Adaptarnos a lo que tenemos, un reto global

Adaptarnos a lo que tenemos, un reto global

Es momento de buscar un modelo de hacer las cosas que no amenace la creación de valor ni disminuya el bienestar, pero que luche contra el despilfarro

Por: Ismael Suárez Córdoba.
enero 16, 2020
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Adaptarnos a lo que tenemos, un reto global
Foto: Public Domain Pictures

Este es un reto frente al que el sector de la educación ha reaccionado dando un paso adelante, creando maestrías en varias universidades del mundo sobre economía de la funcionalidad, con una amplia gama de cursos de especialización encaminados a formar líderes que planteen estrategias integrales para nuestro mundo.

Este es un modelo de economía regenerativa* que hace énfasis en la gente y el planeta, en el que los productos se diseñan para ser reutilizados y el desperdicio se convierte en materia prima, manteniendo componentes y materiales utilizados en su mayor utilidad y valor. Su objetivo es desacoplar el crecimiento económico del volumen y del consumo de recursos finitos, visualizando oportunidades de negocio para aquellas empresas que se transformen y oferten bienes pagos por uso o por costo del servicio, o para negocios que se especialicen en reparar antes que reemplazar. Esto dará un balance final positivo sobre el empleo que pueda crearse inducido por la innovación o por soluciones económicas compartidas que se basen en las capacidades de los individuos y de las comunidades.

Peso de la agenda 2030 de los estados miembros de las Naciones Unidas (193 estados soberanos de 197 reconocidos / 206 totales), que propicia un cambio que se tiene que producir, fijando objetivos alcanzables a medio plazo. Sin dejar atrás los sectores más vulnerables, ciudadanos con rentas bajas o sectores susceptibles de sufrir cambios radicales; promoviendo la inclusión justa y gestionando mejor lo que ya se tiene a mano. Agenda que también tiene en cuenta que vivimos en un mundo interconectado, donde todo nos toca y en el que las postales del actual desastre ambiental están reclamando que se trabaje en armonía con la naturaleza y no en contra de ella. Demandando encontrar pronto soluciones que eviten la degradación del planeta, que mejoren los patrones de producción y consumo, que disminuyan la alta dependencia de los combustibles fósiles como fuentes energéticas. Como principales causas del deterioro del medio natural y de las actuales amenazas ambientales, de la degradación de la calidad del aire y de la paulatina pérdida de la biodiversidad, de la baja disponibilidad de agua fresca y del recurrente daño a las masas de agua** y al territorio marítimo continental. Siendo también conscientes que el 60% de la infraestructura urbana que será necesaria en 2030, aún no está construida y que este es el mejor momento para desplegar creatividad e innovación.

Reporte anual del Panel Intergubernamental del Cambio Climático de la ONU, que enfatiza la necesidad de cambiar drásticamente el modo en que manejamos la tierra, en un planeta donde si se sigue acabando con los bosques*** a fin de aumentar la producción de alimentos, el cambio climático invariablemente empeorará trayendo aparejada la posibilidad de una grave crisis alimentaria. Eventos climáticos extremos que ya están alterando de forma severa el paisaje, erosionando las costas, derritiendo el permahielo (capa de suelo congelado de las regiones periglaciares) y volviendo polvo los suelos que alguna vez fueron productivos. Indicando, que el 23 por ciento de todos los gases de efecto invernadero son causados por la agricultura, la cría de ganado, la producción de arroz y la deforestación. Y apuntando a técnicas como la agricultura regenerativa, abordaje holístico del cultivo que incorpora la integración de coberturas arbolares, el uso de granos de cobertura, la rotación de cultivos, y la confianza depositada en el abono como forma natural de mejorar la capa superior del suelo. Agricultura de precisión, que además utiliza imágenes satelitales para detallar la cantidad exacta de fertilizante y agua que un cultivo necesita, en vez de cubrir por completo un campo con agua o químicos.

Búsqueda de respuestas que ha motivado a 10.239 ciudades alrededor del mundo a declarar la emergencia, lo que supone que alrededor de 864 millones de personas hoy forman parte del Pacto Global de Alcaldías por el Clima y la Energía (GCoM). Gestión de la transición hacia una economía mundial sostenible, que combine la rentabilidad a largo plazo con la justicia social y la protección del medio ambiente. Contribuyendo a un crecimiento más equitativo y sostenible, que tenga en cuenta el bienestar de todos los grupos de interés, a fin de construir confianza entre las empresas y la sociedad. Formas de empresas en las que la propiedad y la capacidad de decisión no radiquen sólo en quienes aportan el capital, sino también en quienes faciliten la implantación de criterios distintos de la maximización del beneficio. Así como el incrementar la inversión en activos intangibles como capital productivo****, en un nuevo modelo de hacer las cosas que no amenaza la creación de valor ni disminuye el bienestar, sino que aboga por luchar contra la obsolescencia programada y por limitar el despilfarro.

