La crisis de los niños indígenas de la Guajira no se reduce

La crisis de los niños indígenas de la Guajira no se reduce

"Si seguimos haciendo lo que siempre hemos hecho, continuaremos obteniendo los mismos malos resultados de todos los años"

Por: Mauricio Enrique Ramirez Alvarez
diciembre 15, 2017
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La crisis de los niños indígenas de la Guajira no se reduce
Foto: Semana

Continúa la muerte de niños por causas asociadas a la desnutrición. Hoy llegamos a 44 casos acumulados en lo corrido de 2017 con el de un niño wiwa, siendo el presente año el segundo con más muertes por esta causa de los últimos 8 años, donde adicionalmente siguen apareciendo todos los días niños con cuadros de desnutrición aguda severa en cifra que casi llega al millar (sin sumar subregistros, es decir, los casos que no se reportan al sistema de salud) que es una clara señal de que pese a las intervenciones de múltiples entidades públicas y organizaciones sin ánimo de lucro, incluso organizaciones internacionales, el problema parece no reducirse, por la simple razón de que se sigue haciendo lo mismo de siempre, sin entenderse el problema y por ello se siguen obtenido los mismos funestos resultados.

Y lo peor, en el Plan de Desarrollo 2016–2019 de La Guajira, adoptado por ordenanza, el cual por primera vez en la historia dejó registrada y visibilizada la dura crisis de los niños guajiros y de sus etnias, con medición de cientos de variables que podrían haber servido de base para empezar a desarrollar soluciones reales, desafortunadamente fueron omitidas en el nuevo Plan de Desarrollo 2017 – 2019, hoy vigente y que fue adoptado por decreto, trayendo como consecuencia que se volvió a caminar a oscuras para enfrentar esta crisis que se volvió permanente.

El problema de los niños wayuu, y ahora de los wiwas, de los koguis, arhuakos y de los afros rurales, incluso urbanos, y de todas las etnias en general, que son la mayoría de la población del departamento, va más allá de la simple mortalidad o el hambre, esas problemáticas están destapando problemas más profundos, más estructurales sobre los cuales no se quiere hablar ni intervenir, la solución no es llevar sobrecitos con micronutrientes a niños que no tienen nada de alimentos sólidos para consumir, ni tampoco se soluciona llevando mercados, esas son soluciones de emergencia, que no pueden ser permanentes, y que de todas formas no le están llegando a todos, porque los resultados así lo demuestran, las soluciones deben ser de fondo donde se generen capacidades en las comunidades para salir adelante, aquí el problema es de pobreza multidimensional, de bajo o casi nulo desarrollo de los territorios, de desempleo y escasos si es que no es nulos ingresos familiares, de vulneración sistemática de derechos por no facilitarle a estas poblaciones el acceso a los mínimos vitales de bienes y servicios de que disponemos los demás colombianos.

Hablar de índices de pobreza multidimensional en Manaure que llega a 91.5% o Uribía a 89.5%, es hablar de una catástrofe, pero lo peor no está en que esa población este sumida en la pobreza, lo más graves es que desde la institucionalidad y la sociedad, sabiendo esta situación, no se haga nada para solucionarlo.

La crisis de las etnias se terminan convirtiendo a su vez en un obstáculo en el camino del desarrollo, generando un ciclo vicioso del que no pareciera poderse salir, no es posible hablar de desarrollo económico y social con estas graves cifras sociales. La Guajira continúa ocupando los últimos lugares en competitividad, en educación, en salud, en seguridad alimentaria, en empleo, etc., donde vale la pena preguntarnos, como queremos que empresas privadas se asienten en La Guajira y generen empleo y dinamicen la economía si la mayoría de la población es pobre extrema, mal preparada y en crisis constante?.

Acaba de salir en Índice de Desempeño Integral Municipal 2016 realizado por DNP, y de nuevo las cifras no son halagadoras, entre los 1.101 municipios evaluados, de los 15 municipios de La Guajira, solo 2 municipios se ubican en posiciones satisfactorias, 13 están entre el grupo del 50% con menor desempeño, y de estos 6 están en los últimos 100 puestos de este ranking, donde claramente las variables salud, educación, vivienda, servicios públicos, seguridad, eficiencia fiscal, influyen mucho en estos pesimos resultados.

Sin embargo, lo peor está aun por venir, ante la intervención de que fue objeto la salud, la educación y el agua en La Guajira, y los desastrosos resultados generados por la misma intervención en salud y educación, la medición de desempeño integral de los municipios que se haga con respeto al año 2017 dará resultados mucho más negativos que los aquí expuestos respecto al año 2016.

Nos urge formular varios planes estratégicos que superen los límites de los propios planes de desarrollo cuatrienales, unos planes de largo plazo, consensuados y concertados y de carácter vinculante para todos en La Guajira así:

1.Plan de garantías de los derechos de los niños guajiros: formular un plan integral, de corto, mediano y largo plazo, multisectoriales y multidisciplinarios para garantizar los derechos de la niñez (especialmente rural e indígena) de La Guajira, en especial el derecho a la vida.

2. Plan adaptación al cambio climático de La Guajira: formular un plan integral, de corto, mediano y largo plazo, multisectoriales y multidisciplinarios para combatir los efectos de cambio climático y adaptación al cambio climático de La Guajira.

3. Plan para erradicar la pobreza extrema en La Guajira: formular un plan integral integral, de corto, mediano y largo plazo, multisectoriales y multidisciplinarios para el cierre de brechas de pobreza extrema en el departamento.

4. Plan para garantizar la seguridad alimentaria en la guajira: formular un plan integral, de corto, mediano y largo plazo, multisectoriales y multidisciplinarios para estimular y recuperar la actividad agropecuaria tecnificada y eficiente en el departamento, en aras no solo de generar seguridad alimentaria sino generar excedentes de calidad para su exportación.

5. Plan para acelerar el desarrollo económico del departamento: formular un plan integral, de corto, mediano y largo plazo, multisectoriales y multidisciplinarios para estimular el desarrollo de renglones incipientes o aun no iniciados en sectores alternativos de la economía como el turismo y la generación de energías limpias renovables, desanclando al departamento de la dependencia de la minería del carbón, en aras de generación de empleo de calidad, generar nuevas fuente de ingresos tributarios y dinamizar la economía.

Todos estos planes estarán interconectados, unos impactaran en los otros, por eso deben desarrollarse simultáneamente, definiendo actores, tareas, cronogramas, responsabilidades, fuentes de recursos, etc.

Lo único cierto, y vuelvo y lo repito en este escrito es que si seguimos caminando a oscuras no llegaremos a ninguna parte. Si seguimos haciendo lo que siempre hemos hecho, continuaremos obteniendo los mismos malos resultados de todos los años y nunca saldremos de este atolladero. De hecho, posiblemente dentro de 5, 10 o 20 años, estemos repitiendo lo mismo que estamos diciendo hoy en día.

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