Soacha ya no quiere seguir siendo el patio trasero de Bogotá

Soacha ya no quiere seguir siendo el patio trasero de Bogotá

Si bien su gente está cansada de eso, aún no hace lo suficiente para cambiar las cosas y poner la situación a su favor. Es hora de dejar de ser tan caraduras

Por: Michael Anzola Solano
mayo 15, 2019
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Soacha ya no quiere seguir siendo el patio trasero de Bogotá
Foto: EEIM - CC BY-SA 3.0

Sí, soy de izquierda, ¿y qué?

El que le diga que toda la izquierda es buena y toda la derecha es mala se equivoca. Eso es claro y no hace falta ser un politólogo para entenderlo, pero tampoco hace falta un vasto conocimiento en politología avanzada para saber que a Latinoamérica y a Colombia lo han gobernado siempre en beneficio de las élites y los defensores del capitalismo. Todo es un ciclo, todo se repite cada 4 años, en la escala nacional, regional y local. Sin embargo, seguimos preguntando a dónde vamos a parar. Somos tan caradura de preguntarnos eso mientras seguimos eligiendo a quienes perpetúan nuestras falencias y cultivan nuestra ignorancia.

Soacha no es la excepción. Cada 4 años buscamos un contrato, un beneficio para sentar a 19 personajes (en su mayoría hombres) y no nos damos cuenta de que cada día las malas decisiones administrativas, la burocracia y la presunta corrupción perceptible en el aire, pero carente de material probatorio nos sigue condenando a ser el patio trasero de Bogotá y uno de los amplios problemas del departamento, al que nadie parece encontrarle solución.

Aun así, seguimos siendo "berracos" cuando queremos y salimos a buscar "la papita" para seguir en el juego llamado vida, ¿pero para cuándo la dignidad y la equidad? Pues en cada elección parece que nos quitan más y más, y aún hay más para seguir saqueando bolsillos, pero no esperanzas.

Nos llenamos la boca gritando que los estudiantes que se levantan en protesta tienen delirios de guerrillero, que los maestros son unos vagos mediocres por exigir calidad digna para tan difícil profesión, manifestamos descontento cuando salimos a defender y a pedir lo que Soacha se merece, pero cuando sufrimos la crisis educativa por falta de cupos preguntamos qué es lo que pasa en Soacha que parece no tener control….

Cuando bloquean TransMilenio, como buenos colombianos, “el madrazo” no se hace esperar, pero cuando tenemos que pasar por encima de los demás para poder acceder al busesito rojo preguntamos "¿cuándo nos van a solucionar?". Cuando nos recogen la basura, peleamos por aquella empresa con tarifas descaradamente altas, pero elegimos cada periodo a quien defiende sus intereses…

¿Podemos ser tan caraduras? Sí, increíblemente lo somos. Y lo peor, cuando alguien se preocupa por la infancia, por las comunas ubicadas en las montañas, por la zona rural y busca ser factor diferencial, lo tildan de “izquierdoso”, pues hacer algo para construir municipio mediante el hip hop, la fotografía, el medio ambiente o fomentando la participación política en los jóvenes es una "mamertería" para los visionarios del sillón y de la cantina.

Suena duro, y tal vez usted querido lector sepa quién está escribiendo estas líneas, o tal vez se sienta aludido, pero es una realidad que nos enmarca en un ambiente que ya huele a campaña electoral…

De su nido salen los representantes del "presidente" que ordenó la ejecución de los jóvenes de Soacha, pero el común de este lindo e ingrato pueblo es “no serían tan buenos”. Pues, usted con ese pensamiento tampoco lo es y aun así su vida vale más que nada, así como la valía la de esas familias que destruyeron… Pero también salen los que han hecho carrera a la sombra de una mujer que "representa al municipio" y solo se ve cada cuatro años presionando contratistas y recogiendo votos. Y no es la única, pero preferimos ignorar…

Por otro lado, están los que creen tener un compromiso con esta ciudad y que nunca han pisado El Charquito o han subido a Cazucá, ni mucho menos visitado San Jorge o ni siquiera han probado la almojábana, pero creen que se puede. Lo anterior creyendo que sin asumir posiciones claras y alegando transparencia van a llegar a poner un alcalde en Soacha (la tierra que es de todos y al final la manejan unos pocos). Pero eso no es todo, los autodenominados mesías arremeten a la carga detrás de la imagen de caudillos buscando darse a conocer ya que su discurso no les alcanza, y quienes dicen ser independientes se quedan en un hermoso marketing sin contenido…

Son de derecha, de centro y de izquierda, todos por igual los que critico en estas letras, pero aun así hay líderes sociales, colectivos, fotógrafos, escritores, periodistas que amamos esta tierra y sabemos que hay un cambio que lograr, y que hay que trabajarlo pero para lograrlo se quiera o no, tiene que hacerse un ejercicio democrático consciente, y ese, querido (a) soachuno(a) inicia inscribiendo la cédula para votar (y por supuesto, votar bien).

