Visiones y preguntas sobre el desarrollo rural en Colombia

Visiones y preguntas sobre el desarrollo rural en Colombia

"Se requiere de un modelo que incluya a los pequeños productores"

Por: Andrés Hdo. Bodensiek
junio 02, 2015
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Visiones y preguntas sobre el desarrollo rural en Colombia
Foto: Archivo Oxfam/Ivan M.

Organizaciones como Dignidad Agropecuaria y la ONG internacional Oxfam, celebraron hace un par de meses el retiro del proyecto de Ley 133 que tramitaba el gobierno del presidente Santos desde finales del 2014. El proyecto fue bautizado por varios senadores de la oposición como Ley Urrutia, en referencia al polémico caso de compra ilegal de baldíos de propiedad estatal que terminó con la renuncia del abogado, Carlos Urrutia Valenzuela, amigo personal del Presidente de la República, cuando fungía como embajador de Colombia en Washington en momentos en los que el polémico caso vio la luz pública, y quién dirigió la firma de abogados que asesoró a la transnacional Cargill en el proceso de acumulación de más de 60 mil hectáreas de tierras estatales en el departamento del Vichada, violando la legislación colombiana.

Sin duda el caso Carguill ilustra la visión de desarrollo rural que tiene un reducido sector de la sociedad colombiana. Estas líneas se encargan de repasar algunas de las propuestas que desde otros sectores existen entorno al modelo de desarrollo rural que más le conviene al sector agropecuario colombiano.

La visión del establecimiento

Cabe empezar con la opinión del exministro Rudolf Hommes (El Tiempo.com, 22 de marzo de 2015), la visión que tiene este economista sobre desarrollo rural pasa por el encadenamiento productivo en la altillanura que podría remplazar con producción interna “1.690 millones de dólares en importaciones de cereales”. No deja de sonar extraño que un defensor a ultranza de las ideas del neoliberalismo haga este tipo de propuestas. Claro, la remata recomendándole al vicepresidente Vargas Lleras que pase a la historia construyendo la vía 4G hasta Puerto Carreño pues “(…) ninguna otra haría posible agregarle al PIB de Colombia por lo menos tres y medio puntos de forma permanente y crear como mínimo 700.000 empleos”.

En este mismo sentido dijo Javier Gamboa, uno de los negociadores de los TLC en reciente entrevista (El Libre Pensador, 10 de mayo 2015): “Colombia es de los pocos países que, según la FAO, tiene la capacidad de hacer crecer su frontera agrícola y responder a la creciente demanda de alimentos a nivel mundial”. Hay que preguntarle ¿nos dedicaremos a alimentar al mundo mientras en Colombia siguen existiendo 5.5 millones de personas sufren de malnutrición?

La cifra hipotética de empleos y los tres puntos adicionales del PIB, citados por el Dr. Hommes salen del CONPES 3797 de la Altillanura, el cual establece, según un documento de análisis académico al respecto (Olarte, 2015), que de $9,6 billones de inversión de dineros públicos para desarrollo de esa región, 9,4 serían destinados a aeropuertos, muelles y carreteras de alta velocidad, alrededor de 180.000 millones restantes serían para la actualización catastral, y menos de 20.000 millones (US$10 millones) serían dirigidos a erradicación de la pobreza, seguridad alimentaria, educación, desarrollo y medio ambiente. Surgen algunas preguntas: ¿Cuántos años tardaría concluir esas obras? (ya sabemos que vías 4G no tienen cierre financiero) ¿Los cereales no se pueden sembrar en otra parte?, ¿dónde están los estudios de productividad?, ¿se contempla el costo de oportunidad igual a cero que implican los contratos de arrendamiento de los baldíos?

Viendo el panorama completo de la propuesta, es evidente que la producción interna y la construcción de las vías beneficiarían a monopolios y al capital extranjero respectivamente, y que el desarrollo que propone está en la línea de la “teoría del goteo” de Kuznet (acumular para después repartir) que lleva implementándose acá, sin éxito, más de 25 años. Esa es la visión que tienen los dueños del país sobre la forma en la que debe implementarse el desarrollo rural en Colombia.

Continuemos. En otra columna el exministro Hommes (El Tiempo, 5 de abril), completa su teoría: allí muestra su acuerdo con las propuestas del superintendente de notariado y registro, reviviendo el debate aludido al principio de este artículo. Dice que la ley 160 del 1994 no sirve, pues “tiene paralizado al sector agropecuario”. ¿No les basta con el fracaso que en cinco ocasiones ha tenido el intento de modificar dicha ley durante los periodos de los ministros Restrepo, Estupiñan, Lizarralde e Irragorri en la cartera agraria? La respuesta es no, pues por vía del PND (art. 102) pretenden modificar, nuevamente, el régimen de baldíos. Cabría recordarles que ya la Corte Constitucional declaró inexequible, gracias a una demanda de Manuel Sarmiento, entonces asesor del Senador Jorge Robledo, un intento similar en el primer PND de Santos. ¿Fracasará por sexta vez el proyecto de ley 223/2015?

