenderlos y resolverlos.

Todavía más grave es el tipo de aprehensión del conocimiento que pretendemos hacer muchas veces, principalmente a nivel de especialidades post-universitarias. Mandamos a especializarse a personas que no tienen el concepto de la profundidad del conocimiento científico, ni dominan los principios de los fenómenos, ni tienen la actitud del investigador, para que luego vengan a ocuparse de problemas determinados. Al principio esto genera en el individuo la falsa satisfacción de ser el único o uno de los pocos que en el país poseen un cierto número de conocimientos. Pero a la larga el proceso lleva a cambios de frustraciones de diversa índole, conforme se experimentan las limitaciones que ese tipo de conocimientos da, gracias al fuerte componente pasivo que encierra. Otra de las serias consecuencias que se producen es una deformación o desplazamiento de la escala de valores científicos, lo que hacen que se pierdan los conceptos de los valores absolutos de las cosas, y se sobrevaloren ciertos hechos.

Así, por ejemplo, se da importancia a cosas que no la tienen; o se sobreestima el valor de trabajos poco relevantes; o se llevan a cabo aquellas tareas originadas en métodos pseudocientíficos. Asimismo, se tiende a ser repetitivo, o a duplicar, o a imitar estudios de autores extranjeros, y se renuncia a lo autóctono y a lo original, que son los verdaderos factores básicos en la configuración del perfil de cualquier pueblo o país

Sigue a Las2orillas.co en Google News
-.
0
Nota Ciudadana
En el Caribe comes o pagas energía

En el Caribe comes o pagas energía

Nota Ciudadana
Rosario Tijeras, 25 años: la 'femme fatal' de nuestra literatura y cine nacional

Rosario Tijeras, 25 años: la 'femme fatal' de nuestra literatura y cine nacional

Los comentarios son realizados por los usuarios del portal y no representan la opinión ni el pensamiento de Las2Orillas.CO
Lo invitamos a leer y a debatir de forma respetuosa.
-
comments powered by Disqus
--Publicidad--