Pero para eso, hay que ver la realidad de Soacha, amarrado a una empresa de aseo que deja más dudas que satisfacciones (no todo es malo, pero son innegables e ineludibles las falencias tan grandes que hay), con una crisis educativa donde la suspicacia debido a los convenios educativos es el pan de cada día de cada año, una sobrepoblación que un gobierno nacional ha ignorado, un TransMilenio que parece que no va a terminarse de hacer (peor que el metro de Bogotá), una alcaldía que con todas las fallas que haya podido evidenciar en su periodo ha sido de las más decentes en las últimas dos décadas, pero que aun así dejó más de una duda en los habitantes de Soacha, una política pública de juventud y otras tantas más que el concejo aprobó sin recursos. Y hablando de concejo, 19 personajes que en cuatro años no han propuesto más de 3 Proyectos de acuerdo, y aun así tienen cara para hacerse reelegir y algunos para aspirar a una alcaldía.

¿Eso es lo que usted va a elegir por Soacha? Esos, de los que les hablo, que no son difíciles de identificar, son los mismos que le temen a lo nuevo, al joven empoderado, al trabajador, a la mujer que lucha por sus derechos, a los que han luchado siete, ocho y hasta diez años por construir un proyecto de ciudad o de municipio, y los catalogamos como "esa izquierda", y seguimos con el estigma, desde la clase dirigente más alta, hasta el contratista promedio y a esa "izquierda" la tachamos y la relegamos y hasta la intimidamos para que su pensamiento sea ignorado y su opinión nunca sea expresada.

Sea artista, ambientalista e incluso periodista, si a las élites les hace mal tu lucha por el progreso, te tachan de izquierda y buscan que esa lucha se pierda…

Pero hoy le quiero manifestar a esas élites que si por creer en la vida, en el cambio, en la transformación de Soacha mediante acciones y procesos base, sin monopolios, sin atornillados al poder, buscando representaciones legitimas para el municipio a nivel nacional y sin necesidad de ofrecer ni presionar con contratos laborales, sin el populismo que ustedes hacen en sus "debates", con renovación política y de la mano de la juventud empoderada y por creer que Soacha tiene una solución basada en la honestidad y en la humanidad ejercida en una política del pueblo y para el pueblo, es ser un "mamerto" izquierdoso, pues .. ¡sí, lo soy! Y a usted, querido(a) lector(a), que se sintió identificado con este párrafo, sin importar su partido o ideología política, siéntase uno más de la izquierda soachuna, esa que sigue remando contra las maquinarias y que está al frente de una gran oportunidad (que depende del despertar de los soachunos…).

Por eso, la invitación con esta columna, es simple:

Recuerde las promesas incumplidas, las empresas que le sonsacan su dinero, la falta de movilidad, de educación y de tantas cosas. Recuerde aún más que esos que están buscando reelegirse o salir de un cargo para ser el "monarca" mayor de Soacha ya tuvieron la oportunidad y fallaron por ignorancia o por voluntad, pero no le cumplieron a Soacha… Y por favor no se olvide de esa "izquierda" (no interesa el partido) que sigue luchando por los humedales, por la infancia, por la adolescencia, por la tercera edad, por la educación, por el transporte y la salud, pues ellos merecen la oportunidad de demostrar que Soacha si tiene solución y un camino prometedor.

Por otro lado, a usted, que odia la palabra "izquierda" y todo lo asocia con "comunismo" recuerde que ese comunismo que tanto odia fue el que salvó al mundo del fascismo de Hitler.

Por último, a usted que trabaja por esta tierra, por su gente, que está cansado del olvido nacional, de que la misma sombra venga a hacer presencia solo en elecciones y se cansó del continuismo, ¡levante con orgullo su mano izquierda! Porque el cambio es posible, pero para eso hay que saber votar en este octubre. Por usted, por mí y por Soacha, sin importar nada, ¡seguiremos siendo la izquierda soñadora del municipio y del país!

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