Referencias

PNUMA, Programa de la ONU para la protección del Medio Ambiente.

ONU, Iniciativas alrededor de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

British Academy, Reforming Business for the 21st Century: A Framework for the Future of the Corporation.

Parlamento Europeo, Directivas de la UE sobre la relación empresa-sociedad y la protección de los ecosistemas acuáticos, así como de los ecosistemas terrestres dependientes.

Haskel (macro economista del Imperial College de Londres) y S. Westlake (analista senior sobre innovación de la fundación británica NESTA). Libro publicado en 2018, "Capitalism without Capital: The Rise of the Intangible Economy".

Notas al texto

*El potencial de la economía circular para alcanzar los objetivos de crecimiento económico, creación de trabajo y reducción de impactos ambientales, tiene vínculos directos con 6 de los 17 objetivos de desarrollo sostenible propuestos por los estados miembros de las Naciones Unidas en su agenda de 2030, así: 7 (Energía asequible y no contaminante), 8 (Trabajo decente y crecimiento económico), 9 (Industria, innovación e infraestructura), 12 (Producción y consumo responsable), 13 (Acción por el clima), 15 (Vida de ecosistemas terrestres) y de forma indirecta con los objetivos restantes. Modelo de economía circular que se encuentra en el centro de las discusiones y nuevas estrategias de los gobiernos a nivel mundial: 1. El gobierno finlandés lanzó en el 2016 su estrategia hacia la economía circular llamada: “Leading the cycle – Finnish road map to a circular economy 2016-2025”. 2, La Comisión Europea adoptó un Paquete de Economía Circular, en diciembre 2015, buscando promover su transición en la Unión Europea. 3. En junio de 2017 se realiza el primer Foro Mundial de Economía Circular, en Finlandia, con participación de más 100 países. Organizado por SITRA, agencia de innovación finlandesa. 4. Algunas ciudades del mundo, ya vienen trabajando en la elaboración de sus estrategias hacia la economía circular, como es el caso de Londres, Vancouver, Helsinki, Río de Janeiro, entre otros.

** Prevención al daño a los territorios marítimos continentales y a las masas o cuerpos de agua —casquetes polares, glaciares, costas, océanos, mares, ríos, lagos, acuíferos subterráneos—, que puede proporcionar ingentes beneficios, entre ellos la protección de las especies en peligro de extinción o su reabastecimiento. En la que el mundo se está quedando corto con el objetivo de Naciones Unidas de proteger el 10 por ciento de los océanos para el 2020, negociando actualmente el equivalente a un acuerdo climático para proteger las aguas internacionales o de alta mar (abiertas a todos los Estados, sean ribereños o sin litoral), en un área que cubre dos tercios de los océanos. Advirtiendo que solo el 2,2 por ciento de los océanos del mundo está completamente fuera de los límites de la actividad comercial, con solo el 4,8 por ciento activamente administrado.

*** La deforestación de bosques nativos y selvas tropicales es incuestionable (12,0 millones de hectáreas anuales de vegetación en las regiones tropicales y 29,7 millones de hectáreas desaparecidas en el mundo). Bosques que además de proteger la biodiversidad y proporcionar medios de vida humanos, desempeñan un papel fundamental en el almacenamiento del dióxido de carbono, el principal gas de efecto invernadero. Datos más recientes, indican que las emisiones de la deforestación tropical representan alrededor del 11% de las emisiones anuales. Y de manera paralela, los bosques que aún permanecen intactos absorben hasta el 45% de todas las emisiones. Lo que lleva a la conclusión que detener la deforestación y restaurar los bosques, podría eliminar 7.000 millones de toneladas métricas de carbono cada año, que es el equivalente a neutralizar los efectos de 1.500 millones de automóviles, más que todos los que existen hoy en el mundo.

**** El auge de la economía de los bienes-servicios intangibles (por excelencia aquellos relacionados con servicios de tecnología y comunicaciones), está teniendo un gran impacto socioeconómico . Economía que en Estados Unidos, la relación inversión/PIB registró cerca de un 24% en la última década, donde la inversión en “intangibles” (patentes, marcas, software y sus relacionados) alcanza cerca del 14%, superando en un 10% a la inversión actual en “tangibles”.

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