La apuesta de los sectores democráticos

A contramano está la visión de organizaciones como las Dignidades del agro, Oxfam y de personajes de la vida nacional como el mencionado congresista. Pese a que en uno de esos recientes artículos, ya referidos, el exministro Hommes hace un llamado desesperado a que: “por lo menos, un ministro de Estado enfrente al senador Robledo en el Congreso y demuestre que la posición que él defiende se opone al progreso y bienestar de la población campesina”, lo cierto es que los debates públicos que Robledo ha adelantado desde su curul en el senado, ofrecen una visión distinta del desarrollo rural para Colombia.
La defensa de la ley 160 es en últimas la defensa del acceso progresivo a la propiedad de la tierra por parte de los trabajadores rurales tal y como lo promueve la Constitución en su artículo 64. Esto implica la promoción de un modelo dual incluyente con agroindustriales nacionales y pequeños productores en condiciones de equidad e independencia; es decir donde los agricultores puedan decidir que sembrar sin imposiciones ni relaciones de avasallamiento como proponía el modelo Carimagua, o la ventajosa asociatividad del modelo Indupalma, más del lado de la visión del gobierno Santos y su gente.

La gráfica muestra el déficit general de la Balanza Comercial con EE.UU. después de entrada en vigencia del TLC, Fuente: Cifras del DANE en Documento elaborado por el profesor Eric Behar, UExternado-CESA. Marzo de 2015.
El mencionado legislador ha sido férreo opositor a los malos negocios que para el país implican los TLC. Un ejemplo de ello es lo dicho por el presidente de la SAC, Rafael Mejía, quien hace unos días en Revista Dinero (S.F) afirmó: “en la actualidad Colombia exporta 4 millones anuales de toneladas de alimentos al tiempo que importa 10”. Allí surge una segunda apuesta de los sectores democráticos: es necesario renegociar los TLC (es posible hacerlo), y continuar luchando por la seguridad y la soberanía alimentaria de los colombianos menos favorecidos.

Faltaría complementar la visión de los sectores democráticos con la necesidad innegable que tienen los productores agrarios de líneas de crédito preferencial, garantía de precios de sostenibilidad, control a los altísimos precios de los insumos y en lo posible mejoras de infraestructura como distritos de riego y en vías terciarias para transportar los productos, al igual que asistencia técnica (aunque estos dos últimos temas están incluidos en el último PND falta ver cómo se reglamentarán).

En todos los tonos el Gobierno Nacional ha hecho saber que en la mesa de La Habana no se está negociando el modelo económico. Por ejemplo, las Zonas de Reserva Campesina, ya se encuentran estipuladas en la Ley 160 del 94, es decir que en la RRI no se prevé la implementación de nada que pueda cambiar la estructura fundamental del sector agropecuario tal y como lo conocemos hoy.

Fuentes:

El Tiempo.com (29 de marzo de 2015). Un país distinto. Rudolf Hommes. Disponible en http://www.eltiempo.com/opinion/columnistas/un-pais-distinto-rudolf-hommes-columnistas-el-tiempo/15482099
El Tiempo.com (12 de abril de 2015). Reforma de la ley de tierras. Rudolf Hommes. Disponible en http://www.eltiempo.com/opinion/columnistas/la-reforma-de-la-ley-de-tierras-rudolf-hommes/15554779
El Libre Pensador (10 de mayo de 2015). ¿Usted qué opina de los TLC? ¿“Mal negocio para Colombia” o “el que se encierra pierde”? Eduardo Bechara. En Línea http://librepensador.uexternado.edu.co/el-tlc-con-corea-del-sur-un-mal-negocio-para-colombia-entrevista-a-jorge-robledo-senador-de-la-republica-por-el-polo-democratico-alternativo/#seccion
Behar, Eric. (2015). Efectos del TLC en el agro. Documento sin publicar.
Olarte, Mario (2015). Desarrollo territorial rural con identidad cultural: frontera a expansión agroindustrial en la altillanura. Diplomado internacional en agroecología y desarrollo territorial con identidad cultural. Art. Sin publicar.
Revista Dinero. (S.F). Importamos más alimentos de los que exportamos. Disponible en http://www.dinero.com/pais/multimedia/perspectivas-del-sector-agropecuario-colombia-2015/207020

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