La rivalidad en la radio de Barranquilla ha alcanzado un punto álgido, protagonizada por el periodista Lao Herrera, quien lidera en sintonía, y Jorge Cura, que ha sido desplazado de su posición de privilegio. Este enfrentamiento, que ha polarizado a la audiencia, plantea un escenario complejo donde la criminología situacional y la teoría de la oportunidad podrían jugar un papel crucial. Estas teorías sugieren que un tercero podría aprovechar el conflicto para cometer un acto punible, desviando así futuras investigaciones criminales.
Jorge Cura, periodista de origen chileno, parece haber perdido terreno debido a su prolongada falta de crítica hacia la administración distrital y la gobernación del Atlántico, entidades vinculadas al propietario de la emisora donde trabaja. En contraste, Lao Herrera ha captado la atención del público con un estilo directo y participativo, permitiendo que sus oyentes expresen sus opiniones en su programa matutino Alerta Barranquilla en esta ciudad. Este enfoque ha consolidado un periodismo interactivo que resuena profundamente con la comunidad.
El panorama mediático de Barranquilla ha cambiado drásticamente en los últimos años con la llegada de la radio informativa nacional, el auge del internet y el impacto de las redes sociales. Estos factores han permitido que el noticiero de Lao Herrera se posicione como el más escuchado en la región, gracias a su narrativa crítica y multidisciplinaria que aborda temas relacionados con la inseguridad, el desempleo y la infraestructura deficiente.
El éxito de Herrera radica en su capacidad para proponer soluciones a problemas sociales y fomentar la participación ciudadana, en contraste con Jorge Cura, quien parece resistirse al cambio. Como dijo Heráclito: "Nadie se baña dos veces en el mismo río". La incapacidad de adaptarse a las transformaciones colectivas y mediáticas ha llevado a perder credibilidad y, con ello, la confianza de su audiencia.
En la actualidad, ningún medio de comunicación en Barranquilla ostenta una sintonía absoluta. Sin embargo, Lao Herrera lidera, seguido por la radio a nivel nacional y otras emisoras locales que comparten el resto del mercado. Este caso ilustra cómo la confianza y la conexión con la realidad social son pilares fundamentales para el éxito en el periodismo contemporáneo. En última instancia, es la flexibilidad y la apertura al cambio lo que permite florecer en un mundo en constante movimiento.
Cuando los periodistas, tanto del ámbito radial, así de otros medios de comunicación, optan por evitar abordar temas relacionados con la corrupción en la administración pública, dicho silencio puede interpretarse como una forma de censura o incluso autocensura. Este hecho, más allá de las razones que lo motiven, ya sea por presiones externas o un temor interno, reflejará un impacto directo en la percepción del público.
En términos generales, la creciente tensión entre los periodistas Jorge Cura y Lao Herrera refleja una competencia directa por el liderazgo en sintonía en esta región del país. Herrera, quien se ha consolidado como un referente para la audiencia con su enfoque participativo y crítico, ha desplazado a Cura de su posición privilegiada, generando un escenario marcado por la rivalidad profesional. Este éxito de Herrera, que destaca por su conexión con las inquietudes sociales de los oyentes, se percibe haber generado un profundo malestar en su contraparte. Por su parte, Jorge Cura parece perder terreno debido a su constante defensa de los intereses del propietario de la emisora donde trabaja, lo que lo limita en el tratamiento de temas que preocupan a la ciudadanía.
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