Cuando tenía veinte años dio su primera pelea. Era una simple empleada del Banco de Colombia en Bucaramanga pero entendió que o entraba al sindicato para defender su puesto o su historia laboral seria breve. Casi treinta años después, desde 2014, es la cabeza de la Unión de Empleados Bancarios que reúne a 9000 trabajadores.
Con la modernización de los servicios bancarios, que cada dia golpea más el aporte de los seres humanos, su trabajo se le ha multiplicado. Lucha por todos los medios para evitar que siga en aumento la perdida de puestos de trabajo pero a la vez se ocupa de darle apoyo personal con su experticia de psicóloga graduada en la Universidad Autónoma de Bucaramanga. .
En el último año 150 empleados han sido despedidos de BBVA, otros 200 del Banco de Bogotá, 220 del Scottia Bank y los más de 100 que despidieron del Banco AV Villas del grupo AVAL propiedad de Luis Carlos Sarmiento Angulo. La política, sobre todo en Bancos como BBVA es despedir a todo empleado que tenga más de diez años de antigüedad. Una de las áreas que están más descuidadas es la de los cajeros. En las cajas es usual la tercerización. Cada vez son menos los trabajadores bancarios que pueden aspirar a hacer una carrera administrativa y jubilarse allí. Los avances tecnológicos de pagos por internet y la digitalización galopante, empiezan a volver obsoletos a los cajeros quienes han encontrado en Sofía Espinosa, la presidenta de la Unión de Empleados Bancarios, un apoyo incondicional
Desde que está en UNEB ha sido testigo de crisis profundas como la de octubre del 2006 cuando el grupo Bolívar, en cabeza de Davivienda, compró en $2.2 billones que le adjudicaron el 99.6% de las acciones de Bancafé. La liquidación de ese banco dejó desprotegidos a una plantilla de casi 6.000 trabajadores.
Sofia Espinosa se ha convertido en los últimos años en la piedra en el zapato de los grandes banqueros. Ella, desde el sindicato, se mueve en varios frentes. Uno de los temas que más ha trabajado es en el de la Reforma Pensional. En agosto, con invitados que llegaron desde Brasil, Uruguay y Chile hicieron tres foros sobre pensiones. Los llamados que le ha hecho a las directivas mayores de lo bancos no han tenido eco. Ellos no le han dado la cara y siempre llegan a las reuniones mandos medios que no se toman muy en serio sus pretensiones. Dentro del congreso los únicos senadores que se han preocupado por la reforma pensional son Alberto Castilla, del Polo Democrático y Victoria Sandino de la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común.
La propuesta que lidera Espinosa y que molesta a los grandes banqueros es fortalecer la prima media y garantizar que hasta los trabajadores independientes pueda pensionarse en Colombia. El nuevo ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, se ha convertido en un muro. Su sentencia de que en Colombia se puede vivir con el salario mínimo le rechina en los oidos.
La Union de empleados bancarios no se ha quedado en el simple terreno laboral. El apoyo que le dieron al proceso de paz presionó a la banca a que en el post acuerdo se garantizara la protección de la mediana y pequeña industria con préstamos revestidos de intereses benignos y se adquirió un compromiso para que el campesino pudiera acceder a créditos blandos. En las pasadas elecciones presidenciales la UNEB no tuvo empacho en apoyar abiertamente al candidato que, según ellos, más cerca estaba de proteger los intereses de los empleados bancarios, Gustavo Petro. Con él como senador, se preparan para dar la pelea contra la reforma tributaria en la que está empeñado el Ministro Carrasquilla y Sofia Espinosa espera que su temple santanderano le da para ganar muchas batallas sin requerir de paros ni protestas, aunque si tocan pues tocan.