Entre el gobierno colombiano y los ciudadanos varados en Australia ha habido un breve cruce de comunicaciones cuyo resultado es ninguna solución. Los mensajes desde el consulado colombiano en Canberra solo han servido para confirmar que no hay una sola opción al alcance, para garantizar la repatriación de las personas que se encuentran en cinco regiones distintas de ese país.
Las únicas respuestas que hasta el momento han ofrecido a los colombianos en Australia, ha sido ayuda psicológica a través de una llamada telefónica y excusas desde la diplomacia para darse por enterados de la situación. Pero las horas y días pasan y la angustia del grupo de colombianos acosa hasta perder la calma. A través de videos, audios, cartas, fotos y hasta una recolección de firmas en change.org han tratado de hacer que en Colombia alguien les dé una respuesta que se traduzca en soluciones materiales para reunirse pronto con sus familias.
En el grupo se encuentran personas a las que la visa está a punto de expirar, que han sido despedidos de sus trabajo, en estado de embarazo, adultos mayores que requieren atención médica y en otras circunstancias de vulnerabilidad que no dan espera. El paso de los días hace que comiencen a vivir de la caridad y en extremo el endeudamiento. Muchos de ellos ya tenían pasajes comprados para su regreso pero fueron cancelados por la expansión de la pandemia y quedaron en el limbo.
Junto a sus familiares en Colombia y amigos han establecido todo tipo de contactos para hacer llegar el mensaje de angustia la presidente Iván Duque para actuar rápidamente en su caso, pero los cierres fronterizas dejan poco espacio de maniobra hasta ahora.