Tengo dolor de madre

Tengo dolor de madre

"Me dan miedo las multinacionales extranjeras a las que se les ve el hambre de venir a comerse estas tierras colombianas"

Por: Helena Restrepo
septiembre 28, 2016
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Tengo dolor de madre
Foto: Helena Restrepo

Si algo me ha puesto a dudar del proceso de paz, no son las condiciones favorables para la guerrilla o la “ausencia de justicia” que algunos argumentan, lo que a mí me da miedo son las multinacionales extranjeras a las que se les ve el hambre de venir a comerse estas tierras invaluables, ricas.

En unas horas en Ituango y otras en Palmitas (vereda del Municipio de Medellín), el tema que me molesta, me viene golpeando la puerta. Visité a una familia en Palmitas, 6 biatos entre los 60 y 80 años que viven en una casa en la que nacieron y pensaban morir, sembrada de maíz, plátano, café, limones, todos a punto de desaparecer por una doble calzada que pasará por ahí. En la misma casa que yo visitaba estaban los ingenieros que llevan a cabo el proyecto, esta familia les da mazamorra como a mí, y seguramente les empaca bolsadas de frutos de su tierra como a mí, a pesar del dolor del desplazamiento que reconocen como inevitable. (En la foto la familia se ve más numerosa porque están los hermanos que se casaron y viven cerca)

Entrando y saliendo de Ituango atravesamos un valle de belleza impresionante, todas las tonalidades de verde se ven ahí, bosques nativos que se extienden hasta donde alcanza la mirada, y nos dicen …todo esto se lo lleva la represa… Da ganas de llorar, como debió llorar cada campesino que ocupó antes esas tierras y que no iba a salir por las buenas de ellas… Pero qué casualidad! …cuando llegó el proyecto de la hidroeléctrica, también llegó el fenómeno paramilitar, y muchos de esos campesinos se convirtieron en auxiliadores de la guerrilla y fueron asesinados, o en guerrilleros que tuvieron procesos en su contra, que ya fueron absueltos y hoy contrademendan al estado. Se sembró miedo en toda la zona para que la gente abandonara las tierras o vendieran a precio de huevo los que tenían títulos, porque sabemos que eso de los títulos no lo tenían todos, en esas zonas todavía se cosechaba la tierra de buena fe, como debía ser con una madre buena. Y llaman terroristas solo a los guerrilleros, yo quisiera saber qué nombre se le puede dar a ese proceso de sembrar pánico en las tierras para obtenerlas a la fuerza o más baratas para “el desarrollo empresarial”.

Y sin embargo a su gente uno le pregunta si van a votar sí al proceso de paz y dicen …sí, la mayoría en este pueblo vota sí, es que aquí se ha sentido el proceso de paz en serio, quien diga que no lo siente es que no quiere ver, porque hasta los pocos que dicen no, reconocen que este pueblo es otro desde hace 18 meses, aquí había fuego casi a diario, granadas, bombas, caían niños, adolescentes, mujeres, era invivible y ahora se vive en calma.

Y como mi necedad es la minería, pregunto y me dicen …ah sí, ya la maquinaria de eso se ve entrar, todavía no la de las multinacionales porque esas necesitan el proceso de paz, entran las de la minería ilegal, solamente hay una entrada para allá, entonces todos las vemos, pasan por las narices del pueblo después de las ocho de la noche. Ah …y para eso también se inventaron una modalidad de desplazamiento más legal, ahora es la vivienda de interés social. A esos campesinos que viven en las tierras que tienen oro les están ofreciendo casas de interés social en el pueblo, en edificios bonitos, en las que tienen que vivir cinco años porque si no las pierden, entonces dejan de vivir en las tierras sobre las que no tienen títulos, y pierden la tierra por una casa. Qué casualidad que las viviendas de interés social sean para estas personas que ocupan las zonas que necesitan las empresas mineras…

Y le pregunto por el agua y me dice … ah, eso también ya se ve, algunas fuentes muy secas y otras contaminadas.

Y con todo esto no quiero sugerir que voten NO, lo que quiero de mí y de todos es un compromiso con el SÍ, porque la cosa no termina ahí. Si algo me anima del proceso de paz, es que por primera vez en mucho tiempo he visto en él la fuerza política de una izquierda pensante, con propósito y dirección, que protege el agro, la tierra, el campesino, sin embargo el papel es muy bonito y puede con todo. Tenemos una constitución bonita, una cantidad de papeles muy bonitos. Quienes votemos SÍ, tenemos el compromiso de velar porque los acuerdos se cumplan. Que los guerrilleros se conviertan en fuerza política de oposición que vele por el cumplimiento de los acuerdos y que se les pague por ello, lo pago con gusto, hasta de mi bolsillo lo pagaba si me ganara el baloto.

Termino este texto en nombre de la tierra de la que me siento carne, una madre con dolores de parto, cada muerto es uno, cada desplazamiento de comunidades enteras de bosques, animales, hadas y duendes …y hombres, es una contracción.

Una multípara que ha parido a tantos con la misma esperanza …que este le salga buen hijo, que le ayude y la ponga a vivir bueno, que la cuide, que la defienda, que no deje que la violen, ni la maten de sed, ni que la envenenen para poder seguir alimentando a sus hijos en todos los reinos.

@HelenaRpoV

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