Los días que vienen avanzando desde la elección del nuevo presidente no han parado de producir una noticia detrás de otra. Al trino mesurado de Álvaro Uribe reconociendo a Petro: “Para defender la democracia es necesario acatarla. Gustavo Petro es el presidente. Que nos guie un sentimiento: Primero Colombia”. Contrasta abiertamente con el altisonante y desafiante discurso de la Cabal.
No es necesario un profundo análisis para darnos cuenta que ese discurso abre su campaña 2026. Sin embargo al parecer, no será la ungida de Uribe. Entrará en el abanico desde luego para la presentación de la comedia. Por esto y desde ya, se está posicionando a codazos.
En una fracción de tiempo, recibe dos golpes: El primero, le atraviesan a su precandidatura a Zuluaga. Y de lo cual dejó ver su profundo disgusto. Pero, al menos, esperaba por dignidad y trabajo quedar como cabeza de lista al Senado, y Uribe, de un solo plumazo le atraviesa su nuevo descubrimiento: Miguel Uribe Turbay.
Ante el inesperado triunfo de Petro, las reacciones no se hicieron esperar. Nuevamente Duque es el blanco de sus críticas. Ya no solo es: “El carga maletas de Uribe” sino, el culpable de que Petro sea el presidente. Cosa que es cierto.
Pero aquí no para la cosa. Su hijo Juan José trinó: “Es hora de una nueva derecha sin Uribe”. Tal declaración desató una airada respuesta de Paloma: “Sin el presidente Uribe ni tu mamá sería senadora”. Eso también es verdad. Ni ella, ni ninguno.
El silencio de la Cabal confirma el viejo adagio que dice: “Los hijos repiten lo que escuchan en casa”. Obviamente no fue una salida en falso de un infante, sino el reflejo del disgusto familiar, al considerar, que ha sido reiteradamente de forma humillante, hecha a un lado.
Aquí otra interrogante más: ¿Se estará cocinando un golpe de Estado dentro de las filas del CD, que le permita apartarse del dedo de Uribe, sabiendo que no será la ungida?
De tal manera que tendremos Cabal sin censura por los siguientes cuatro años, en que ofrecerán el espectáculo a la medida de sus devotos seguidores.
Y una última interrogante: ¿Se viene el partido Cabal en torno a su movimiento iniciado: “Jóvenes Cabal”? En otras palabras, necesita también crear un país Cabal, porque su evidente sectarismo y sus aspiraciones no caben en este. Ni en el C.D con Uribe.
