Llegó la hora de los políticos en campaña. Qué pereza. Una vez más volvemos a cerrar el ciclo viéndonos obligados a ver sus fotos de estudio con posturas de dioses y diosas, con sus slogans de corte celestial y patriota, con sus propuestas mentirosas y descaradamente engañosas. No hay uno solo que no haya dejado, si es que alguna vez la tuvo, sus ropas decentes colgadas del closet y haya salido listo de este vestido de ladrón, de pícaro, de leguleyo, de poderoso dirigente investido de autoridad suprema a asaltar en su buena fe a todos aquellos pendejos que embrutecidos por los medios se disponen a elegirlos.
Invito al voto en blanco. No sé de qué otra forma podremos alzarnos contra esta mafia descarada que tiene al país dando bandazos desde que les dios por ofrecernos libertad y bienestar a cambio de votos.
No permitamos más casos como el que vivimos hace algunos años en Bogotá con los hermanos Moreno y sus aliados políticos, no más casos como el del alcalde Petro y sus verdugos: Uribe, Londoño y Ordoñez tratando de dar al traste con la paz y estabilidad de este país.
Votemos blanco.